Mostrando entradas con la etiqueta teresa. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta teresa. Mostrar todas las entradas

miércoles, 6 de mayo de 2020

Parroquia en fase 0 (4)

miércoles, 6 de mayo de 2020

4:10 Me despierto y me pregunto qué se puede hacer a estas horas. Recito el Oficio de Lecturas. ¿Qué más? Oye, ¿por qué no lees ese Los nombres de Cristo que está en la Biblioteca Virtual Cervantes? ¡Buena idea!
5:15 Siento como que me ronda el sueño y apago la luz. 
6:30 Hora est iam de somno surgere!
7:00 Amanece en San Miguel. Hago una foto del cielo plomizo y la mando a Sidmouth (Devonshire). En Roma el Papa besa el altar de la capilla de Santa Marta: va a empezar la misa. 
Mi hermana María me manda una intención para la misa de hoy. Tomo nota. Toco en la puerta de Simon para que sepa que la iglesia ya está abierta. Hay que mirar fijamente al sagrario durante media hora. 
8:30 Mim me envia una foto de la campiña, verde y luminosa, de Sidmouth bajo un cielo despejado.

El lunes de Pascua de 1835 Newman predicó el sermón titulado Conocimiento que salva.  
«La fe de los paganos era ciega» debían buscar a Dios como a tientas (cfr Hech 17, 27). En cambio «en el Evangelio se ha revelado Dios» dando lugar a «un tipo de fe que puede llamarse conocimiento». Dios invisible «se hace visible en Cristo». Ahora a nosotros nos toca conocer a Dios en Cristo y obedecer. «Así, todo el deber del hombre se reduce a tener una fe correcta —o, como se la llama normalmente, ortodoxa—  y a llevar una vida obediente». Quien se propone «rezar bien, amar con sinceridad, ser templado en las discusiones, es sensato y virtuoso. Pero el que se propone vagamente y en geneneral adquirir una espiritualidad interior, no hace más que engañarse con palabras cuyo sentido se ha vuelto malicioso». 

El capítulo XIX del Ceremonial de los obispos trata de la bendición de un cementerio. El cementerio de San Miguel se amplió hace unos años. Habría que bendecir la parte nueva. Tomo nota. 

11:30 Llega Teresa. Resulta que conoce a un vecino que puede desbloquear el teléfono que le regaló a Simon. Golpeo enérgicamente la puerta de Simon vociferando desde la calle: Simon! Give me your mobile phone! La puerta se entreabre y veo una mano que me ofrece la caja del teléfono. En cuanto pesco la caja la mano se retira y la puerta se cierra. Le doy el teléfono a Teresa, Teresa se lo lleva al vecino y está de vuelta con el teléfono desbloqueado antes de la misa de doce

A las 13:00 llamo a Simon para devolverle el teléfono. No contesta. A las 14:00 vuelvo a llamar a su puerta para darle las viandas y el teléfono. De nuevo usa la táctica del pulpo: puerta entreabierta, brazo asomando, mano abierta. Cuelgo la bolsa en su muñeca, pongo el teléfono en su mano y digo «¡ahí tienes!». El brazo se repliega, la puerta se cierra y oigo un débil: Thank you “Havié.

Hay que mirar fijamente al sagrario.

16:29 Llamo a Simon. No contesta.
16:30 Llamo al arcipreste. Charlamos bevemente. 
16:36 Llamo a don Paco. Charlamos brevemente. Misterios gloriosos.

Hay que recoger las toallas de la sacristía que están tendidas. 

Hay que actualizar la lista de existencias de Cáritas. Se han recibido 300 k de alimentos y 730 euros. Se han repartido 120 k de alimentos y 100 euros. 

