lunes, 5 de julio de 2021

Semana XIV del tiempo ordinario (Actualizado el 10 de julio)

Domingo 4 de julio de 2021

     He terminado de leer Diario en prisión del Cardenal Pell. 

    Cuenta el cardenal que un sargento de la policía australiana, el detective Carson, redactó un informe en 2012. Afirmaba que los abusos sexuales del clero católico en Victoria habían causado 43 suicidios. El informe se filtró y The Age lo publicó en abril. Hubo un gran escándalo, claro. El primer ministro de Australia se sintió obligado a prometer que investigaría el modo en que la Iglesia estaba gestionando esos casos. En julio, la misma policía revisó el informe de Carson y llegó a esta conclusión: no fueron 43 sino uno1—, un suicidio. Pero este informe se mantuvo oculto durante años y ni siquiera la Comisión Real lo conoció hasta 2015, año en que se hizo público. Si lo que cuenta el cardenal es cierto, resulta que, durante tres años, políticos y amables periodistas australianos comentaron y difundieron como verdaderos unos datos falsos y gravemente calumniosos para la Iglesia. 

Australia y Canadá, ¡tan lejos, tan cerca!

...

    Jesús va a Nazaret con sus discípulos y encuentra allí un pueblo rebelde (Evangelio) como aquel al que fue enviado Ezequiel (primera lectura). San Pablo -segunda lectura- se lamenta de su debilidad y el Señor le dice que no se lamente, que le basta con Su Gracia y que Su Fuerza (de Él) se manifestará en nuestra debilidad (de San Pablo y de todos nosotros). Así que no hay excusa -ni la dureza de corazón de los que han de ser evangelizados ni las miserias de los evangelizadores- para dejar de evangelizar. La doctrina de la vieja Iglesia Católica es admirable, alegre y, sobre todo, salvífica. 

Lunes 5 de julio de 2021

    A eso de las 12.00 -hora del Ángelus- estaba yo en el confesonario. Acababa de dar la absolución a un penitente cuando ha sonado mi teléfono. Era doña Nati. Que Paco estaba delicadito y que venía en camino una ambulancia para llevarlo al hospital. 

    He ido a buscar los óleos a la sacristía y -revestido como estaba con alba, cíngulo y estola, he salido pitando para su casa. No solamente no me ha atropellado ningún coche sino que todos los conductores me han cedido el paso con una amabilidad -y con tales muestras de simpatía- que no puedo sino dar gracias a Dios y bendecirlos a ellos. 

    Ante la puerta de doña Nati y de Paco me he detenido para llamar pero he entrado sin esperar respuesta y, ya dentro, he visto a doña Nati, a Paco y a la hija de ambos que es profesora, como su madre, y a la que me referiré, en adelante, como doña Eva. Estaban los tres sentados en sus confortables butacas tan tranquilos y sonrientes como siempre. Creo que se han alegrado al ver que el cura ha llegado antes que la ambulancia. 

    He dicho a Paco, mostrándole los óleos: «Traigo lo único que tengo». Me ha parecido que recobraba la color. En sus ojos he visto un destello antes de oír de sus labios: «Pues nadie podría traerme algo mejor». Le he administrado la unción de enfermos con la fórmula breve, hemos rezado un Padre Nuestro y -como estaban dando las 12.30- he vuelto a la iglesia volando para la Misa de 12.30 no sin explicarles antes que, mientras los amables hebreos luchaban contra los filisteos, Moisés rezaba para que ganaran los hebreos. Creo que me han entendido porque me han dicho algo así como: «Nos alegra saber que estás rezando mientras llega la ambulancia». 

    A partir de ahí todo ha sido zozobra. Bueno, no todo. La noticia de que Paco andaba delicadito ha corrido como la pólvora por todo el mundo y, mientras ofrecíamos la misa por su salud, mi wasap se llenaba de mensajes que venían a decir: «rezamos por don Paco». Llegaban mensajes de todo el mundo: de Los Montesinos, de Torremendo, de Alicante y de más allá de mar. De las partes de Inglaterra y de Irlanda y de Francia y de Filipinas y de Colombia y de Venezuela y Guatemala y de los EEUU. 

    A eso de las seis de la tarde doña Nati, tan serena y sonriente como siempre, me ha dicho que ella y don Paco ya estaban en casa tan sanos y tan salvos y tan felices que hasta podrían invitarme a un güisqui. Y yo, claro, he ido a verlos y me he zampado un güisqui doble con hielo. ¡Bendito sea Dios que nos trae tanta calma y consuelo y tanto regocijo después de cada tempestad! 

... 

    He ido a ponerme la segunda vacuna. 

    Temblando de miedo y, como siempre, disimulando mi cobardía, he vuelto a casa y me he metido en la cama mientras pensaba: «de hoy no pasas». 

    Bendito sea Dios que ha librado a don Paco de las garras del león y que me ha alegrado el día. 

