domingo, 1 de octubre de 2023

Diario. 1 de octubre de 2023

 domingo, 1 de octubre de 2023


8:30

La mañana fresca y clara. Sillas de plástico apiladas en la plaza como un recordatorio de que se han acabado —¡qué bien!— las fiestas. Ni un alma a la vista. ¿Ni Bernardo? Ni Bernardo. 

Abro la iglesia y enciendo las luces. 

Oficicio de lectura y laudes. 

Meditaciones sobre la misa, de Theodor Schnitzler.

9:30

Salgo para Torremendo. No hay vallas cortando las calles. Apenas hay tráfico. Bueno, sí, pelotones y pelotones y pelotones de ciclistas. 

Llego a Torremendo. El archidiácono ha puesto un CD con musiquita. Nos saludamos, me revisto y voy al confesonario. Tercia.

10:00

Misa. Hay que predicar sobre el que dice que no quiere y luego quiere y sobre el que dice que sí y luego es que no. Sobre todo hay que predicar a Cristo cuyo «sí» es «sí» y cuyo  «no» es «no», siempre. Ya está. Hay que bautizar a Shoulaima. Ya está. Hay que mencionar a Shoulaima en el memento de los neófitos. Ya está. Hay que mencionar a Luisa en el memento de difuntos. Ya está. 

10:45

Catequesis. Paso lista y hallo que faltan cinco. Bueno, es el primer día. Presento a Yoli diciendo que es la nueva catequista y todos dicen que ya lo sabían y que la conocen de sobra. Muy bien. A los nuevos les hago preguntas dificilísimas: ¿Cómo se llama la madre de Jesús? ¿Cómo se llama el esposo de la Virgen María? ¿Dónde nació Jesús? Los nuevos se quedan pensativos y no saben contestar porque son preguntas dificilísimas. En cambio los viejos levantan las manos. Para ellos son preguntas facilísimas. 

Clara me regala un café en la sacristía. Lo agradezco, me lo tomo, me despido y me voy. 

11:30

Llego a San Miguel. 

En la casa abadía leo una columna de EGM y otra de AZV. Ángelus.

Voy a la iglesia. Saludo a Joan, saludo a Teresa. El coro está ensayando. Me revisto y voy al confesonario.

Lectura del libro de Amós. 

12:30

Misa. 

Al terminar salgo a la puerta con el diácono para depedir a la fente. 

En la sacristía me esperan Ana Isabel y Wilder que me invitan a cenar en su casa a las 19:00. Nos depedimos. 

13:45

Voy a comer a casa de Armin. Llevo dos  barras de pan. Allí encuentro a Armin, a Heidy, a Jing, a Alexander, a Anouk y a Bea. Anouk lleva puestas unas alas como de mariposa. La saludo: Beautiful butterfly, Anouk. Sale huyendo. Su abuelo me explica que nos es una butterfly sino una fairy. 

16:00

Vuelvo a San Miguel. Visita. Imitación de Cristo,  Libro1 cap 1. Leo en Vozpopuli a Julio Llorente: El ateísmo o nace del tedio

16:45

Capítulos I-XI de la segunda parte de Don Quijote puesto en castellano actual por Andrés Trapiello.

18:45

Voy, paseando despacito y recitando los misterios gloriosos, a casa de Ana Isabel y de Wilder. Todo está preparado en la plaza para el recital de habaneras de la coral Alcores. 

Ceno con Ana Isabel, Wilder, Luciana y Camila. Me regalan una botella de vino de Rioja gran reserva. Doy las gracias y les digo que la guardaremos para una fiesta en La Torre. Wilder me cuenta que tuvo un accidente con la moto en Torrevieja. Le duele un costado. ¿Mucho? A Luciana le entra la risa floja. Es un problema porque, cuando pasa eso, Wilder se contagia y empieza a contorsinarse llevándoselas manos al costado dolorido y derramando copiosas lágrimas que me alarman no poco. Ana Isabel lo acaricia diciendo «ea, ea» y se le pasa. 

Antes de volver a casa doy las gracias por el vino y por la hospitalidad. Como despedida, Camila toca en el teclado el «Cumpleaños feliz». Le digo que sería lindo grabarlo y mandárselo a Teresa por su cumpleaños que es mañana. A Camila le parece una buena idea.Vuelvo a dar las gracias y me voy. Por el camino, de vuelta, saludo a Teresa que vuelve del recital de habaneras.

20:25.

Llego a a la plaza. Saludo a Inma que ha estado en el recital y vuelve a casa con su madre. Voy a la iglesia. Dejo el vino en el garaje. Completas. Apago las luces y cierro la iglesia. Saludo a Aurelio que forma parte de la coral y se vuelve a casa. Le pregunto por Encarna. Que se va recuperando poco a poco. Nos despedimos.

20:45

Llego a la casa abadía. 

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