Termino la primera parte de Fracasología. Maria Elvira Roca recapitula. ¿De qué muere el Imperio? De viejo. Murió tras el cambio de dinastía pero habría muerto también de haber continuado los Habsburgo. Roca insiste en distinguir entre la pérdida de hegemonía y la subordinación cultural. A España le escriben la historia otros. Y, en esa historia, España aparece como una anomalía. Y¿por qué? Porque los dirigentes —las elites— han hecho suya la leyenda negra dando por sentado que Francia es culturalmente superior. ¡Viva Francia!

Vísperas. 

Hoy he terminado la antología poética de José Bergamín preparada por Nigel Dennis. 
Copio un párrafo de un artículo de Luis María Anson titulado Pemán: «Cuando la nostalgia le pudo, Pepe Bergamín llamó a Pemán para volver a España. El gran escritor le avaló. "Pero José María -le dijo Juan Ignacio Luca de Tena- ¿no sabías que Bergamín, en su sección Al paredón del ABC republicano, te hizo desfilar por ella?". "Claro que lo sabía, Juan Ignacio", le contestó Pemán».  
Duda: La Wikipedia habla de una sección de Bergamín titulada A paseo en la que, efectivamente, el escritor señalaba a sus oponentes para que los liquidaran. ¿Ha confundido Anson el nombre de la sección? 

Empiezo la antología de los poemas de José Luis Vidal Carreras preparada por Antonio Moreno y cuidadosamente editada —como la de Bergamín— por Renacimiento. 
Bajo la cama (p. 25)
(…)
cuando tú y yo nos reíamos
bajo la cama
y nuestros padres
ponían precio 
a nuestras cabezas.

martes, 5 de mayo de 2020

Parroquia en fase 0 (3)

martes, 5 de mayo de 2020

So foul a sky clears not without a storm.
(Shakespeare, The Life and Death of King John)

A las siete amanece en San Miguel y comienza la misa en Santa Marta. 

A las siete y media hay que mirar fijamente al sagrario. 

La Pascua de de 1831 cayó en 3 de abril. Newman, en su sermón, da cuenta de la más antigua felicitación pascual. «En la Antigüedad, los cristianos de todas partes» comenzaban el domingo de pascua «con esta salutación matutina: u vecino le decía a otro Cristo ha resucitado y este respondía sí, Cristo ha resucitado y se ha aparecido a Simón Pedro». 

El capítulo XVIII del Ceremonial de los obispos describe el rito de la coronación de una imagen de la Virgen. ¿Y si es una imagen de la Virgen con el Niño? Pues se corona primero al Niño y luego a la Madre. (1042)

A las diez y media llega Simon con dos tubos fluorescentes para el garaje. Ayer arregló la puerta del coro y la de la sacristía. Cambia los tubos pero, al parecer, hay que cambiar también el soporte. Se va, vuelve con el soporte, y me entrega los recibos de la compra:

PRECIO
IVA
TOTAL
Picaporte 
3,97
0,83
4,80
Desinfectante
6,02
1,26
7,28
Tubos fluorescentes
5,26
1,36
6,62
Tubos fluorescentes
11,57
2,43
14
Total IVA

5,88

TOTAL


32,7
A las doce misa pro populo. 

A las dos hay que recoger en casa de doña Nati las bolsas de comida para Simon y para mí. A las tres y media último té del día. Misterios dolorosos. 

A las cinco viene Simon para instalar el soporte de los tubos del garaje. Saco el coche para que pueda trabajar. Hay que mirar fijamente al sagrario. 

A las cinco y media viene Teresa y me explica lo que tiene que hacer Simon para liberar el teléfono de Yoigo que ella le ha regalado. 

A las seis Simon me explica cómo va a hacer en el presbiterio la fina roza por la que deben pasar los cables de los altavoces. Doy el visto bueno a la cosa y le explico lo que tiene que hacer para liberar el teléfono. Me pide que le deletree Yoigo y va escribiendo las letras en en el guante de goma que enfunda su mano izquierda. 
Llamo a Conchita para darle el pésame por su primo Antonio. Charlamos largamente. Me anima mucho.

