miércoles, 18 de octubre de 2023

Diario. 18 de octubre de 2023

 miércoles, 18 de octubre de 2023

7:12

Salgo para el hospital. ¿A qué se debe este retraso de doce minutos sobre el horario habitual de los miércoles? No ha sonado mi despertador. Si ha sonado, no lo he oído. Si lo he oído, lo he apagado y he seguido durmiendo. 

7:30

El Dr. S. ha llegado antes que yo y está mirando fijamente al sagrario. Preparo el altar.

Oficio de lectura y laudes.

8:00

Misa. San Lucas. Hay que encomendar el alma de Begoña, la auxiliar que  murió la semana pasada. Han venido muchas de sus compañeras. Incluso algunas que libran hoy. Por cierto, Begoña se apellida Lucas. 

8:30

Evangelio de san Juan. 

9:00

Genoveva murió anoche. D.E.P. Voy a ver a don José Luis. Está despierto. Lo acompañan el hermano de Mercedes y Sergio, un ser humano natural de Cuba a quien han contratado para que ayude en el cuidado de don José Luis. El Dr. S. se está despidiendo cuando entro en la habitación y anuncia: «Don José Luis, tiene usted un visitante ilustre, un colega». Se refiere a mí. Don José Luis dice: «Un colega… y de los buenos». Se refiere a mí. Tomo nota de que me han llamado «visitante ilustre» y «colega de los buenos». Sergio le está dando una especie de preparado alimenticio a don José Luis. Propongo rezar la salve y a todos los presentes les parece una idea excelente. Rezamos la salve despacito. Informo a don José Luis de que hoy es la fiesta de san Lucas. El hermano  de Mercedes me informa de que algunas de las auxiliares que han venido a misa han pasado a visitar a don José Luis. Pregunto a don José Luis que si tendría la bondad de darnos la bendición. Saca la mano derecha de debajo de las sábanas y nos bendice. Me despido. 

9:20

Voy al bar La Terraza y pido un café con leches y una tostada porque esta mañana no he podido desayunar porque no ha sonado el despertador y, si ha sonado, etc.

Desayuno. Me tomo una pastilla rosada. Pago el desayuno, doy las gracias, me despido y vuelvo a San Miguel.

10:15

Llego a San Miguel. Es día de mercado. Voy a casa y hago la cama que no he podido hacer esta mañana. 

10:37

Voy a la iglesia, saludo a Teresa, me revisto y voy al confesonario. Escribo esto. 

Abro El vaso medio lleno  de García-Máiquez.  Un bichito diminuto  camina  por la página 73. Soplo y desaparece. Espero que no sea una chinche venida de Francia. Tomo nota: hay que desinsectar el confesonario. 

10:57

Voy a la sacristía, me pongo el micro de petaca y la casulla roja. 

11:00

Misa. San Lucas. 

Al final, recuerdo a los presentes que hoy es el santo de don Lucas y que, si Dios quiere, vendrá como delegado del obispo a las próximas confirmaciones. (Murmullos de aprobación entre los que han oído y de «¿qué ha dicho?» entre los que no han oído). 

11:35

Entra en la sacristía doña Nati. Charlamos. Deja un generoso donativo que agradezco. 

11:48

En el despacho parroquial anoto los ingresos de hoy en la caja de la parroquia y los gastos de hoy en mi caja. Enchufo el ordenador que se está quedando sin batería y escribo esto. 

Tercia.

Ángelus.

Treinta y dos mensajes de WhatsApp. Coro: felicitan a MM y a GML por sus cumpleaños. Asociación Tabarca: felicitan a don Salvador por su aniversario de ordenación. Michael Sheridan: ha tenido otro infarto y está en el hospital. Miguel Sánchiz: que si podría celebrar la misa en Mil Palmeras el sábado 28 a las 21:00. Y que si puedo ayudar a confesar, allí mismo, los sábados 28 de octubre y 4 y 11 de noviembre a las 13:00. Que sí, que cuenten conmigo. Lo anoto en la agenda. Joan. Rafael: pide mi opinión sobre una charla que le han mandado. Escucho la charla tomando notas y se las mando.

13:29

Veintitrés mensajes de WhatsApp. Llamo a Concepción. Llamo a don José Antonio. Limpio el teclado del ordenador con bastoncitos de algodón humedecidos en limpiador de pantallas. Quedan negros. 

13:48

Desenchufo el ordenador que ya está cargado, me cambio de camisa y voy a casa de doña Nati y de Paco. 

14:51

Visita al santísimo.

Misterios gloriosos. 

Pastilla rosada. 

15:30

Voy al despacho y escribo otras dos catequesis para Emma y Ángel. Les envío la décima.

Veintitrés mensajes de WhatsApp. Concepción: me indica el procedimiento para que el hospital me proporcione una bata limpia cada semana. Tomo nota. Jaime: que si puedo celebrar en La Torre el sábado por la tarde. Joan me manda un video, pero ya he cubierto mi cupo por hoy. Más felicitaciones del coro. Más felicitaciones de la Asociación Tabarca. El archidiácono. BDdR. Del grupo Capellanes Hospital una consulta a la que no sé responder. 

Quedan nueve mensajes pero hay que hacer más cosas. Tengo que pensar si no sería sensato salir de algún grupo. 

16:15

Voy a la iglesia con la Imitación de Cristo. 

