San Miguel de Salinas
viernes, 30 de agosto de 2024
6:30
Oficio de lectura y laudes.
7:00
Salgo para el hospital. El cielo está ñublo.
7:20
Preparo el altar para la misa votiva de la Santa Cruz porque es viernes y me siento para mirar fijamente al sagrario.
8:00
Revestido para la misa espero a ver si llega alguien.
8:05
No ha venido nadie. Recojo todo, subo los ochenta y un escalones y vuelvo a San Miguel.
8:50
En la casa abadía pongo una lavadora.
Me concentro en la lectura de La Nueva Jerusalén. Chesterton observa sagazmente que el fracaso del proyecto de los cruzados hizo morir de tristeza, o algo así, a la joven Edad Media. El Imperio Romano, viene a decir, pudo morir dormido sobre sus laureles mientras que la Edad Media falleció antes de lograr todo lo que podía haber logrado.
10:30
Voy a la iglesia y me siento en el confesonario.
Tercia.
11:00
Misa votiva de la Santa Cruz porque es viernes. «Nosotros hemos de gloriarnos en la Cruz de Nuestro Señor Jesucristo». Evangelio de las vírgenes prudentes y las necias. Ofrecemos la misa por Richard.
11:50
Me despido de Teresa, de Joan y de Laura que se va a Pamplona, y vuelvo a la casa abadía.
12:00
Ángelus. Virgen prudentísima.
Vuelvo a ver un debate glorioso moderado por Sánchez Dragó —garantía de caos en el debate— entre Gustavo Bueno, Marina y Fraijó. Marina y Fraijó sacan de sus casillas a Bueno y Gustavo Bueno saca de sus casillas a Marina y Fraijó. El tema: Ética y religión. La tesis de Gustavo Bueno desde el materialismo: la ética es el conjunto de normas que imponen el respeto al cuerpo de los hombres, no de los animales. No tiene nada que ver con la religión. La tesis de Marina, filósofo de El Corte Inglés: la ética es el invento con el que tratamos de dar respuesta a la pregunta sobre el modo de vivir bien. Lss religiones tienen que someterse a la ética inventada por cada generación. La tesis de Fraijó —ex jesuita— no me queda clara porque queda diluida en parábolas como la del enano jorobado que representa a la religión. Ese tipo de parábolas incomoda especialmente a Bueno que concluye: «Así es imposible discutir, somos mónadas, cada uno habla sin definir nada, de lo que se le antoja».
Creo que, entre los tres, serían capaces de sacar de sus casillas al mismísimo santo Tomás de Aquino. Aunque también creo que el Doctor Angélico sentiría más simpatía pr Gustavo Bueno que por los otros dos.
13:30
Tiendo la ropa que puse en la lavadora por la mañana.
Voy al banco para ingresar las últimas colectas y observo que que han pasado a la cuenta de San Miguel dos recibos que no reconozco. Pregunto a la cajera: son recibos del nuevo proveedor de luz de Torremendo. ¿Por qué las han cargado en la cuenta de San Miguel?
Vuelvo a la casa abadía y mando un mensaje al archidiácono que se ha ocupado de hacer los contratos de luz. Me confirma que esos recibos deberían haber ido a la cuenta de Torremendo y me dice qu se ocupará del asunto.
Vuelvo al banco y trato de hacer un traspaso de la cuenta de Torremendo a la de San Miguel. No me deja.
Voy a la cajera y le pido que haga el traspaso de la cuenta de Torremendo a la de San Miguel.
Vuelvo a la casa abadía y compruebo que la cajera se ha equivocado y ha hecho un traspaso de la cuenta de San Miguel a la de Torremendo.
Vuelvo al banco y ruego a la cajera que corrija el error. Me pide mil disculpas —es muy amable— y corrije el error.
Vuelvo a la casa abadía y actualizo las cuentas parroquiales.
14:00
Salgo para La Torre y me detengo en la gasolinera para poner treinta euros —30— de gasoil.
14:45
Llego a La Torre.
Allí encuentro a María con sus cinco hijos y con la chica que la ayuda a lidiar con ellos y a Blanca y Enrique con su bebé. Comemos en la almazara charlando por los codos.
16:30
Me despido y vuelvo a San Miguel parando en la gasolinera de El Realengo para tomarme un café porque me muero de sueño.
17:15
Llego a San Miguel.
Visita al Santísimo. Me siento ante el sagrario.
17:50
Me siento en el rincón de San Miguel y trasteo en las RRSS mientras espero que llegue Malou. Hemos quedado en vernos a las seis.
18:00
Llega Malou. Es Filipina. Su marido se suicidó ayer. Esta mañana hemos ofrecido la misa por él. Charlamos. Me edifica mucho su entereza y su fe. Es una casa edificada sobre roca. No viene a desahogarse ni a buscar consuelo. Solamente pide oraciones por el alma de su esposo y agua bendita. Tomo nota bemdigo el agua y nos hacemos amigos.
18:45
Nos despedimos.
Vísperas.
19:00
Vuelvo a la casa abadía, me aseo un poco, me cambio de camisa merodeo por la casa ordenando cosas y salgo para Los Montesinos.
20:05
Empieza, con cinco minutos de retraso, la misa. Me ayuda y me alegra Luis, monaguillo diminuto pero de ninguna manera disminuido. Al terminar la misa, en la sacristía, observa que mi camisa está empapada de sudor y me ofrece un vaso de agua. Se lo agradezco de veras.
20:40
Salgo para San Miguel.
20:55
Hago una compra rápida en Mercadona.
21:10
Misterios dolorosos paseando por los altares laterales de la iglesia. Cierro la iglesia.
21:30
Me preparo una cena rápida ensayando una receta que me dio Ana Isabel. Sale regulín pero sabe bien. Recojo todo y escribo esta página de mi diario.
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Es usted muy amable. No lo olvide.