El mundo de ayer (p. 483)
«Y yo, que anticipaba de la tensión general, recordé son querer las palabras de Shakespeare: So foul a sky clears not without a storm («Un cielo tan cargado no se despeja sin tormenta»). 

Las voces del eco (p. 181)
Cementerio España entera
y, al cabo, macabra danza,
que, como Larra dijera,
«Aquí yace la esperanza».
José Bergamín

sábado, 2 de mayo de 2020

Parroquia en estado de alarma (16)

sábado, 2 de mayo de 2020
San Atanasio, obispo y doctor de la Iglesia.

7:00 Subo al campanario para otear y oteo. Hace un par de días, Teresa y yo encontramos un vencejo en la puerta de la iglesia. Al parecer no podía volar. Ayer, cuando subía al campanario, otro vencejo entró por la tronera y allí se quedó, como el primero, sin poder remontar el vuelo. Con cuidado introduje el libro de los sermones parroquiales de Newman en el muro, encaramose a él  el vencejo,  lo alcé lentamente hasta la ventana y ¡zas! saltando, echó a volar. Y aquí estoy yo oteando y los vencejos revoloteando y el sol saliendo y tiñendo de rosa la salina. 

En la fiesta de san Matías de 1832 Newman desarrolló en su sermón una sola idea que aparece en el libro de Job y que hoy en día pocos se atreverían a insinuar en la predicación aunque el mismo Jesús formula como una pregunta: ¿acaso el amo tiene que estar agradecido a su siervo cuando este cumple con su deber?
«He llamado a Judas miserable porque no debemos hablar de los pecadores a la manera falsamente caritativa de quienes los tienen por desdichados más que por malvados; así aprenderemos nosotros a no excusar nuestros propios pecados». 
La elección de san Matías en su lugar pone de manifiesto que «para Dios es fácil cumplir sus designios sin nosotros, poniendo a otros en nuestro lugar si no le obedecemos. Sucede a menudo que quienes han gozado de su favor (…) se confían y se vuelven presuntuosos. Creen que tienen asegurada la salvación y que Dios necesita de sus servicios cuando, en realidad, los acepta generosamente». Pero el Señor arrendará la viña a otros labradores (Mt 21, 41)
Por tanto, nuestra elección es, como la de los judíos, condicional: «Paz para todo el que obra el bien, ira para el desobediente». Igual que san Matías «somos bautizados por los muertos, llenamos las filas e los que han peleado el buen combate, sí, pero también rellenamos el hueco de quienes (…) han frustrado su vocación». 

A las diez y media llega Simon a desinfectar la iglesia.

A las doce misa. Memoria obligatoria de San Atanasio. Lecturas de la feria. 

Décimo capítulo de La luz del sol.
Luz de la esperanza, luz de despedida: se acaba el día. 
«Desde el punto de vista científico no es fácil asumir que el ámbar amarillo es la petrificación de las lágrimas de un pájaro». 
Hay que leer con el ordenador a mano para contemplar los cuadros que van saliendo. Claro que los colores no se aprecian del mismo modo. Por ejemplo, en La vista de Delft de Vermeer, lo que Galmés describe como «el aterciopelado naranja de la tierra en primer plano» en mi pantalla sale como un aterciopelado melocotón o albero. Fuera de ese pedazo de tierra sobre el que aparecen siete personas junto a un embarcadero, todo el cuadro es una línea de casas entre dos luces: la suave de un cielo nublado que ocupa casi dos tercios del lienzo y la más potente del río que actúa como un espejo. Y no, no es un cuadro como para desmayarse. Al contrario, puede ser contemplado en conjunto y en sus detalles con ánimo sereno. 