Martes 6 de julio de 2021

    He empezado a leer Bebo, luego existo, de Roger Scruton. 

Un vino excelente es un logro cultural inaccesible a los protestantes, ateos o creyentes en el progreso, porque depende de la supervivencia de los dioses locales.

Miércoles 7 de julio de 2021

    Manuel, que así se llama el simpático joven que nos visitó la semana pasada, ha pedido disculpas por su arrebato. Ya somos amigos. 

    Dice Roger Scruton que «el vino recuerda al alma su origen corpóreo, y al cuerpo su significado espiritual». Yo no entiendo lo del origen corpóreo del alma y pienso que el vino -que no ha sido dado a las bestias ni a los ángeles- convoca al alma y al cuerpo a una fiesta alegre. 

Jueves 8 de julio de 2021

    00.21

    Estoy en La Torre. He venido de San Miguel para preparar la comida con los sacerdotes. Seremos 10. Después del aperitivo habrá gazpacho andaluz y bonito con tomate. De postre, frutas. 

    Ana Isabel -la amable esposa de Wilder- sigue en Colombia con sus dos hijas. Tienen billetes -pasajes- para volar a España desde hace más de un año. Por unas razones o por otras aún no han podido venir. Primero fue el cierre de fronteras por la pandemia. Luego la norma que exige a los mayores de 12 años estar vacunados. Ahora que Ana Isabel está vacunada su amable aerolínea, que le cobró 1.500 euros hace un año, le dice que tiene que pagar otros 1.500 si quiere volar en agosto porque es temporada alta. Si Dios -para Quien mil quinientos euros son calderilla- quiere, Ana Isabel volará a España con sus dos pajarillos en agosto. Wilder, claro, está contento. Yo más. 

    22:37

    Estoy en San Miguel. La comida con los sacerdotes ha ido bien (no ha habido que lamentar víctimas) y he llegado a tiempo para la misa de 18:00. A las 19:30 ha vuelto Wilder que ha estado lavando el lujoso carro del cura de Los Montesinos. Hemos cenado -gelatina de fresa para el postre- y hemos visto otro capítulo de Better Call Saul. Se ha marchado a las 22:30. 

    Escribe Scruton:

    Vaso en la mano, me siento bien dispuesto hacia todos los españoles, listo para perdonar a aquellos de la derecha que derrocaron con violencia a su gobierno legal, y a aquellos de la izquierda que asesinaron a sacerdotes y religiosos en cifras tan espantosas, a la vez que derribaban furiosamente los iconos de la antigua España. ¿Pero se han perdonado los españoles unos a otros?

     En España ha habido y hay por ambas partes magníficos ejemplos de generoso y sincero perdón y, por desgracia, también terribles ejemplos de revanchismo. Lo del «gobierno legal» es bastante discutible y lo han discutido Manuel Álvarez Tardío y Roberto Villa García, los autores de 1936: Fraude y Violencia

    En el capitulo 6 Significado del vino escribe

    ¿Tiene algo el vino que lo distingue definitivamente de las drogas? Chesterton sugirió esta idea cuando escribió que «el dipsomaníaco y el abstemio están ambos equivocados, y además cometen ambos el mismo error. Consideran el vino como una droga, no como una bebida». Sería raro que Chesterton, tan acertado en casi todo, se equivocara precisamente al hablar del vino. 

 Viernes 9 de julio de 2021

        Wilder está contentísimo porque su amable esposa y sus hijas llegarán a Españita, si Dios quiere, en agosto. Yo más. 

Sábado 10 de julio de 2021    

    He bautizado a dos niñas. A una en Torremendo y a otra en Crevillente. ¡Menudo día! ¡Qué fiesta!

domingo, 4 de julio de 2021

Malas noticias: Canadá, vandalismo, políticos y periodistas

 Una mala noticia es que han ardido ocho iglesias católicas en Canadá.  Eso habla muy mal de Canadá, país admirable por muchas razones. Otra noticia peor es que la policía de Canadá todavía no sabe explicar el fenómeno. Eso habla fatal de la policía canadiense. Otra noticia aún peor es que Justín Trudeau -primer ministro de allí-  sospecha que se trata de actos vandálicos y, sí, condena el vandalismo, pero echa leña al fuego sugiriendo que el vandalismo se justifica por razones históricas y propone «un esfuerzo de reconciliación» en plan: «sí, te han quemado la casa pero ten en cuenta que es posible que tus abuelos quizá también hicieron cosas inapropiadas» Eso retrata a Trudeau y a los políticos como él, tan abundantes. Y la peor noticia es que los periodistas -gremio antaño admirable- no solamente parecen incapaces de informarnos sino que se han convertido -a base de repetir noticias de agencia- en los principales difusores de falsedades. 

La buena noticia es que los poderes del infierno no prevalecerán.