sábado, 30 de noviembre de 2024

Diario. Sábado, 30 de noviembre de 2024

 San MIguel de Salinas

sábado, 30 de noviembre de 2024


8:30

Abro la iglesia.

Oficio de lectura y laudes.

Me siento ante el sagrario

9:30

Mensaje de Juan Pedro: esta noche ha muerto su padre, FSL. Descanse en paz. 


DIARIOS 2024


Hoy he empezado a leer mis diarios de este año. En enero, Samira ya estaba trabajando en casa de doña Nati y Paco. Por las tardes nos reuníamos para contarnos cuentos e historias. Joan volvió de los EEUU donde había nacido su primer nieto: Peter, James, Javier. Nos contagiamos de COVID la mitad del coro y yo. Yo, además, tuve una otitis. He llegado hasta la página 31. 



LOS QUINTOS


Los quintos del 60 nos hemos hecho una foto en la puerta de la iglesia. Ellos han ido a comer a El Prado y yo he pasado por allí a los postres para charlar un rato. 



LA CORONA DE ADVIENTO

Hemos preparado la corona de Adviento en el altar de la Inmaculada. Teresa ha comprado cuatro velas blancas y ha pintado tres de morado y una de color rosa. Muy bien. 



CASA DOÑA NATI


He comido con doña Nati, Gracia, José María, Irene y Raul. 



MISAS


Misas: a las once en San MIguel y a las cinco en Torremendo. 



CONCIERTO DE ADVIENTO


La iglesia se ha llenado: doscientas personas. 

18:00

En la primera sección, a cargo de los metales de la banda del pueblo acompañados al órgano por Lucie Zaková, han interpretado piezas de Clarke, Händel, Frank y Strauss. 

En la segunda sección hemos escuchado un arreglo del Adeste Fideles para nueve instrumentos hecho por Juan Diego Rosique. 

Han intervenido luego —acompañados por la guitarra de Tomás Ferrández y dirigidos por Delia Vicente Durá— el coro de niños de San MIguel (Belén está muy cerca), el mismo coro unido al coro parroquial (Canción de cuna) y el coro parroquial solo (Frío en Belén). 

18:55

En la cuarta sección han interpretado dos piezas para flauta (Mariano Bas), violín (Pedro Rebollo) y órgano (Lucie Zaková): Trío Sonata en Sol Mayor, de J. Quantz y Scherzo 2º en Mi Mayor de Telemann. 

En la quinta sección, la Coral Nuestra Señora de la Asunción de Los Alcázares, dirigida por Juan Diego Rosique ha cantado tres piezas: Panis Angélicus, La estrella y Pastorcicos de Belén. 

A continuación tres piezas para flauta (Mariano Bas) y guitarra (Javier Ferrández Pérez): Sonata en Fa Mayor, de Vivaldi y Danza de los espíritus benditos, de Orfeo y Eurídice (Gluck) y Ave María (Bach/Gounod).

Llegaba el turno del órgano solo (Lucie Zaková): Vieux Noël (L’Organist) de Frank, Tambourins (Lefébure-Wély) Holly Night (arreglo para órgano de Henry Geehl) y La ilusoria promesa de la Edad Dorada (del ciclo El laberinto del mundo y pasión del corazón de Petr Eben).

Octava sección para trombón (Juan de Dios Fresneda Aniorte) y órgano (Lucie Zaková): Sonata D-Dur, de Antonio Caldara. 

En la novena y última sección la Coral de Nuestra Señora de la Asunción ha vuelto a intervenir cantando tres villancicos: El pajarito (Anónimo), Villancicos mix (Juan Diego Rosique) y En un portal (Anónimo y arreglo de Juan Diego Rosique). 

20:10

Pero, según manda la tradición, al terminar el concierto, la Coral, los coros y todos los presentes nos hemos unido para cantar en español, alemán e inglés el Noche de paz o Stille Nacht o Silent Night. 



FIN DE FIESTA

20:20

19º C. Muy bien. 

Los suizos han preparado una mesa en la puerta de la iglesia para ofrecernos vino caliente y galletitas —deliciosas— de su tierra.

El ayuntamiento ha montado dos carpas en El Paseo. En una se exhibe el belén gigante de los belenistas. En la otra, Armin y Heidi han preparado una cena para los músicos con la colaboración de doña Nati que aporta una ensaladilla rusa de cinco kilos. 

En la cena nos hemos colado algunos que no somos músicos. 

22:00

Nadie diría que ha habido casi cien personas cenando el paseo. Los suizos —haciendo gala de una precisión y de una energía admirables— lo han recogido todo: la basura separada en bolsas de orgánica, cartón etc, las sillas apiladas, las mesas plegadas… Antes de irse me entregan la recaudación: 975 —novecientos setenta y cinco— dólares para Cáritas. Me ruegan que les devuelva la caja en la que va el dinero. Para el año que viene. No dejo de apreciar su sentido del humor.

Aún tengo tiempo para ir a casa de doña Nati que está con Gracia y con Josemaría. Me invitan a un güisqui. ¿Dick? Sí. 