Las voces del eco. (p. 78)
Ella tiende su mano protectora
entre la fiera y yo, para guiarme
por la senda celeste de su aurora. 
(José Bergamín)

viernes, 1 de mayo de 2020

Parroquia en estado de alarma (15)

viernes, 1 de mayo de 2020
San José Obrero

A las 8:30 redacto una carta para los colaboradores de Cáritas informándoles del destino de sus donativos durante el mes de mayo. La personalizo al mandarla a cada uno por WhatsApp.

A las nueve explico a Simon su tarea de mayo. Se pone manos a la obra con entusiasmo inglés. Luego preparo y publico los horarios de misas a partir del 11 de mayo, día en que, al parecer, entraremos en la etapa cero de nuestro  camino hacia la nueva normalidad. ¿O ya estamos en la etapa cero?

A las 9:45 preparo el altar, el ambón, el libro de la sede y la homilía. Lecturas de la feria. Memoria de San José Obrero, prefacio de san José. Pongo el alba en la lavadora. Programa: delicados, frío sin centrifugado.

A las dos menos cuarto voy a buscar las bolsas de doña Nati para Simon y para mí. Bendigo a doña Nati, bendigo los alimentos y me zampo los alimentos. 

Después de tender el alba hay que escribir, traducir y publicar la homilía

Página 181 de La luz del sol: Capítulo IX Luz dorada.
«Plena reconciliación con los sentidos». 
El autor sigue la pista de Juan Ramón y Zenobia durante su luna de miel e intenta describir «con el Diario de poeta y mar la Hora en que la tarde se despliega».
Hay más viajeros sensibles a la luz y aficionados a llevar un diario de viajes. Paul Klee, por ejemplo. Ése es el significado de esta hora feliz: el color y yo somos una sola cosa. Soy pintor. (Pauk Klee citado por Galmés)
Espera un momento. Voy a buscar «metamerismo» en la Wiki. Vale, ya está. Sigamos. 
«Una vez comprendida la complejidad del matiz luminoso, podemos intentar hacer de él un proceso plenamente consciente». Aplaudo cuando llego aquí: «Dicho sea de paso, a veces no es tan malo mantener cierta inconsciencia». 
No es la primera vez que me desternillo con Galmés. De hecho es la última hasta ahora. Escribe: «Estoy convencido de que Stendhal fue honesto cuando describió su mareo en Florencia al ver tanta belleza; pero no fue consciente del morboso atractivo romántico que provocó. Anteriormente, si a alguien se le ocurría desmayarse ante el Duomo, y decía que era por su insuperable belleza, lo encerraban en un calabozo hasta que se le pasase la borrachera. En cambio la sensibilidad romántica ha hecho de la exhibición emocional un factor de distinción espiritual». La cita podría alargarse y, con ella, la risa. Pero temo que me demanden. No sé en qué página he leído que está prohibida la reproducción total o parcial etc.
¡Viva Rothko! ¡Claro que sí! Y toda la simpatía para Galmés que reconoce: «Pero llorar, llorar, lo que se dice que es llorar; llorar no lloro». 

Me dice Teresa que nos mandan sesenta litros de leche para Cáritas. Me felicito. 

Las voces del eco (p. 74)
Por eso ahora lo que yo más siento
no es sentir que la vida no me dura
sino que no me dura el sentimiento.
(José Bergamín)

martes, 28 de abril de 2020

Parroquia en estado de alarma (12)

martes, 28 de abril de 2020

Sitting in the sun under the dove.
(Romeo y Julieta, Shakespeare)
17:00
Estoy en el campanario. Barriendo la escalera, por más señas. Abro la puerta y Teresa —que está del otro lado tratando de poner orden en las bolsas de ropa que han traído para Cáritas— se pega un susto. 
Repuesta del susto me anuncia que, en la puerta de la iglesia, me espera un sacerdote. 
Me asomo a la puerta y me encuentro con un amigo enmascarado. Diácono es, no sacerdote. Charlamos largamente. 

