La Torre
viernes, 9 de agosto de 2024
4:30
Me despierto. Oficio de lectura. Apago la luz. Me quedo frito.
6:00
Suena el despertador y el reloj de la iglesia da las seis.
6:30
Laudes.
7:00
Orihuela: 21º C. San Miguel: 22º C. Barcelona: 23º C. Madrid: 24º C
Abro de par en par la iglesia y salgo para el hospital.
7:25
Llego al hospital, preparo el altar para la misa de santa Teresa Bendicta de la Cruz y me siento ante el sagrario.
8:00
Misa.
8:40
Recojo todo y voy a ver a Montse. La operación ha salido muy bien pero no puede comulgar. Está con su hija. Charlamos.
Voy a llevarle la comunión a M. Está con Carmen. Le doy la comunión.
Triste noticia. La Guardia Civil ha encontrado el cuerpo de Sergio, el maestro relojero chileno, en el canal. Llamo a Andrés y le pido que venga para el funeral que celebraremos por Sergio a las once.
9:30
Vuelvo a San Miguel sin subir los ochenta y un escalones.
10:00
Le digo a Joan que celebraremos una misa de funeral por Sergio y voy a la casa abadía para cambiarme de camisa.
11:00
Misa por Sergio con Andrés al órgano.
«Encomendamos hoy, con mucho cariño, el alma de Sergio, el maestro relojero chileno.
Llegó a la parroquia una noche de diciembre del año pasado . Habló con Teresa. Pedía alojamiento.
Le preparamos una cama en los locales parroquiales y, desde el primer momento, nos hicimos amigos.
Comimos juntos algunas veces, charlamos mucho, el mes pasado fui a visitarlo al hospital. Desde el pasado sábado estaba desaparecido y ayer la Guardia Civil encontró su cuerpo en el canal.
Hemos podido ver en él al menos dos de esos rasgos que caracterizan a los que Jesús llamó ¨bienaventurados”.
El primero, la pobreza. Sergio era maestro relojero y siempre se ganó bien la vida y pudo mantener a su familia. Por una serie de calamidades que recuerdan la historia de Job ha muerto en la más absoluta pobreza. Sin embargo, he conocido a pocos hombres tan elegantes como él. Con su dulce acento chileno daba las gracias por todo y bendecía a Dios a todas horas. Un hombre pobre que podría darnos a todos —aunque no lo hacía— lecciones de caballerosidad.
El segundo, la mansedumbre. Jesús llama bienaventurados a los mansos o sufridos. Hoy, cuando tantas veces oñimos decir y, quizá decimos nosotros mismos, cosas como «no tengo por qué aguantar esto» es raro encontrar personas que cargan con su cruz sencillamente y sin protestas. También hemos visto esa mansedumbre en Sergio: anciano, medio ciego, pobre… y alegre.
Dice la Sagrada Escritura que los antiguos patriarcas, viviendo la hospitalidad, abriendo las puertas a los peregrinos, a los extranjeros y a los pobres, muchas veces, sin saberlo, recibieron la visita de los ángeles.
Hoy damos gracias a Dios por la visita de Sergio que ha traído a esta parroquia las bendiciones que nos llegan por medio de los que no tienen más que su pobreza, sus sufrimentos y su amor a Jesucristo.
Descanse en paz».
Después de misa, tres penitentes. Muy bien.
Llamada del hospital: que si puedo ir a atender a un paciente. Que sí.
12:15
Voy a la casa abadía para cambiarme de camisa y salgo para el hospital.
13:00
Doy la Unción de enfermos de enfermos a Pablo B. Él y su mujer son de Madrid, vivieron en Collado Villalba y se jubilaron en Torrevieja. Pablo cumple hoy noventa y tres años. Muy bien.
13.30
Salgo para La Torre.
14:30
Llego, como siempre, a tiempo para el aperitivo. Esta vez Pepe me sirve una copa de vino de Murcia que no parece de Murcia. Y luego la comida con los mismos de ayer. Para el café nos juntamos con los mismos de ayer.
Tertulia larga y veraniega hasta ¿las cinco, las seis?. No sé.
Me han incluído en nuevo grupo de WhatsApp que han hecho en San Miguel a raíz de la muerte de Sergio. Chateo un poco.
En el muro de Fbk de la parroquia algunos muestran su perplejidad por el funeral de hoy. Intento explicar allí mismo que no hay nada raro en celebrar el funeral por un amigo.
Lectura de las Moradas.
Vísperas.
8:00
Voy a la ermita para hacer la oración de la tarde. Me acuerdo del peregrino ruso que quería entender qué cosa es orar sin interrupción.
Preparo el altar para la misa. Han llegado de Madrid Pupé y Jaime con Urraquita y, de la Escala, Mariajo y Jorge con Teresa. Muac, muac y todo eso.
9:00
Misa.
Luego cena en el patio de La Torre con los que están allí y tertulia en el palmeral con los que están en las casitas. Pepe me sirve un chupito de güisqui japonés que no parece japonés.
11:45
Voy a la ermita para rezar completas. Estoy en eso cuando llega Fátima y para rezar sus cosas.
Escribo esto.
Siento mucho lo de Sergio. Hacen mucha falta personas humildes y elegantes, ahora que parece prevalecer la soberbia y el mal gusto para todo. Mi pésame a su familia.
ResponderEliminarGracias. Dios le pague.
Eliminar