viernes, 13 de octubre de 2023
6:51
La torre del campanario está apagada. Recuerdo que tengo que llamar al electricista. Abro la iglesia, enciendo las luces y slago para el hospital. Misterios dolorosos con el papa Benedicto XVI.
7:15
Preparo el altar.
Meditaciones sobre la misa, de Theodor Schnitzler.
8:00
Misa. Votiva de la Exaltación de la Santa Cruz.
8:30
Recojo todo y registro los libros para la misa del lunes: santa Eudivigis.
Voy a la UCI para ver a don José Luis. Toco el timbre. Que soy el capellán. Que pase. Se abro la puerta y paso y oigo que un celador dice: «¿El capellán? ¿Eso no es de la ensalada?». Bromeo: «La ensalada viene luego». El celador se vuelve, me dedica una amplia sonrisa y entra detrás de mí al cubículo de don Jose Luis que está acompañado por dos enfermeras. Saludo. Una de las enfermeras me pregunta que si estuve ayer en el hospital de Torrevieja. Respondo que sí y ella —que al parecer estaba allí— empieza a contar a todos los presentes lo de la señora trastornada que se me acercó acusándome de estar grabándola com mi móvil. Lo cuenta muy bien y me regaña porque, en su opinión, yo, en vez de enseñarle las fotos de mi teléfono, debería haberle dado un tortazo a la señora.
Don José Luis está despierto y sigue la narración de la enfermera con los ojos muy abiertos. Le han quitado el oxígeno. Veo que ha desayunado algo. Buena señal. «Hola, Pablo, qué alegría verte», me dice. «Soy Javier», replico. Me mira incrédulo. Le cuento que ayer fue el día del Pilar y el desfile de las fuerzas armadas y que la princesa Leonor ha jurado bandera. Le pongo un video de la jura de bandera y se emociona un poco. Rezamos. Cantamos el Ave María en voz bajita oyendo una grabación de los benedictinos. Me despido. «Gracias por venir a verme, Pablo».
9:15
Salgo para San Miguel. Me llevo la bata porque tiene dos lamparones y hay que volver a lavarla. Misterios dolorosos con el papa Benedicto XVI.
Hay un camión aparcado delante de la puerta del garaje. El semáforo se pone en verde, luego en rojo, luego en verde, luego en rojo. Entonces viene el conductor del camión y lo quita.
10:00
Llego a la casa abadía y abro el buzón. Una carta para la Cofradía del Cristo Resucitado. La envía la Real e Ilustre Hermandad de Nuestro Señor Resucitado, María Santísima Reina de nuestra alegría y Nuestra Señora de la Luz, madre de la juventud, de Córdoba. Tres facturas de Iberdrola. Dos cartas de la Caja Rural Central. Un catálogo de calendarios 2024. Un sobre grandote del obispado con cartelería fina.
Me llama doña Nati. Que si me apetece un café con leches. Me apetece pero declino la invitación no sin agradecerla mucho. Aprovecho para decirle que hoy como en La Torre.
Oficio de lectura y laudes.
Me llama el vicario de zona para hablar del archidiácono.
10:30
Voy a la iglesia. Me llevo los «istmos» de Ricardo Calleja.
Saludo a Joan. Saludo a Laura que está recogiendo las ofrendas de los lampadarios. Me revisto y voyl al confesonario. Saludo a David.
Tercia.
Leo en «istmos»: «Nunca hables con aquel cuyas convicciones filosóficas niegan tu existencia real. No debería ofenderse». Divago: No debería ofenderse incluso en el caso de que le arrojaras un jarrón a la cabeza.
Teresa me dice que el archidiácono me busca. Wasap al archidiácono. Que podríamos vernos después de misa.
11:00
Misa votiva de la Exaltación de la Santa Cruz.
11:45
Voy al despacho parroquial. Wasap del archiduácono. Que llegará en veinte minutos. Aprovecho para preparar mi maletita y algunos libros que quiero llevar a La Torre: «istmos» de Ricardo Calleja, «Imitación de Cristo», «Don Quijote» versión Trapiello, «La vida de los edificios» de Rafael Moneo.
Abro las cartas de la Caja Rural y de Iberdrola. Tiro los sobres y archivo las notificaciones y facturas. Abro la bolsa de plástico que contiene el catálogo de calendarios 2024. La tiro y hojeo el catálogo.
Llega el archidiácono con su nieto Joaquín. Tiendo la mano al archidiácono y me la estrecha. Tiendo la mano a Joaquín y huye. Los invito a entrar en los salones parroquiales. Rezamos el ángelus y nos acomodamos en el salón de los tapices. Charlamos.
12:30
Salgo para La Torre.
13:15
Llego a La Torre. Saludo a Ana y Félix, a sus cuatro hijos, a su nuera -Noe- a sus yernos -Nicolás y Antón- y a sus once nietos. Saludo a Ana, a Pablo y a Lucía que sigue teniendo miedo de mí. Charlo con unos, charlo con otros. Me siento con Félix a la sombra de una falsa pimienta y nos tomamos una copa de vino. Se une a nosotros Ana.
14:30
Voy a comer a la Casa Grande con Ana y Pablo. Lucía está durmiendo la siesta y los demás están comiendo en La Torre. Tomamos un café en la Casa Grande y luego nos unimos a los demás para tomar otro café en el pinar. Tertulia infinita.
16:50
Me siento en el sillón de la abuela Paquita y me quedo traspuesto durante treinta minutos. Luego me pongo ropa de paseo.
Leo la columna —No abuchees al presidente (la amnistía no es para ti)—de A.Z. en El Español.
17:40
Misterios gozosos.
18:10
Riego y podo los jazmineros.
18:32
Anne me escribe desde Glasgow. Su hermana Mary acaba de morir. Le mando mi, de verdad, sentido pésame.
Enchufo el ordenador que se está quedando sin batería. Enchufo el teléfono que se está quedando sin batería.
Capítulo XLXIII de la segunda parte de Don Quijote puesto en castellano actual por Andrés Trapiello.
19:00
Voy a la ermita con la Imitación de Cristo.
Vísperas
Preparo la misa de mañana.
20:00
Me siento a hablar con Ana, Pablo y Lucía. Sobre todo con Lucía.
20:15
Aprovechando que van a dar la cena a Lucía, me siento en el sillón de la abuela Paquita para leer el Don Quijote puesto en castellano actual por Andrés Trapiello. Capítulos LXIV-LXVII de la segunda parte.
21:00
Vuelvo a la Casa Grande para cenar con Ana y Pablo en el jardín. Los niños están en la camita, la noche es larga y mañana no hay que madugar. Hablamos por los codos.
23:00
Nos despedimos. Ni una nube en el cielo. Se pueden ver las estrellas. Completas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Es usted muy amable. No lo olvide.