17:30
Voy a rezar el rosario al cementerio. Me encuentro allí con el ex alcalde de San Miguel. Charlamos brevemente bajo una fina lluvia. 

18:00
Llega el coche de la funeraria con el cortejo de amigos de Antonio. Rezamos un responso en la puerta del cementerio. En el panteón bendigo la sepultura. 

18:20
Simon me ayuda a llevar a los locales parroquiales los trescientos —300— kilos de ropa que han traído a la iglesia. Luego nos tomamos un güisqui pascual y brindamos: Cheers. Charlamos largamente. 

19.30
Hay que mirar fijamente al sagrario durante media hora. 

20:00
Capítulo sexto de La luz del sol. 
La hora sexta es la del mediodía en calquier lugar del mundo donde el sol salga a las seis. Quizá por eso Galmés titula asina este capítulo: Pleno sol. Los meridionales a esa hora, rezado el Ángelus, echamos nuestra primera siesta. 
Sostiene Galmés que al llegar a este punto y hora estuvo a punto de cambiar el tema del libro para ponerse a hablar de las chicharras cuyas voces amenizan la hora sexta del Mediterráneo desde junio hasta agosto. 
Los ronquidos del chamán que sestea dirigen el canto de las cigarras, «paréntesis de luz que ni avanza ni termina».
Galmés ha descubierto seis maneras de visitar el panteón de Agripa según el tiempo disponible. Yo a estas horas dispongo de menos de un minuto porque tengo que cantar las Vísperas. Pero a usted, amable y desocupado lector, le aconsejará Galmés que, en vez de venir a Benidorm, si quiere tomar el sol, pase quince días soleados en Roma. 

Vísperas. 

21:30
Buenas noches, amables señoras. Buenas noches.

sábado, 25 de abril de 2020

Parroquia en estado de alarma (9)

sábado, 25 de abril de 2020
Amanece. ¡Ay de mí que no puedo contemplar desde la plaza la salida del sol de la que habla Álvaro Galmés! Puedo, sí, asomándome a la calle que llaman “del mar” entrever la agonía de las sombras que por allí se arrastran.
Oficio de Lecturas de san Marcos. Himno O vir beate y Te Deum porque es fiesta. 

Hay que mirar fijamente al sagrario durante media hora. 

Laudes. Himno Mentibus laetis tua festa y Benedictus.

Oficio de Lecturas de san Marcos. Himno O vir beate y Te Deum porque es fiesta. 

En la Epifanía de 1834 Newman predicó el sermón titulado La gloria de la Iglesia cristiana. No es un sermón corto: ocupa once páginas. ¿Que qué me ha parecido? Pues farragoso. 

Tercia. Himno Iam surgit hora tertia

Leo en el capítulo XV del Ceremonial de los obispos lo que se refiere a la bendición de una nueva fuente bautismal. ¿Leo, ya que estoy, el siguiente capítulo que va de la bendición de la Cruz? Vacilo. Miro la hora. No.

Anoche murió Miguel. Me llaman para confirmar que el entierro será a la una. Recuerdo que di la unción de enfermos a su madre y a su esposa. Descansen los tres en paz. 
Me llaman para decirme que ha muerto Lorenzo. El entierro será mañana en Torremendo. 
Me llama don Jose Luis Satorre desde Orihuela. Que si puede hacer el entierro de mañana porque es amigo de la familia. Y claro que que sí. Descanse en paz Lorenzo. 

Hay que preparar el altar, el ambón, el libro de la sede, los ornamentos rojos y la homilía. 

A las doce misa. Hay que ofrecerla por Miguel. 

A la una entierro. Llueve y hay llanto. Bendigo la sepultura y rezamos un responso. 

Hay que recoger la comida que doña Nati ha preparado para Simon y llevársela a Simon. 

Hay que comer. ¡Viva doña Nati que ha preparado algo para mí!

