miércoles, 25 de julio de 2012

sábado, 7 de julio de 2012

Intenciones para julio

1. Que San Miguel nos ayude a encontrar otro monaguillo.(Los dos que había han desaparecido porque es julio pero San Miguel se ha portado bien y hoy mismo se han presentado dos voluntarios que han entrado en la categoría de bambi-monaguillos). ¡Gracias San Miguel!
1. Que la Virgen de Monserrate nos ayude a recuperar a los monaguillos de Torremendo. (Los cuatro bambi-monaguillos que teníamos han desaparecido desde que se inauguró la piscina municipal y se ve que no me he portado muy bien con la Virgen de Monserrate -o que se han ahogado- porque siguen sin dar señales de vida).
2. Que la Virgen del Carmen nos ayude a hacer la lista de voluntarios para los turnos de oración de tal modo que las parroquias de San Miguel y Monserrate puedan estar abiertas ocho horitas cada día. (En san Miguel las listas van muy bien y en Torremendo, por mis pecados o por otras causas, no van).
3. Que Santa María Goretti nos ayude a encontrar catequistas. (En San Miguel hay muchos, pero hacen falta más. En Torremendo solo hay una y hace falta, al menos, otro).
Virgen de Monserrate, ruega por nosotros.
Virgen del Carmen, ruega por nosotros.
San Miguel, ruega por nosotros.
Santa María Goretti, ruega por nosotros.
Todos los santos y santas de Dios (especialmente los que leéis este blog), rogad por nosotros.

viernes, 6 de julio de 2012

Santa María Goretti

Un joven de diecinueve años se dispone a violar a una niña de once y, como la niña se resiste, la apuñala. 
Esa niña, al parecer, no ve en el joven criminal a un animal, a un bruto, a un monstruo... no. La niña -que se llama María Goretti- ve en Alessandro -que así se llama el joven criminal- a un hombre que está cometiendo un pecado y que puede perder su alma para siempre y, sin consentir el mal y oponiéndose a él, procura tocar el corazón y la conciencia del malvado. Más aún, durante las horas de su agonía no deja de rezar por él y llega a decir que espera y desea volver a encontrarlo en el Paraíso.
Santa María Goretti ruega por nosotros.

martes, 3 de julio de 2012

Tus pecados no son originales

Me decía un amigo:
-Tus pecados no son originales.
Y yo, muy enfadado, confesaba:
-He matado a mi abuelita.
Y él, sin inmutarse:
-Otros muchos y mejores que tú han matado a su abuelas antes que tú.
Y yo, muy deprimido:
-He atracado una gasolinera.
Y él, mondándose de risa:
-Oculta compensación. Todos lo hacemos cuando podemos aplicando lo de "quien roba a un ladrón". Es pecado, pero no es original.
Y yo, estrujándome el cerebro:
-He dicho una mentira gordísma.
Y él, impacientándose:
-Tampoco en eso has sido el primero.
Y yo:
-Soy impaciente.
Y él:
-Yo también, no somos originales ni en eso.
Y yo, rendido. 
-¿A qué le llama usted pecado original?
Y él, gallego:
-¿Crees en Dios?
Y yo, incauto:
-Sí, claro, algo habrá.
Y él:
-¿Por qué no vas a Misa los domingos?
Y yo dando razones muy originales. Y él muriéndose de risa:
-Eres un tipo de lo más vulgar razón por la cual puedo absolverte de todos tus pecados si te arrepientes de ellos.
Y yo:
-Pues claro, me arrepiento.
Y él:
-Lo de tu abuelita no tienen remedio pero es grave y deberás rezar un rosario por su alma cada día hasta que mueras. Lo de la gasolinera no tiene importancia pero debes restituir lo robado. Por las mentiras y la impaciencia di todos los días del mes de junio: Sagrado Corazón, en Vos Confío. Y, por creerte original cuando pecas te impongo la penitencia de leerte -enterito- el Catecismo para Párrocos de Trento.
Y yo, muy contento:
-Claro, claro.

viernes, 22 de junio de 2012

Epigrama 137, de Moro.

Incluso ahogándome en la estela de don EGM  oso dar mi versión del Epigrama 137.

Danos, Señor, lo bueno

aunque no lo pidamos.
Y, aunque recemos mal,
aleja de nosotros lo que es malo.

viernes, 20 de abril de 2012

Programa Pastoral y manifiesto de las ovejas.

Viernes 20 de abril de 2012

Sirve para quien está al frente de la Iglesia Universal, para los metropolitanos, para los obispos diocesanos y sus vicarios de zona, para los arcedianos y arciprestes, para los párrocos y para todo aquel que preferiría dimitir de la sociedad y marcharse al desierto pero -sin saber cómo ni por qué- ha de gobernar cualquier empresa o familia.

