sábado, 16 de noviembre de 2024

Diario. Sábado, 16 de noviembre de 2024

 San Miguel de Salinas

sábado, 16 de noviembre de 2024


11:00

Misa de Santa María en Sábado. 

17:00

Primera de la víspera del domingo.

18:00

Segunda misa de la víspera del domingo. 

Han sido los momentos más emocionantes de este sábado y, probablemente, los únicos que merecerían ser contados si no fuera porque es imposible contarlos. 


Uno puede contar que en la primera misa éramos poquitos y todos harto conocidos y que, sin embargo, había ambiente de novedad y de fiesta íntima; pero decir eso es decir nada. 

Uno puede contar que, en la segunda, la iglesia estaba llena  porque la de Torremendo es una iglesia muy pequeñita y porque la ofrecíamos por el alma de una persona que tenía muchos amigos que.  Puede uno contar que, cuando el archidiácono ha terminado de proclamar el evangelio y uno se ha dirigido al ambón para hacer la homilía, la congregación ha permanecido de pie y uno ha improvisado una monición con estas o semejantes palabras: «¿Querríais sentaros un momentito?». Podría uno contar que todos se han sentado como si hubieran estado una eternidad esperando oír esas palabras y que todos los ojos estaban puestos en uno y que esos ojos dolientes y serenos parecían pedir un poco de consuelo. Pero, en realidad, contar eso, es contar nada de la misa. 

Uno puede contar que, otra vez, en la tercera, éramos pocos y harto conocidos. Puede uno contar que, después de trece años en San Miguel, uno conoce a los que se congregan para la misa del sábado por la tarde y sabe que no esperan demasiado de uno. Pero uno sigue sin contar nada sobre la misa aunque añada que, entre el ofertorio y la comunión, han entrado en la iglesia más personas de las que estaban congregadas al principio y que venían a buscar sitio para el concierto que la coral Los Alcores iba a dar a continuación. 


Es imposible contar la misa. 


21:40

He estado trasteando en X y se me ha hecho tarde. Tengo que ir a la iglesia para rezar completas y para cerrarla. También tengo sueño. 

22:01

Dan las diez en el reloj de la iglesia cuando me siento ante mi Mc y me pongo a escribir, sin ganas, mi diario. 

Hay gente que se pasa el día laburando —como san José— y cuando se va a la cama, duerme a pierna suelta y sueña con ángeles que no son ángeles soñados sino ángeles de verdad. 

Cabe esos héroes, nosotros, los divagadores de toda la vida, pasamos el día divagando. Querríamos soñar y ni siquiera podemos dormir sin valeriana. 

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