Hay que escribir la homilía y traducirla al inglés porque ayer David O' Mahoney me dejó un mensaje en Facebook que decía: “As there are a lot of English speaking parishioners, would it be too much to ask to have an English translation? Even occasionally would be nice in the spirit of inclusivity.”
¡Viva Irlanda!

Misterios gozosos. 

Hay que ir a la iglesia para gozar mirando al sagrario durante media hora. Fijamente, claro. De paso hay que tirar la basura. 

Hay que buscar una partida de bautismo. No aparece el libro de bautismos. Llamo a Teresa. Que el libro está en Torremendo desde la visita pastoral. Mañana habrá que ir a Torremendo. 

¿Qué hay hoy de La luz del sol? Pues la hora tercera, luz penetrante, que pasa del anaranjado al amarillo. Es la hora de Musia. Los que ya hemos cantado los Laudes podemos pasar al breakfast room. El autor nos guía hasta el Sir John Soane's Museum (13 Lincoln's Inn Fields) donde el arquitecto del Banco de Inglaterra se ingenió un alambique solar para disfrutar de esa tercera hora en la que los fantasmas han huido y toca periódico y mermelada de naranja (amarga, a ser posible). Yes sir. 
Ahora la luz es tiempo que se piensa. (Octavio Paz citado por A.G.)

Dejo La luz del sol y tomo mi tablet. Toca rezar Vísperas, ya revestidos para la Cena del Cordero. 

viernes, 24 de abril de 2020

Parroquia en estado de alarma (8)

viernes, 24 de abril de 2020

Amanece exactamente como lo dice Álvaro Galmés en «La luz del sol». Hoy, en los rosados dedos de la aurora, percibo esa luz vacilante que lava las tristezas del corazón, y no sé en que manera le despierta a pensamientos divinos, antes que se ahogue en los negocios del día. (Fray Luis de León citado por A.G.)

En el oficio de Lecturas seguimos leyendo el Apocalipsis.
Para que los negocios del día no ahoguen el corazón hay que mirar fijamente al sagrario durante media hora. 

Laudes. Himno Aurora lucis

Hoy el sermón de Newman es el que predicó —magnífico— en la fiesta de la Circuncisión del Señor (1 de enero de 1831).
Jesús se sometió a la Ley de Moisés y a las costumbres de su pueblo. Los apóstoles «ni abandonaron los ritos judíos ni obligaron a hacerlo a quienes estaban acostumbrados a ello. La costumbre fue una razón más que suficiente para conservarlos». De ahí toma pie Newman para exhortar a sus oyentes a «conservar las formas externas de lo religioso (…) aunque en sí mismas sean indiferentes o no tengan origen divino». Y a quienes preguntan por qué habríamos de someternos a una costumbre que no ha sido impuesta por Dios contesta que la Biblia nos revela lo que hemos de creer, porque se trata de algo sobrenatural; que las materias del deber moral nos son reveladas por la conciencia y la razón guiadas por Dios y que lo relacionado con las formas externas se nos manifiesta mediante la tradición y la costumbre «que nos obligan a aceptarlas aunque no lo mande la Escritura». Los que claman por un culto «más espiritual» frecuentemente acaban aboliendo el culto del mismo modo que los que se resisten a orar en tiempos determinados acaban no orando en absoluto. Nuestras prácticas y ceremonias no solamente ejercen influencia en nosotros por el uso continuado, además son «figuras de verdades preciosas del evangelio» y «poseen una nota de sacramentalidad». Por eso «debemos guardadrnos de quienes (…) induciéndonos a dejar de lado nuestros ritos, lograrán que abandonemos del todo nuestra esperanza cristiana». También en esto se comprueba que, a menudo, una aparente mejora teórica «se convierte en una locura practica». 

Nada mejor que el sermón de Newman para lanzarse con entusiamo a la lectura del capítulo XIV del Ceremonial de los obispos que trata de la bendición del cáliz y la patena. 