Lo puso en práctica el amable san Agustín:

Corregir a los indisciplinados, confortar a los pusilánimes, sostener a los débiles, refutar a los adversarios, guardarse de los insidiosos, instruir a los ignorantes, estimular a los indolentes, aplacar a los pendencieros, moderar a los ambiciosos, animar a los desalentados, apaciguar a los contendientes, ayudar a los pobres, liberar a los oprimidos, mostrar aprobación a los buenos, tolerar a los malos y [¡pobre de mí!] amar a todos.
(Sermo 340, 3: PL 38, 1484)

NOSOTROS:
Los indisciplinados: No somos malos pero propendemos a ir por libre. 
Los pusilánimes: Por todas partes vemos obstáculos insalvables y enormes dificultades.
Los débiles: Diversos achaques debidos a nuestra constitución física y psíquica, a la edad y a otras causas nos impiden caminar al ritmo de los más fuertes.
Los adversarios: Razonamos las cosas. No siempre atendemos a razones. 
Los insidiosos: Tampoco somos malos del todo, pero nos sentimos irresistiblemente inclinados a sembrar cizaña. 
Los ignorantes: Cuando alguien nos pregunta contestamos no sé. O no contestamos. A veces ni entendemos la pregunta.
Los indolentes: No nos gusta que nos llamen vagos pero, a decir verdad, lo somos. 
Los pendencieros: Tenemos un bajo nivel de mansedumbre. Esa y no otra es la razón de que andemos siempre a la gresca.
Los ambiciosos: Siempre aspiramos a más, pero no siempre aspiramos a lo mejor y, no raras veces, nuestras aspiraciones no se corresponden con nuestro talento.
Los desalentados: Lo único que nos pasa es que, a veces, sentimos que ya no podemos más.
Los contendientes: Tenemos una buena razón para pleitear pero el diablo u otras causas hacen que nuestros contrincantes piensen lo mismo.
Los pobres: Vivimos de la caridad del prójimo.
Los oprimidos: Nuestra triste situación hay que achacarla a alguien o a algo que es más fuerte que nosotros y nos puede.
Los buenos: Cumplimos con paciencia y abnegación todos nuestros deberes y no nos importa nada que, por eso, nos llamen tontos o fracasados. Más aún, nos divierte y le reímos la gracia al gracioso.
Los malos: En realidad no somos malos. Es que hemos descubierto que para ser bueno hay que ser muy bueno y preferimos que el esfuerzo lo hagan otros.
NECESITAMOS UN PASTOR
que nos corrija
que nos conforte
que nos sostenga
que nos refute
que se guarde de nosotros
que nos instruya
que nos estimule
que nos aplaque
que nos modere
que nos anime
que nos apacigüe
que nos ayude
que nos libere
que nos muestre aprobación
que nos tolere
y que nos ame a todos.
PERO LO NECESITAMOS ¡YA!

lunes, 9 de abril de 2012

Cosas del diablo.

He salido de casa con media hora de retraso y me he caído con mi maleta por las escaleras que son de mármol de Novelda, mucho más duro y menos poético que el Carrara. Primero me he caído yo, y luego la maleta me ha caído encima, como en los dibujos animados pero sin gracia. No he visto las estrellas como en los dibujos animados pero he recordado -del golpe- que no llevaba dinero. He ido a la CAM y luego he bajado la cuestecita que lleva al garaje y he comprobado que mi FF no estaba en el garaje y he recordado que lo había aparcado en la esquina, cuestecita arriba. 
De san Miguel he salido con hora y media de retraso, a eso de las siete y media. Pero, gracias a Dios y a san Miguel he llegado a mi predio en solo media hora, a las 20:00.

Mi plan para la semana.