Al entrar observo que hay un hombre de unos cuarenta años (camiseta ceñida, sin mangas, tatuajes en los brazos, gafas de sol) sentado en un banco junto a una mujer de la misma edad -aproximadamente- y vestida y adornada de la misma guisa. Conversan en voz baja. Los saludo. No me devuelven el saludo pero me miran con cara de disgusto, se levantan y salen apresuradamente. Pienso en esas escenas de películas de mafiosos en las que un criminal queda en la iglesia con su cómplice para tramar alguna maldad después de encender alguna velita a un santo. Miro los lampadarios y no veo velitas encendidas. Miro en el banco que ocupaban por ver si han dejado una bomba o un revólver. Nada. 

Empiezo la meditación paseando por las capillas laterales con este amable recordatorio de la Imitación de Cristo: Muy pronto acabarán tus días (Cap 23)

Llega Teresa. Nos saludamos. Intento encajar los pestillos del cortavientos porque las corrientes mueven las puertas. Nada. 

16:45

Vuelvo al despacho. 

Lectura del libro de Miqueas. 

Trece mensajes de WhatsApp. Archidiácono. Coro. Jaime. Michael Sheridan: que sería wonderful si fuera a visitarlo. Patricia me manda la reflexión diaria pero hoy no tengo tiempo para leerla. Gerardo: que si he decidido algo sobre el concierto de Navidad. Rafael SQ me manda once periódicos en pdf. Ya veremos si puedo ojearlos esta noche. 

Correo. Borro cincuenta mensajes. Hoy no hay tiempo para resúmenes de prensa, firmas de buenas causas, lectura de informes financieros etc. 

Vísperas.

17:33

Voy a la iglesia para la catequesis. Explico la vida de Jesús hasta su bautismo en el Jordán haciendo preguntas dificilísimas a Daniel, Enrique, (nombre olvidado), Yamilé, Irene, Elena, Lucía Miguel Ángel, Ariadne y Segio. 

18.00

He quedado con E en el despacho parroquial. Mientras viene, aprovecho para mandar un aviso a la parroquia de Torremendo. Mando un wasap a E para que sepa que estoy en el depacho. Saco la cartelería fina del sobre del obispado para llevarla a la parroquia. 

Llega E con su hijo Daniel. Charlamos. Quedamos para el viernes a las 9:45. 

18:37

Nos despedimos. Wasap del archidiácono: que ha terminado antes de lo previsto y que puede venir a verme. Me llama por teléfono: Que viene a verme. Que aquí lo espero comiendo un huevo. Que por qué un huevo. Que es un dicho. Que viene. 

Mientras él viene, yo voy a la iglesia. Llevo la cartelería fina y registro el misal y el libro de la sede para la misa de mañana. Llega la Guardia Civil para llevarse la imagen de la Virgen del Pilar y la bandera. Llega el archidiácono. Le propongo que hagamos nuestro consejo de pastoral en el coche porque tengo que ir a ver a Michael Sheridan al hospital de Torrevieja. La idea le parece excelente. Le pregunto que si tiene tres horas —de 9:45 a 12:45— el viernes, para hacer un lindo servicio de diaconado. Me dice que me contestará el jueves porque, hasta entonces, no sabrá cuál es su turno de trabajo del viernes. Me propone ambiciosos planes de pastoral para Torremendo. Lo bendigo todo. 

Llegamos al hospital de Torrevieja y mando un wasap a Michael para que sepa que he llegado. El archidiácono me sugiere que le preguntemos al vigilante que dónde está la habitación X. Le estoy diciendo que no me parece buena idea acercarse a un individuo armado cuando el vigilante, con paso decidido,  y mirándome de frente, viene hacia mí. Me refugio detrás del archidiácono y el vigilante, me pregunta que si no lo conozco. Por mi cara comprende que no lo reconozco. Se presenta amablemente. El archidiácono y yo caemos en la cuenta de que lo conocemos de Los Montesinos. Amabilísimamente se ofrece a conducirnos hasta el pasillo de la habitación X y lo hace. Nos despedimos con vivas muestras de gratitud. Vamos a la habitación X. Alguien, desde dentro, está gritando: Nurse! Nurse! Entro diciendo: Hello, Michael, I’m not the nurse. Resulta que no es Michael. Mendigo su perdón y salgo por donde he entrado. 

Pregunto en el mostrador de enfermeras. Al principio se muestran algo remisas a darme la información que pido. Un ser humano inglés con aspecto de don Quijote quiere entrar a la sala de enfermeras. Le dicen que no puede hacer tal cosa. Insiste con malas maneras. Lo amenazan con llamar a seguridad. Desiste de mala gana. Hay un ambiente tenso en la zona. Pregunto a las enfermeras: «¿hay revolución por aquí?». Entonces se sinceran con el archidiácono y conmigo. Nos dicen que en esa planta hay revolución permanente. A mis espaldas sigue oyéndose la voz imperiosa: Nurse! Nurse! Las enfermeras nos proponen que vayamos un día a echar agua bendita por el pasillo y nos informan de que a Michael Sheridan lo dieron de alta a eso de la una. No debería extrañarme. Siempre que le da un infarto me hace la misma jugarreta: implora mi visita, voy, lo han dado de alta y no me ha avisado. No se lo tengo en cuenta porque es un irlandés que —aunque bastante hipocondriaco— posee un gran corazón y un sólido sentido de la  amistad. El archidiácono y yo nos vamos por donde hemos venido, charlando animadamente sobre sus ambiciosos planes de pastoral para Torremendo. De la habitación X sigue saliendo una llamada imperiosa: Nurse! Nurse!

20:10

De vuelta a San Miguel el archidiácono y yo nos despedimos amistosísimamente. Voy a la casa abadía para tomarme una pastilla rosada y para escribir esto. 

20:35

Voy a la iglesia.

Completas.

Me quedo un rato mirando fijamente al sagrario.

Apago las luces y cierro la iglesia.

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