Hay que preparar el altar, la sede, el ambón y la homilía. Hoy comienza el discurso del Pan de Vida que iremos leyendo hasta el sábado de la III semana. Haré la memoria de san Fidel de Sigmaringa de quien la monición de entrada destaca la «caridad exquisita con los calvinistas de Suiza». ¿Intenciones de Misa? Ana me ha pedido que la ofrezca por sus difuntos padres: Ana y Fidel. Tomo nota. Además hoy es el cumpleaños de Jorge. 

A las doce, misa de doce. 

Después de Misa, Teresa me ha recordado que hoy se cumplen tres meses de la muerte de mi hermano. Fue el mismo día en que ella se rompió la muñeca y por eso no se le olvida. Hay que preparar dos bolsas de Cáritas y escribir y publicar la homilía de esta mañana. Luego habrá que comer algo. 

A las tres Tercia

Misterios dolorosos.

Veamos el capítulo II de La luz del sol. 
La segunda hora, la más corta del día empieza cuando el sol ha salido por el horizonte y el que lo ha visto se queda pasmado aunque lo haya visto mil veces porque siempre es distinto y porque «uno tiene la impresión de no haber visto el nacimiento del día sino el de todo el universo». 

Media hora mirando fijamente al sagrario. 

Vísperas. Magníficat

lunes, 25 de noviembre de 2019

lunes, 25 de noviembre de 2019

8:00
Desde mi ventana observo la plaza. Las palmeras, inmóviles, me dicen que no es un día ventoso. 
8:30
Abro la iglesia. Joan ha encendido ya las velas del sagrario y está haciendo oración. Me siento en silencio para no hacer nada más que mirar fijamente el sagrario. Me había traído el último libro del cardenal Sarah pero no quiero leer. 
9:00
Una puerta se abre y se cierra justo cuando el reloj del campanario da las nueve. Es Concepción. Se sienta y se pone a mirar fijamente el sagrario. Yo me voy al confesonario. Laudes y Oficio de Lectura.
9:30
Empieza la misa. Somos 10. Durante el acto penitencial se unen tres más. Somos trece. Carmen sale a hacer la primera lectura y se pelea con el nombre de Nabucodonosor. Los jóvenes israelitas se niegan a comer alimentos impuros y piden que les den solamente legumbres. Otras dos feligresas entran en la iglesia. Somos quince. Durante el ofertorio oigo que se abre y se cierra la puerta. Cuando me vuelvo para el «Orate fratres» observo que ha entrado otra feligresa. Somos dieciséis. Me concentro en la plegaria Eucarística. Suena un teléfono con esa música del grito de tarzán. El grito de Tarzán se repeite y se nota que se va alejando hasta que se abre y se cierra la puerta. Entonces se oye desde fuera de la iglesia la voz de una señora que dice: «Dime. Estoy en Misa». Más puertas que se abren y se cierran. Cuando me vuelvo para el rito de la paz veo que una feligresa que estaba delante se ha ido atrás y que se han unido otras dos feligresas. Somos dieciocho. 
10:15
Desayuno en casa de doña Nati. Joan me ha traído los ingredientes y la receta para una sopa antoixidante: un turmeric, seis carrots, un pepper, una cabeza de garlic, y una raíz de ginger. Se lo agradezco y salgo pitando porque tengo que ir al hospital, a la farmacia, al banco y al taller y preparar la charla de esta tarde. 
12:15
Vuelvo del hospital. Dejo lo demás para la tarde y me pongo a preparar la charla. ¿Dígame? Es Armin, que está en la puerta de la iglesia y que ha traído los bártulos para colgar la placa con el Ut queant laxis. Que voy volando. Colgamos la placa junto a la puerta del coro. Instalamos los altavoces para el concierto de Adviento. 
13:00 