Si Dios quiere saldré hoy a eso de las 18:00 por una carretera vecinal que serpentea entre olorosos bosques y, diez minutos después, entraré en la AP-7. Antes de entrar en la AP-7 me encomendaré a san Miguel para guíe mis pasos hacia el sur -donde pone "Cartagena"- y no hacia el norte, donde pone "Alicante". Con La ayuda de Dios y de san Miguel entraré en la AP-7 en dirección a Cartagena -como he dicho- a eso de las 18:10. Empezaré entonces a desgranar los misterios gloriosos del Santo Rosario y calculo que a eso de las 18:30 -recitadas las Letanías Lauretanas y las preces por las necesidades de la Iglesia y del Estado, por las buenas intenciones del señor obispo de la diócesis y por las benditas ánimas del purgatorio- hallaré una indicación que me permita salir de la AP-7 hacia El Algar -quod est interpretatur "banco de algas"-. Si todo sale según mis previsiones, a eso de las 18:45 habré llegado a mi destino.
Ahora diré algo sobre mi destino.
Es un lugar situado en algún punto entre El Algar y el Cabo de Palos donde se halla uno de los numerosos  predios familiares. Álzase allí un caserón en el que las originales inspiraciones de Alvar Aalto parecen haber tocado el corazón de un arquitecto local de tan feliz manera que el conjunto parece un organismo más que un edificio pero al huésped no le cabe la menor duda de que no está en Finlandia sino cerca del Cabo de Palos. Cuatro caminos salen del caserón y permiten recorrer el predio entre buganvillas, arriates de flores, verdes setos, huertos de naranjos jardincillos de cactus y otras maravillas. Uno de esos caminos -el segundo- conduce ante una ermita tan sencilla que resulta imposible rezar allí si uno no llega muy predispuesto a rezar.
Vuelvo a hablar de mis planes. 
A eso de las 18:48 entraré en el caserón y esperaré -en vano- que la servidumbre venga a ocuparse de mis maletas. Muy perplejo por ese desorden volveré a mi Ford Fiesta para arrastrar mis maletas hasta el caserón. Acto seguido me asomaré al oratorio para visitar al Santísimo encomendando a los amables feligreses de Torremendo y San Miguel de Salinas y a cuantos se han encomendado  a mis oraciones. Calculo que a eso de las 19:00 aparecerá alguien que me preguntará con estas o semejantes palabras: ¿Quien eres? Reprimiendo mi indignación -porque es Pascua- le explicaré que jamás doy mi nombre a un desconocido, miraré fijamente a sus ojos y guardaré silencio. (La última vez que me preguntaron ¿Quién eres? no fui tan amable). Si el preguntador se identifica y se muestra dispuesto a ayudarme a encontrar mi habitación -el caserón es grande- no dejaré de agradecer su amabilidad y hasta es posible que le dé alguna muestra de confianza. Cenaremos a las 9:00 en el comedor blanco que es un comedor blanco como su nombre indica. Charlaremos luego -distendidamente- por espacio de una media hora. Iremos al oratorio y -ya en silencio- habrá comenzado el pascual retiro del que saldré -muy mejorado, si Dios quiere- el sábado.
¿Quieren ustedes ver algo de la la Semana Santa en san Miguel?

viernes, 24 de febrero de 2012

Programa para la Cuaresma (II)

Tiene sus ojos puestos en todos los que lo acompañan.
(J.H. Newman)

Encontré la cita atribuida al cardenal Newman en La Misa en cámara lenta de Ronald Knox. Pertenece, según Knox, a un pasaje conocido como descripción de un caballero. La he recordado al leer el Mensaje para la Cuaresma del amable BXVI que recomienda: Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y de las buenas obras. 
No sé por qué me ha dado por pensar que BXVI -tan tímido, tan delicado, tan considerado- debe sufrir lo suyo en este mundo nuestro donde a la brutalidad la llaman espontaneidad o sinceridad y donde la delicadeza suele pasar por afectación. Y no sé por qué me ha venido a las mientes El castellano viejo de Larra. He buscado el texto. Larra va paseando por Madrid y, de pronto, alguien le da una fortísima palmada en la espalda:
traté sólo de volverme por conocer quien fuese tan mi amigo para tratarme tan mal; pero mi castellano viejo es hombre que cuando está de gracias no se ha de dejar ninguna en el tintero. ¿Cómo dirá el lector que siguió dándome pruebas de confianza y cariño? Echóme las manos a los ojos y sujetándome por detrás: -¿Quién soy?-, gritaba, alborozado con el buen éxito de su delicada travesura. -¿Quién soy?- -Un animal [irracional]-, iba a responderle; pero me acordé de repente de quién podría ser, y sustituyendo cantidades iguales: -Braulio eres-, le dije.  
En fin, Cuaresma: ¿cómo decirle a Braulio que es un animal irracional y brutal de tal modo que se entere -las citas literarias le hacen poca mella- y se corrija? San Pablo decía que hay que hacerse todo con todos para salvar a todos. ¿Habrá que hacerse irracional para salvar a los Braulios?
Más bien creo que los Braulios nos han sido dados para que nos ejercitemos en eso de soportar con paciencia los defectos del prójimo y para que crezcamos -al mismo tiempo- en caballerosidad y en fortaleza.
También nos aconseja el Papa que pongamos los ojos en Jesús. No puedo hacerlo sin alabar esa amabilidad que lo trajo hasta nosotros, ese aguante con el que nos soportó y esa delicadeza de la Eucaristía que es Él mismo entre nosotros sin reproches.

jueves, 26 de enero de 2012

¿Será pecado copiar versos?

Me han regalado muchos muy hermosos.
Uno, que copio, dice exactamente:
Para humillarme, mi memoria es buena.

