San MIguel de Salinas
jueves, 28 de noviembre de 2024
8:30
Abro la iglesia.
Oficio de lectura y laudes.
Me siento ante el sagrario.
9:30
Llega Joan. Charlamos.
Voy a asear un poco la casa abadía.
En WhatsApp encuentro ocho mensajes que llegaron anoche y dos de esta mañana.
Los de anoche son:
De doña Nati: que ya ha pedido la lotería para Torremendo.
De Gabino. Dos mensajes recomendando Santiago. Un viaje espiritual.
De Mavi, aceptando mi invitación para comer mañana.
Del coro.
De Armin. Quiere saber si he encontrado el alargador.
De Linelly, desde Guatemala.
De Carmen y José María, muy contentos porque han conseguido hacer su expediente matrimonial.
Los de esta mañana:
De Patricia: la consideración espiritual cotidiana.
Del archidiácono: que va a venir un señor y me va a entregar ochenta euros para que los ingrese en la cuenta del obispado.
10:20
Vuelvo a la iglesia.
Exposición del Santísimo.
11.00
Misa votiva de la eucaristía porque es jueves. La ofrecemos por Paco.
11:30
Me despido de Joan, de Teresa, de doña Nati y de Andrés.
Lo que otros encuentran en el golf o en la natación lo encuentro yo en la consulta del dentista. Ir al dentista es una de mis actividades preferidas en el tiempo libre. Me felicito porque hoy tengo consulta a las doce. Terminada la sesión, me sabe a tan poco que pido repetir. Me dan otra cita para el diez de diciembre.
12:45
Voy a salir para Torrellano. Hay un coche bloqueando la salida del garaje, etc.
13:30
Aparco en Torrellano y voy a comer a La posada.
14:15
Salgo para La Torre.
14:30
Nada más llegar enciendo la calefacción y, mientras se caldea la casa, riego unas plantas y paseo por el palmeral rezando los misterios luminosos, todo lo cual me tonifica y me quita de encima la somnolencia que amenazaba con apoderarse de mí después de la comida.
15:10
He traído de San MIguel —para dejarlos aquí— tres libros: La Pasión de Cristo, de Ibáñez Langlois; Vessel of Clay, de Trese y Quién lo diría, de Eloy Sánchez Rosillo. Abro el último, al azar, y encuentro esto:
MIENTRAS AMANECE
ACUDE a mí, canción,
dame tu levedad, ven con tu gracia.
Yo pondré mi sentir,
pues de poco me valen las palabras.
¿Lo ves? Despunta el día.
Canción, ayúdame. Di con tu música
la luz del alba.
Escribo esto.
…
16:00
Apago la calefacción.
Ayer cometí el error de quedar hoy, a las seis, en san Miguel, con Darío. Si no quiero correr ni llegar tarde a la cita, tendré que salir de La Torre a las cinco. No importa.
Coloco algunos libros en la biblioteca y hojeo otros.
Al poner en su sitio el tomo primero de los Diálogos de Platón, encuentro entre las páginas del tomo tercero un tarjetón firmado por Fátima y Toño. Entre las páginas de El inconveniente de haber nacido encuentro una postal que me mandó MGC desde Montreal y un aforismo de Ciorán que dice más o menos: «Si me gusta la correspondencia de Dostoyevski es porque habla de dinero y de enfermedades, los único temas candentes. Lo demás es adorno y fárrago».
Vísperas.
16:50
Me dispongo a salir pero me encuentro con Manolo que está laburando en el jardín y se me acerca para comentar la actualidad política: Aldama y todo eso.
17:05
Nos despedimos y salgo para San MIguel escuchando una piadosa meditación.
17:50
Esto entrando en San MIguel cuando suena el teléfono. No puedo contestar a la llamada, es Darío.
Aparco y salgo a su encuentro. Nos presentamos, sacudimos nuestras manos, vamos a los locales parroquiales y charlamos largamente.
18:40
Nos despedimos. Vuelvo al garaje para recoger mi Mac, voy a la casa abadía y escribo esto.
…
19:10
Se me rompe una copa cuando la saco del lavaplatos. Barro cuidadosamente la cocina.
Leo un artículo de Víctor Lenore —Madrid cabreado, Madrid relajado— que tuitea Carlos Marín-Blázquez. Muy bueno.
A partir de este momento todo se vuelve confuso en mi memoria y ya no puedo dar fe de las horas.
Sé que he estado en la tienda de Isabel, que he escrito una cartita al Consejo de Pastoral, que he cenado, que he trasteado en las RR SS, que he mandado un mensaje de agradecimiento al arcipreste por la reunión de ayer y que ahora, bien pasadas las nueve y media de la noche, he acabado de escribir esto y me dispongo a ir a la iglesia para rezar completas.
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