Ayudo a Armin a llevar sus bártulos al coche admirándome —tan pesados son— de que haya podido llevarlos él solo a la iglesia. Armin es muy bueno,. Le digo: «gracias, te vas a ganar el Cielo». Se ríe y me contesta que su mujer le ha dicho alguna vez: «Sí sí, tú irás al Cielo pero vas a ser el único allí y echarás de menos a la gente normal». Su mujer aún es más buena que él. 
Me pongo a preparar la charla. ¿Dígame? Es un viejo amigo del colegio. Me informa de que ha muerto el padre de otro compañero y me da su número de teléfono. Se lo agradezco mucho. También me informa de que está escribiendo un libro y de otras cosas muy interesantes. 
Leo rápidamente el opúsculo de santo Tomás sobre los Mandamientos y tomo algunas notas para la charla. No hay tiempo de más. Son las…
14:10
…y me esperan para comer en casa de doña Nati. 
15:30
Toca mirar fijamente el sagrario. Vísperas. 25 mensajes de WhatsApp. Uno es de Teresa: que recuerde que hay catequesis a las 18:00. Le digo que empiece sin mi. 
16:30
Me concentro en la lectura del último libro del Cardenal Sarah. 
17:00
Salgo para la casa de Concepción donde es la charla. 
18:30
Vuelvo a San Miguel, paso por el taller para pagar los 88 € con 88 centavos que debía de la ITV. Bruno me perdona tres centavos. Se lo agradezco y me felicito. Llego a la iglesia donde Teresa ha comenzado con la catequesis. «¿Te acuerdas de nuestros nombres?» me pregunta uno de los niños. No me acuerdo. Los invito a que me sigan hasta el altar de la Inmaculada haciendo una genuflexión al pasar ante el sagrario. La hacen muy bien. En el altar de la Inmaculada toca hablar de Adán y Eva, del pecado original y del bautismo que no necesitó la Virgen María porque ella fue concebida sin pecado original. Toca también hablar de los dos abuelos de Jesús que solamente tuvo dos porque era el Hijo de Dios. Terminada la explicación uno levanta la mano: «¿Cuándo te vas a aprender nuestros nombres?». Y yo: «Ahora». Y empezamos. Al primero, un niño rubio: «¿Por qué letra empieza tu nombre?» Y él: «Por G. Pero no es Jorge». Y yo: «Guillermo». Y todos: «¡Sí!». Y así con Daniel, Ivan, Álvaro —el más pequeño— y con… «Mi nombre empieza por I y significa paz»… «Mi nombre también empieza por I y es vasco y también es una selva»… Irene e Irati se mueren de risa porque acierto sus nombres.
19:15 
Los dejo con Teresa. Aún tengo tiempo de ir a casa para coger la receta médica, ir a la farmacia para pedir metotrexato, volver a casa para coger la tarjeta de la seguridad social que se me había olvidado y volver a la farmacia para lo mismo.
19:30 
Pelo las zanahorias y todo lo demás, lo troceo y, siguiendo las instrucciones de Joan lo sofrío todo con aceite de coco. Luego cubro el potaje con agua y dejo que hierva. Bajo el fuego, tapo la olla y me dispongo a esperar 40 minutos. Como hay que removerlo de vez en cuando me llevo a la cocina una silla y el ordenador para enterarme de lo que pasa en el mundo de Twitter, YouTube, WhatsApp y eso. ¿Dígame? Es mi tía María Isabel. ¡Que bien! Charlamos y yo voy removiendo el potaje en la olla. 
20:40 
Parece que las zanahorias ya están blanditas. Siguiendo las instrucciones de Joan reservo dos partes para mañana y pasado mañana y me zampo la parte de hoy. Me felicito. Recojo todo, saco la basura. 
21:30
Hay que echarle un vistazo a la agenda de mañana. ¡Oh! Análisis en el ambulatorio a las 8:00. ¿Dónde están los papeles del análisis? ¡Ah sí, en la mesa del despacho! 

¡Qué bien!