Es de un soneto de don EGM
que se titula -¡oh!- Mala Memoria.
Empieza así el soneto -o lo que sea-:
De aquello que recuerdo, me arrepiento.

Yo doy gracias a Dios por sus olvidos
por sus lagunas amplias, limpias, llenas
de recuerdos amables, de indulgencias.

Amablemente, claro, para siempre
sabré quién soy cuando se ahogue
en la Buena Memoria Enamorada
mi calavera, que en la luz se esconde,
hundiéndose en la almohada.

lunes, 23 de enero de 2012

Casa propia.


Don EGM me ha regalado un ejemplar -precioso y dedicado- de Casa Propia.
Ya lo he leído todo, de rabo a cabo, comenzando por el principio que es donde acaba el libro y empieza la dedicatoria con una invitación a habitar en una casa que aún no tiene cimientos ni paredes ni tejado ni chimenea. ¡Que raro! Un humo amable -blanco y oloroso- permite deducir que allí habrá fuego. Te acercas y compruebas que ni eso está hecho, y que nada se hará si no te empeñas.
Luego viene una parte que se llama Estudio. No es una actividad. Es una habitación llena de gente sin techo -poetas, por ejemplo- que uno debe habitar antes de poner manos a la obra. Allí están Borges y Quevedo; Abel Feu, don EGM, Fidel Villegas, el lector, Lope de Vega sepultado -aunque aún vivito y coleando- bajo su soneto; una hermana del lector, Gonzalo de Berceo y la Señora que los congrega a todos.
Segunda parte Galerías. Hay que pasar por ellas sin demorarse demasiado en ellas. Allí se encuentra uno con uno y agradece al poeta que cumpla su promesa de no contar sus penas; contándonos las nuestras se retrata. Yo, que soy vanidoso, sé cuánto duele el verse retratado.
Y ahora Las ventanas. No son solo oquedades, son ventanas. ¿Qué sería de nosotros sin los otros? Sin amigos, sin música, sin libros... ¡Menos mal que hay ventanas!
La cuarta parte Y otro día, podría titularse panemnostrumquotidianum, pero no; se titula, como he dicho, Y otro día. Me dan envida los llamados poetas de lo cotidiano que ven alondras por todas partes y a todas horas. Pero aún más envidia me dan los que no viven entre laberintos de mirtos ni se despiertan con los rosados dedos de la Aurora. Pensar que hasta un poeta tiene horarios, la verdad, me reconforta mucho.
Al final Buenas noches. Empieza con Acto de defunción que me ha recordado -no sé por qué- un poema de Fernando Aramburu titulado Ayer. Y luego viene eso, un entrgarse al sueño débilmente... nos hemos dado al lujo de olvidar... dormida no te beso, y, otra vez, la muerte misteriosa por simple. Te Deum, Epitafio... y, al final, los cimientos De nuevo.

lunes, 9 de enero de 2012

A falta de Casa propia...

Yo diría que era un revólver lo que llevaba el individuo que me ha abordado hace un rato en El Corte Inglés y me ha preguntado:
-¿Buscas algo?
-¡Oh sí! -le he respondido-. Unos libros de García Máiquez.
-Lo mejor será que preguntes allí- ha dicho señalando un mostrador en el que se afanaban dos amables dependientas.
Una de ellas atendía a una señora filipina que deseaba adquirir una especie de juego electrónico. La dependienta le explicaba que, si no sabía qué "consola" tenía, se arriesgaba a llevarse un juego que no sirviera. Entonces la señora filipina le mostraba otro juego; la dependienta repetía la misma explicación, y así. 
Por fin ha llegado mi turno.
-¿Qué libros de García Máiquez tienen, oiga? 
-¿No será García Márquez?
-No, no. García Márquez es abuelo de don Enrique García Máiquez que es el poeta  por cuyos libros estoy interesado actualmente.
-La dependienta me ha mirado con interés.
-Es que soy filólogo -he aclarado señalando mi alzacuellos.
Se ha puesto a teclear frenéticamente -en un teclado claro- y me ha informado:
-Aquí aparecen: Con el tiempo y Casa Propia.
-Con el tiempo ya lo tengo -le he dicho-, Casa propia, no.
Se ha quedado mirándome en silencio.
-¿Donde podría encontrar Casa propia?
-No aquí. Según esto no queda ningún ejemplar en ninguno de los establecimientos de El Corte Inglés.
Muy apenado me he dirigido a la sección de música y he adquirido los Cuartetos para cuerda de Beethoven. Y, muy contento, he regresado a la casa de mi madre que me ha ofrecido una limonada con hierbabuena, me ha regalado los Cuartetos y, creo, me va a invitar a comer.