sábado, 20 de noviembre de 2021

Hoy no es día de paseo

martes 16 de noviembre de 2021

 9:00

Voy a la oficina de Caja Rural Central que está cabe la iglesia para ver si puedo recuperar la libreta que el cajero automático se comió ayer. Lo consigo. Me felicito. Transfiero al obispado la colecta del día de la Iglesia diocesana. Luego, hasta las 1:00 me concentro en ciertas tareas urgentes de mantenimiento de la iglesia parroquial. 

11:00

Voy a buscar a Joan y vuelvo con ella a la iglesia.

12:00

Misa. Memoria de santa Margarita de Escocia (1045-1093) que era, por nacimiento, húngara. La Iglesia recuerda especialmente su vida austera y devota, su sabiduría para aconsejar al rey y su misericordia con los pobres. 

14:00

Como con don Rafael. Le hablo de los católicos de rito oriental que hay en san Miguel y de un matrimonio mixto (católico y ortodoxa ucraniana) que voy a celebrar. Él, empezando por san Josafat, me cuenta toda la historia de la Iglesia ortodoxa de Ucrania, que sería Iglesia católica de Ucrania de no haberse opuesto, en su día, el Zar. Luego hacemos la visita al Santísimo y él se va. 

16:00

Escribo esto y me voy al cementerio de Torremendo para rezar allí el rosario. 

...

17:00

Misa en Torremendo. Memoria de santa Gertrudis (1256-1301). Mujer extraordinariamente sensible y culta, de aguda inteligencia y fervor místico. 

18:30

Misa en Los Montesinos. Votiva de los ángeles porque es martes. 

19:30

Llego a casa y consulto en la Red cuál es la multa por llevar niños sin silla en el coche. Hallo esta respuesta: Si circulas con un menor de menos de 1,35 metros sin sillita pueden quitarte de forma automática tres puntos del carnet de conducir y ponerte una multa de 200 euros. Además, el agente puede incluso inmovilizar tu coche. Me entra una duda: ¿y si no son niños sino adultos como Zaqueo? Hallo esta rezpuesta: estarán obligadas a utilizarlos todas las personas que tengan una estatura inferior a 1,35 metros.

Salgo para Alicante.

...

lunes, 15 de noviembre de 2021

Día de paseo

 De 8:00 a 10:30 paseo con el cura del Pilar de la Horadada por la sierra de los Alcores. Vemos un águila y muchas setas amarillas y grandes ¿Cómo de grandes? Pues no sé: como dos puños. 

Me cuenta qué fue lo que más le impresionó de una visita al zoo hace unos quince años: 1. La huella de un tigre. 2. El brazo enorme de un gorila y un letrero que prohibía mirar fijamente a los gorilas porque, al parecer, eso los exaspera no poco. 3. ¿Qué era lo tercero? ¡Ah, sí! El rugido de los leones. 

Yo le he he destripado dos películas que he visto últimamente: La odisea de los giles y Operación final protagonizada por Ben Kingsley. Y le he hablado del libro que acabo de terminar y que es lo mejor que he leído hasta ahora durante este año: El progreso del peregrino, de John Bunyan (1628-1688). 

A las doce Misa. Memoria de San Alberto Magno (1200-1280). En Padua, donde lo enviaron a estudiar las artes liberales, conoció a los dominicos y tomó su hábito. Eran los años de la fundación de las universidades de Cambridge y de Salamanca. 

De 15:00 a 18:00 despacho parroquial. Pongo al día las cuentas de la parroquia de Nuestra Señora de Monserrate y las del cementerio. Me llaman por teléfono: 1. Armin. 2. Otra vez Armin. 3. Mi hermana María. 4. Gloria, de Torremendo. 

A las 18:00 llevo la comunión a Paco y rezamos el rosario en su casa que está muy calentita, lo que me lleva a recordar que tengo que encontrar algún radiador de bajo consumo para la casa parroquial. 

A las 19:15, después de hacer unas compras, cierro la iglesia, me pongo a escribir esto y me dispongo a leer cincuenta páginas de El infinito en un junco. 

domingo, 14 de noviembre de 2021

Amables disidentes

 En la película «Un hombre para la eternidad» hay un diálogo genial entre Tomás Moro, ya caído en desgracia, y su futuro yerno que le propone saltarse la ley para burlar al diablo. Moro le pregunta: «Cuando te hayas saltado todas las leyes para burlar al diablo y él se vuelva contra ti ¿Dónde te refugiarás?». 

Moro procuró hacer leyes justas. 

Cuando Enrique VIII que era más poderoso que él dictó una ley injusta, Moro hizo lo mismo que Jesús: acató esa ley injusta, porque era abogado, y se refugió en Dios. Enrique VIII mandó que le cortaran la cabeza y que la expusieran como señal del poder del rey de Inglaterra. Pero hoy son poquísimos, y no están muy bien de la cabeza, los que rezan diciendo: «Enrique VIII,  ruega por nosotros».

Y, a los pocos que aún  nos encomendamos a la intercesión de Santo Tomás Moro, los poderosos nos miran como si hubiéramos perdido la cabeza. 

Todo esto me lleva a concluir que hay progreso. 

Porque los positivistas de toda la vida, los del «dura lex sed lex» y los de «El Estado soy yo» que solían cortar cabezas con el mismo entusiasmo que mostraron los revolucionarios de Francia, se limitan ahora a mirar con desdén a los disidentes. 

Ciertamente ha llegado nuestra hora. La hora de los amables disidentes. La de los revolucionarios y la de los positivistas ya pasó, gracias a Dios. Ahora, los amables disidentes, podemos disentir diciendo «no al aborto» sin que nos quiten la pensión. Vamos progresando.