viernes, 16 de agosto de 2024

Diario. Viernes, 16 de agosto de 2024

 Solothurn (Soleura)

viernes, 16 de agosto de 2024


Hoy no hemos salido de Solothurn: preciosa ciudad barroca. 

A las nueve menos cuarto he concelebrado en la iglesia de los jesuitas —dedicada a la Asunción de Nuestra Señora— con un padre indonesio: de Bali, por más señas. Luego lo he invitado a desayunar con Heidi y Armin. 

Hemos pasado la mañana paseando por la ciudad y, gracias a Armin, charlando y bromeando con todos. 

En la catedral —del siglo XVIII— me ha llamado la atención el altar que parece —por la forma y por el mantel— sacado de un cuadro de Zurbarán. Al acercarme, oh sorpresa, he comprobado que no estaba cubierto. Es una gran piedra de mármol blanco tallada imitando los pliegues y dobleces de un mantel. 

Después de comer H&A se han retirado a descansar. 

Yo he ido a pasar la tarde en la catedral: visita al Santísimo, rosario, oración ante el sagrario, vísperas y hasta el Vía Crucis. A eso de las seis y media cerraban la catedral. Entonces he ido a la iglesia de los jesuitas donde he encontrado a un grupo de unos treinta jóvenes entregados a una especie de adoración. Se oía un órgano, un violín, una guitarra y algunas voces. El conjunto sonaba muy bien. De vez en cuando alguien se acercaba a las gradas del altar, donde habían colocado una multitud de objetos no identificados, y encendía una velita. Una muchacha se balanceaba con una mano en alto. Todos estaban muy sonrientes. De pronto, la del violín ha desaparecido en la sacristía y ha vuelto a aparecer por el presbiterio con una custodia en el mano. Ha colocado la custodia cabe el sagrario y ha vuelto con los demás músicos. Como ya eran las siete menos diez, he vuelto al hotel.  

Había quedado con H&A para cenar en mi habitación con una botella de vino italiano y una tabla de quesos. 

Después de cenar hemos salido a tomar un helado y dar el último paseo.

2 comentarios:

Es usted muy amable. No lo olvide.