Doña Nati no para de tejer mantas mientras Gracia, José María y yo hacemos poemas sobre el Gobierno. Salen algunos muy lindos. 

Aún tengo tiempo para ir a la iglesia, rezar completas, apagar las luces, volver a la casa abadía y escribir esto.

viernes, 29 de noviembre de 2024

Diario. Viernes, 29 de noviembre de 2024

 San MIguel de Salinas

viernes, 29 de noviembre de 2024


8:30

Abro la iglesia. 

Oficio de lectura y laudes. 

Me siento ante el sagrario. 

9:30

De vuelta a la casa abadía, primera sesión de WhatsApp. Hay veintidós mensajes que han ido llegado desde las 4:44.

Andrés me manda la biografía del Padre Eduardo Rodríguez y algunos audios de su predicación. Fue, por lo que se ve, un santo jesuita que recorrió la España de la posguerra predicando en misiones populares e invitando a todos a la reconciliación.

Correo. Llega el NODI del obispado. Lo ojeo. Pongo en el muro de Fbk el programa diocesano y lo veo a cámara rápida. 

Veo en YouTube un comentario exegético a las lecturas del domingo. 

10:45

Voy a la iglesia. Ordeno el altar para celebrar la misa cara al pueblo porque va a celebrar el arcipreste. 

Cuando llega el arcipreste nos saludamos, nos despedimos y salgo para el hospital. 

11:30

Me pongo mi bata blanca y subo por las escaleras a la habitación de FSL. Rezamos la Salve. Charlo durante un buen rato con Silvia y Juan Pedro que me muestran una bonita colección de fotos familiares. 

Nos despedimos y voy a la habitación de Carmen. Está con una amiga. 

12:15

Voy a la sacristía para esperar al técnico que va a revisar el aire acondicionado. Ángelus. 

Llega el técnico. Se lama Leo (¿poldo? ¿vigildo? ¿ncio? ¿cadio?) y es muy simpático. Le doy la llave de la sacristía y quedamos en que me la dejará en recepción. 

Sexta.

12:45

Salgo para San MIguel. 

13:10

Llamo a Mavi. Quedamos en la iglesia a las dos. 

Termino la lectura del capítulo 3 de san Marcos. 

Lectura de El Señor, de Guardini. 

13:45

Lectura de La cena del cordero. 

Segunda sesión de WhatsApp. Veinticinco mensajes. 

14:00

Voy a la iglesia. Mavi y Henares ya han llegado y están mirando fijamente al sagrario. Nos saludamos y vamos al mesón El Prado que está lleno de seres humanos. Mavi me dice que los viernes no come carnes. La felicito y pedimos merluza a la plancha. Henares sí come carnes los viernes y pide un arroz con pollos. Me cuentan muchas cosas. 

16:00

Acompaño a Mavi y a Henares a su coche, nos despedimos y voy a la iglesia donde me esperan Armin y Ana Isabel para hacer algunos preparativos del Concierto de Adviento. 

17:00 

Nos despedimos y mando a las listas de difusión de las parroquias los horarios del misa y del concierto del sábado. Mando también una minicatequesis a Carmen y a José María 

17:16

Me siento ante el sagrario. 

Se me acerca una señora y me pregunta que si se pueden encender velas en la iglesia. Le digo que sí. Me dice que le han dicho que no se puede. Le pregunto que si se lo ha dicho el obispo o el Papa. Se ríe y me dice que no, que lo dice la gente. Le digo que la gente inventa cosas y que solamente hay que hacer caso de lo que digan el obispo y el Papa. Nos despedimos. Promete volver con un cargamento de velas para alumbrar a los santos.  

Sigo con mi oración. 

17:46

Vuelvo a la casa abadía y escribo esto. 



18:15

Salgo para Los Montesinos. Misterios dolorosos con Benedicto XVI. 

18:30

Misa en Los Montesinos. En la plaza han organizado una especie de festejo navideño: All I want for Christmas is you, y eso. La música apenas deja oír a los lectores. El follón va in crescendo hasta que, en el momento de la consagración, se hace el silencio de repente. Acaban los fieles de aclamar con el «anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección…» y, otra vez, comienza el estruendo. 

Terminada la misa veo que tengo una llamada perdida. Es de Wilder. Lo llamo. Maravillosa noticia: le han concedido la residencia después de casi cuatro años de papeleo, llamadas telefónicas y abogados. ¡Bendito sea Dios!

19:10

Vuelvo a San MIguel terminando de rezar los misterios dolorosos con BXV. Paso por Más y Más. 

Voy a la iglesia. Vísperas. 

19:50

Tercera sesión de WhatsApp: cuarenta y dos mensajes. Conforme voy leyendo y contestando van entrando otros. 

20:05

Me preparo una cena ligera —queso de Mahón y pan— oyendo La brújula. 

20:30

Retomo la lectura de Seréis como dioses. 

21:00

No tengo que cerrar la iglesia porque va a ensayar el coro. 

