sábado, 11 de noviembre de 2023

Diario.Sábado, 11 de noviembre de 2023

sábado, 11 de noviembre de 2023

3:45

Pastilla rosada.

No puedo dormir.

Oficio de  lectura.

Vuelvo a dormir.

5:15

Me despierto.

Laudes.

Vuelvo a dormir.

6:00

Suena el despertador.

Evangelio de san Mateo. 

6:40

Vuelvo a dormir. 

8:00  

Me levanto.

9:00

Oigo el parte.

9:20

Abro la iglesia. Las luces se quedaron encendidas anoche. ¿Estará el libro de Vanhoye en el confesonario? Sí.

Vuelvo con él al despacho y leo el comentario a las lecturas del domingo.

Oigo en YouTube un comentario a las mismas lecturas: 1) Libro de la Sabiduría. Alejandría. Consiste esa sabiduría en meditar y cumplir la Ley de Dios. 2) Tesalonicenses. Pablo había predicado allí unas semanas y tuvo que huir. Ahora responde a una pregunta que ellos se hacen: ¿cómo podrán encontrarse con Jesús, cuando Él vuelva, los que ya han muerto? 3) Parábola de las vírgenes prudentes y las necias. Ahora están todas juntas, como el trigo y la cizaña. El comentarista,como es su costumbre, asegura que todas se salvarán. 10:30

Voy a la iglesia. Saludo a Joan que ha encendido las seis velas del sagrario.    Charlamos. Saludo a Teresa. Me pongo la sotana  y voy al confesonario. 

Tercia.

Un penitente. Muy bien. 

11:00

Misa de la memoria de san Martín de Tours. Ha venido —¡sorpresa!—Colette. 

11:40

Abro el garaje. Teresa mueve el coche para que yo pueda abrir el maletero y sacar las botellas que me regaló MGC y que no pude dejar en la bodega de La Torre. Saco las botellas, cierro el maletero y Teresa vuelve a poner el coche en su sitio. Se lo agradezco. 

Me despido de Teresa y de Joan.

En la plaza, un grupo de seres humanos trabaja por socializar a sus perros. No me detengo a contemplar el espectáculo que, desde luego, merece ser contemplado.

Leo un tuit de EGM: «El pacifismo es un arma». Le doy al corazoncito y respondo: «De dos filos». Luego veo que EGM le ha dado al corazoncito de mi respuesta. 

Hay que recoger la ropa que tendí ayer. 

Ángelus.

Definitivamente, tengo que comprar camisas nuevas. 

Doy un repaso a la cocina y al baño y pongo a trabajar al robost aspirador en mi dormitorio. 

12:37

Telegram: don Guillermo G me manda la noticia de Infocatólica sobre la profanación de la capilla, y sus condolencias. Me invita a ir a conocer sus diez mil parroquias. Acepto y me alegro de volver a tener noticias suyas.

WhatsApp. Treinta y cinco mensajes. Antonia: que no podrá venir a misa mañana. Aurora: que está de convivencia en Guardamar y que si voy a ir a confesar. Que sí. IGL  me recomienda la Historia de un hombre sencillo, de Joseph Roth. Tomo nota. El padre de Brianna: para el bautizo de la niña. Chateamos.

13:00

Termino la lectura del libro de Habacuc. 

Llamo al ambulatorio para pedir cita para analítica. Me dicen que, si no voy a ir el día 14 al reumatólogo, primero tengo que aplazar la cita y, cuando tenga la fecha de la nueva cita, puedo solicitar la analítica. Pero que, para aplazar la cita, tengo que llamar al hospital. Llamo al hospital: elijo opción «castellano», opción «cita previa». Musiquita. Mensaje: «El horario de atención es de lunes a viernes…». Estupendo. 

Papeleo inaplazable. Aparto unos papeles que tengo que dejarle al arcipreste en su parroquia esta tarde. Llevo al despacho de Teresa unos papeles que hay que papelear. Archivo facturas y, ya puestos —esto me encanta— empiezo a romper y a tirar a la papelera papeles viejos. Aparecen algunos muy interesantes y otros que daba por perdidos. Aparecen unos tiques de Más y Más que no he anotado en las cuentas, y uno por valor de 5 dólares que caduca el día de mi cumpleaños. Aparecen unos parches cosméticos de citronela. Aparece la palia de Torremendo que arregló Teresa. Aparece un certificado que me pidieron y que nunca vinieron a recoger. La papelera se llena. En mi frenesí empiezo a llenar bolsas y bolsas de papeles viejos. ¡Qué felicidad! 

Hago una excursión al contenedor con mis bolsas de papeles. ¡Qué día espléndido y qué tibio está el aire! ¡Adios, viejos papeles! De vuelta, abro de par en par las ventanas de la casa abadía, para que se ventile y se caliente.

14:06

Llego tarde a casa de N&P. 

Comemos.

14:42

Me despido de N&P y de Samira.

Tengo que recoger los papeles para el arcipreste y la bolsa de San Jorge  para Torremendo. 

15:00

Salgo para Guardamar de Segura. 

Aparco  mi León en una calle que discurre en suave pendiente hacia la playa. Pongo el freno de mano y la marcha atrás y giro el volante hacia el bordillo de la acera. 

Saludo a don RB y, con un abrazo porque hace un año que no nos vemos adon Miguel Ángel. Le advierto que tengo que salir pitando a las 16:20. 

Saludo a Aurora y a María y confundo a Gaspar con elpadre Estanislao. Quedamos en que iré a Villena a comer con ellos.

Empieza la celebración penitencial. Don MA habla de Natanael y nos exhorta al arrepentimiento. 

Toca confesarse. Don MB se va a su rincón de confesar. Yo pido confesión a don MA y no me la niega. Luego él me pide confesión y no se la niego. 

Me voy a mi rincón de confesar. Me da tiempo a confesar a cuatro penitentes. Muy bien.

Salgo pitando para Torremendo. 

17:00 

Misa en Torremendo. 

18:00

Misa en San Miguel. Me ayuda —¡sorpresa!— José Antonio.

19:00

Misa en Los Montesinos. 

20:00

Cena ligera.

20:20

En la iglesia, con las seis velas del sagrario encendidas, vísperas e Imitación de Cristo.

21:10

Apago las luces y cierro la iglesia.

Me muero de sueño.  

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