San Miguel de Salinas
miércoles, 11 de septiembre de 2024
7:00
Todavía no ha empezado el crepúsculo. Es de noche.
Voy a la panadería para pedir que muevan el coche de la policía y dejen libre la salida del garaje.
7:20
Ahora sí, todo está envuelto en luz crepuscular.
Preparo el altar.
Oficio de lectura y laudes.
El vigilante no ha abierto la puerta de la capilla y la congregación tiene que entrar por la sacristía.
8:00
Primera misa votiva de san José porque es miércoles.
8:30
Recojo todo y me siento para mirar fijamente al sagrario. Me acompaña AR que ha venido a hacerse una revisión.
9:10
Mando un mensaje a AB: que la capilla está cerrada.
Mando un mensaje al grupo de WhatsApp del hospital: que si alguna vez encuentran cerrada la capilla, llamen a AB o pidan en recepción que el vigilante la abra.
Voy a ver a Josefa. Murió ayer. D.E.P.
9:30
Vuelvo a San Miguel sin subir los ochenta y un escalones.
10:00
Saludo a Joan que ya ha llegado a la iglesia.
Lectura del Evangelio según san Lucas.
Me revisto y voy al confesonario.
Trasteo en X.
Tercia.
Leo el capítulo titulado «Una brizna de heroísmo» de «Una escala humana».
11:00
Segunda misa votiva de san José.
Después de misa entran en la sacristía tres señoras filipinas para que les bendiga el agua, la sal y tres velas.
En la colecta aparecen tres billetes de dólar.
12:00
Me despido de Joan y voy a la casa abadía. Ángelus.
Lectura del «Lisis, o de la amistad» de Platón.
13:00
Cuarenta y seis wasaps. Mariano: que está muy malito y quiere verme. África responde a un mensaje que mandé la semana pasada a su padre: Rafael murió el 26 de marzo. D.E.P. Rosario: que está en Oxford y que se acuerdan mucho de mí. G: que la llame cuando pueda. María: que viene a cenar esta noche.
Llamo a G. Que si podemos vernos el viernes a las 11:30. Que sí.
Se me acumulan los mensajes no leídos: treinta y seis. Pero ya es tarde.
Lectura de «Las Moradas».
Le doy un repaso al despacho (encuentro dos cucarachas muertas), me cambio de camisa y salgo para casa de doña Nati.
14.00
Doña Nati está hablando con su hija Eva y me pasa el teléfono: Que si he visto que están pintando la puerta de la iglesia de color azul cielo. Que cómo no iba a haberlo visto. Que si mi gusta ese color. Que me gusta más para el cielo que para la puerta. Que a ella no le gusta nada.
Después de comer empiezan a llegar comentarios en Fbk: «Pues, la verdad… mu bonico no está!!! No lo veo… de quién ha sido la idea?». «Aver… voy a esperar… y opino». «Joer… con lo bonico que está». «Eso se arregla con otra capa. No alarmarnos». «Está mejor que estaba, pero ese color». «Madre mía». «No me creo que dejen eso así baya esperpento por dios». «Horrible». «Un señor que estaba por allí mirando me ha dicho que si en este pueblo no habemos nadie para pintarla que nos tenemos que conformar con el color que le pongan». «Parece la casa de los pitufos».
Me despido de doña Nati y voy a hacer la visita al Santísimo.
15.00
Noticias en Antena 3.
15:23
Wasap de Teresa. Que si podemos vernos a las cuatro y media. Que sí.
15:35
Misterios gloriosos.
16:00
Entro a trastear en La casa romana.
16.15
Bajo al patio de los locales para echar un vistazo al tronco de brasil y al ficus. Los encuentro muy bien y además, encuentro a Iván, el belga. Charlamos un poco y voy a la iglesia.
16:30
Me siento con Teresa en el rincón de San Miguel y charlamos.
17:15
Vuelvo a la casa abadía. Se me ha hecho tarde y, si voy a visitar a Mariano, corro el riesgo de llegar tarde a La Mata. Mando un mensaje a Mariano.
Vísperas.
Repaso mi librito de Patrología.
17:50
Recojo el despacho. ¿Donde está mi teléfono? Recorro la casa abadía y nada.
Salgo para la iglesia. Cuando estoy entrando A viene corriendo y, como enfadada o algo así, me increpa: «Don Javier, ese color azul no se puede quedar así!». Le contesto: «Me esperan en la Mata. Luego hablamos». Encuentro mi teléfono en el rincón de San Miguel. ¡Qué alivio! Salgo para La Mata.
18:20
Aparco en La Mata. Tengo ocho minutos de paseo para leer el capítulo titulado «Atico» de «Una escala humana». Hago el camino en diez minutos. El Santísimo está expuesto en la parroquia. Me siento para hacer mi oración de la tarde.
19:00
Tercera misa del día.
19:35
Vuelvo a San Miguel para cambiarme de camisa antes de ir a Los Montesinos. Mando un mensaje a María: que si nos vemos en la Posada a las ocho y media. Que sí.
Llego a la Posada con quince minutos de retraso. María y María ya están sentadas en la mesa y se muestran muy comprensivas con mi retraso. Cenamos y charlamos mucho.
22:00
Nos despedimos. Vuelvo a San Miguel. Encuentro a Wilder saliendo del garaje de doña Nati donde ha dejado su moto. Me ofrezco para llevarlo a su casa. Acepta. Charlamos y nos despedimos. Vuelvo a la iglesia. Completas.
Se acabó el día.
Una duda me corroe (sin acritú): ¿esos policías no pueden aparcar en otro sitio mientras se toman el café? Ya más de una vez les ha tenido que pedir que lo quiten de la puerta del garaje.
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