Completas. 

Escribo esto. 

jueves, 28 de noviembre de 2024

Diario. Jueves, 28 de noviembre de 2024

 San MIguel de Salinas

jueves, 28 de noviembre de 2024


8:30

Abro la iglesia. 

Oficio de lectura y laudes.

Me siento ante el sagrario. 

9:30

Llega Joan. Charlamos. 

Voy a asear un poco la casa abadía. 

En WhatsApp encuentro ocho mensajes que llegaron anoche y dos de esta mañana. 

Los de anoche son:

De doña Nati: que ya ha pedido la lotería para Torremendo.

De Gabino. Dos mensajes recomendando Santiago. Un viaje espiritual. 

De Mavi, aceptando mi invitación para comer mañana. 

Del coro. 

De Armin. Quiere saber si he encontrado el alargador. 

De Linelly, desde Guatemala. 

De Carmen y José María, muy contentos porque han conseguido hacer su expediente matrimonial. 

Los de esta mañana: 

De Patricia: la consideración espiritual cotidiana. 

Del archidiácono: que va a venir un señor y me va a entregar ochenta euros para que los ingrese en la cuenta del obispado. 

10:20

Vuelvo a la iglesia.

Exposición del Santísimo. 

11.00

Misa votiva de la eucaristía porque es jueves. La ofrecemos por Paco.

11:30

Me despido de Joan, de Teresa, de doña Nati y de Andrés. 

Lo que otros encuentran en el golf o en la natación lo encuentro yo en la consulta del dentista. Ir al dentista es una de mis actividades preferidas en el tiempo libre. Me felicito porque hoy tengo consulta a las doce. Terminada la sesión, me sabe a tan poco que pido repetir. Me dan otra cita para el diez de diciembre. 

12:45

Voy a salir para Torrellano. Hay un coche bloqueando la salida del garaje, etc. 

13:30

Aparco en Torrellano y voy a comer a La posada. 

14:15

Salgo para La Torre.

14:30

Nada más llegar enciendo la calefacción y, mientras se caldea la casa, riego unas plantas y paseo por el palmeral rezando los misterios luminosos, todo lo cual me tonifica y me quita de encima la somnolencia que amenazaba con apoderarse de mí después de la comida. 

15:10

He traído de San MIguel —para dejarlos aquí— tres libros: La Pasión de Cristo, de Ibáñez Langlois;  Vessel of Clay, de Trese y Quién lo diría, de Eloy Sánchez Rosillo. Abro el último, al azar, y encuentro esto:


          MIENTRAS AMANECE


ACUDE a mí, canción,

dame tu levedad, ven con tu gracia.


Yo pondré mi sentir,

pues de poco me valen las palabras. 


¿Lo ves? Despunta el día.

Canción, ayúdame. Di con tu música

la luz del alba. 


Escribo esto. 



16:00

Apago la calefacción.

Ayer cometí el error de quedar hoy, a las seis, en san Miguel, con Darío. Si no quiero correr ni llegar tarde a la cita, tendré que salir de La Torre a las cinco. No importa. 

Coloco algunos libros en la biblioteca y hojeo otros. 

Al poner en su sitio el tomo primero de los Diálogos de Platón, encuentro entre las páginas del tomo tercero un tarjetón firmado por Fátima y Toño. Entre las páginas de El inconveniente de haber nacido encuentro una postal que me mandó MGC desde Montreal y un aforismo de Ciorán que dice más o menos: «Si me gusta la correspondencia de Dostoyevski es porque habla de dinero y de enfermedades, los único temas candentes. Lo demás es adorno y fárrago». 

Vísperas.

16:50

Me dispongo a salir pero me encuentro con Manolo que está laburando en el jardín y se me acerca para comentar la actualidad política: Aldama y todo eso. 

17:05

Nos despedimos y salgo para San MIguel escuchando una piadosa meditación. 

17:50

Esto entrando en San MIguel cuando suena el teléfono. No puedo contestar a la llamada, es Darío.

Aparco y salgo a su encuentro. Nos presentamos, sacudimos nuestras manos, vamos a los locales parroquiales y charlamos largamente.

18:40

Nos despedimos. Vuelvo al garaje para recoger mi Mac, voy a la casa abadía y escribo esto. 



19:10

Se me rompe una copa cuando la saco del lavaplatos. Barro cuidadosamente la cocina. 

Leo un artículo de Víctor Lenore —Madrid cabreado, Madrid relajado— que tuitea Carlos Marín-Blázquez. Muy bueno. 

A partir de este momento todo se vuelve confuso en mi memoria  y ya no puedo dar fe de las horas. 

Sé que he estado en la tienda de Isabel, que he escrito una cartita al Consejo de Pastoral, que he cenado, que he trasteado en las RR SS, que he mandado un mensaje de agradecimiento al arcipreste por la reunión de ayer y que ahora, bien pasadas las nueve y media de la noche, he acabado de escribir esto y me dispongo a ir a la iglesia para rezar completas.