jueves, 29 de febrero de 2024

Diario. Jueves, 29 de febrero de 2024

 San Miguel

jueves, 29 de febrero de 2024


Anoche, hacia las 22:40, Paco entregó su alma al Señor. Pocos minutos antes, su amable esposa y yo, con otros feligreses de san Miguel, habíamos terminado nuestra novena a san José, patrono de la buena muerte que es la de quienes mueren en gracia de Dios, enamorados.

¿Quien es Paco? Solo Dios lo sabe. Yo lo conocí hace cosa de trece años, cuando don Rafael Palmero Ramos, obispo de Orihuela-Alicante, me hizo la gracia de nombrarme párroco de San  Miguel. 

¿Cómo lo conocí? Muy fácil.  Paco y Nati eran amiguísimos de mi amable predecesor, don Alfredo. Decir que lo querían sería quedarse cortos. Decir que don Alfredo se hace querer es hacer justicia a don Alfredo.

Pues  bien, doña Nati y Paco —amiguísimos de mi amable predecesor— pusieron todo su empeño en quereme a mí como habían querido a don Alfredo y como habían querido antes, al predecesor de don Alfredo y como habían querido antes al predecesor del predecesor, del predecesor de don Alfredo. 

La iniciativa la tomó Paco. 

Escribía yo un día en mi diario que, después de ducharme, había tenido que secarme con unas sábanas porque no había toallas en la casa parroquial. Al día siguiente Paco se presentaba en la parroquia con unas toallas y diciendo: «Me he enterado de que necesita usted toallas. Quisiera que estas le fueran de utilidad».

Escribía yo un día en mi diario que había desayunado café sin azúcar porque no tenía azúcar y, al día siguiente, Paco aparecía en la parroquia con un paquete de azúcar y, como disculpándose, me decía: «Me he enterado de que no tiene usted azúcar y he pensado —espero que no le moleste—que quizá podría usted hacerme el honor de aceptar este obsequio». 

No tardé en darme cuenta de que Paco era un  caballero. 

¿Cómo llegamos a ser amigos? 

La iniciativa la tomó doña Nati que, un buen día, tomó la  resolución de invitrame a comer a su casa. Inmediatamente comprendí que había sido doña Nati quien había convertido a Paco en un caballero pues, como es sabido, no es el nacimiento sino el amor lo que nos ennoblece. Nos hicimos amigos de inmediato. Creo que, desde entonces, he desayunado y/o comido y/o cenado y/o visto con ellos el Pasapalabra y/o las noticias casi todos los días.

Una de las primeras cosas que me llamaron la atención  de Paco fue su afición por la música. 

Paco, hijo del peluquero de San Miguel, nació en 1931. Hizo la mili en San Javier, con los aviadores, aunque solamente voló una vez y bajó del avión vomitando. Entonces lo asignaron al cuerpo de peluqueros de la aviación. Licenciado con honores, se casó con doña Nati, se fueron de viaje de boda a Valencia y nunca más salió de la provincia de Alicante. De San Miguel de Salinas solamente salía para pescar en su barco o para cazar perdices con reclamo. 

Su larga vida transcurrió entre su casa, su  peluquería —aneja asu casa—y sus excursiones al Mediterráneo.

Hombre de orden pero, ante todo, caballero, tuvo dos encuentros con la policía. 

El primero a raíz de una denuncia falsa. Un malandrín lo denunció anónimamente ante el sindicato de peluqueros. La policía se presentó en su casa. Paco voló a Alicante en su moto para defenderse ante el sindicato de peluqueros y salió victorioso del lance. 

El segundo, muy emocionante, tuvo que ver con cierto insensato que osó meterse reiteradamente con una de sus hijas. Antes de que se agotara su paciencia, Paco decidió ir a buscar al insensato y pegarle un buen tortazo. Hizo bien porque, si hubiera esperado a que se agotara su paciencia, le habría dado un tortazo y un puntapié. Creo que la policía confinó a Paco en su casa durante una semana. El insensato que acosaba a su hija es ahora un ciudadano ejemplar y la policía de San Miguel nunca más volvió a tener quejas de Paco.

En su peluquería —hoy regentada por uno de sus nietos— siempre se oía la música de Radio Nacional Clásica y en su casa, doña Nati y él se las arreglaban para atender a la multitud de hijos, nueras, yernos, nietos curas y amigos que se arrimaban a ellos. 

La gente que frecuentaba su casa era variadísima. Normalmente, conforme envejecemos, el círculo de nuestras amistades se va reduciendo. Pero con  Paco y Nati, al contrario, ese círculo no ha dejado de crecer. Francisco, el fisio, por ejemplo, obró el milagro de  devolver la movilidad a unos dedos  de Paco que se habían atrofiado un tantico tras años de manejar las tijeras. De inmediato, el fisio y su esposa Mercedes se unieron a los frecuentadores de Casa Paco. Podías encontrar allí a un director de orquesta húngaro, a los propietarios de la más famosa librería londinense, a unos suizos enamorados de Españita, a unos esposos colombianos con sus  hijas que son como dos princesas de cuento, al arcipreste... Uno de los últimos amigos que se incorporó a ese círculo creciente fue un mozo inglés llamado Matthew que, durante un año, estuvo yendo cada día a visitarlos para aprender español.  Aprendió español y se hicieron más que amigos. Ahora Matt, desde Coventry,  anda llorando a Paco como se llora a un abuelo muy querido. 

En las tertulias —interminables— se charlaba por los codos. Paco era una mina de anécdotas hasta que hace cosa de un año empezó a tener dificultades para hilvanar las frases. A pesar de ello se alegraba con las visitas y seguía con interés las conversaciones. Poco a poco empezó a apagarse. 

Todavía reaccionaba a algunas cosas. Si le proponíamos rezar un rosario se alegraba y lo rezaba con nosotros. Si poníamos música sonreía y movía las manos como un director de orquesta mientras tarareaba la melodía. Si recitábamos alguno de sus poemas favoritos coreaba los versos más famosos.

Poco a poco también se despidió de todo eso. Iba encorvándose en su silencio y, de vez en cuando, con los ojos, buscaba a su querida esposa que, hasta el último momento, ha estado junto a él.

Comulgó por última vez en enero de este año y, cuando ya me despedía de él y de doña Nati, me besó la mano. Yo, claro, besé sus dos manos y salí pitando para que no me vieran llorar. 

9 comentarios:

  1. Es usted muy amable....con tan bonita y real historia. Gracias!!

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    1. (Javier) A ti, seas quien seas. Gracias.

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  2. Emocionada con esta bonita historia, tan bonita como conocida. Orgullosa de mis padres, ambos a la par.❤️

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    1. (Javier) Deduzco que eres Eva o Irene. Tenéis motivos para estar orgullosos de ellos. Un abrazo.

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  3. D.E.P. Paco. Sin conocerle personalmente, pero sí a través de tu blog y de tus siempre amables palabras, hoy le encomiendo y me encomiendo a él. Un abrazo para usted y otro para doña Nati y su hermosa familia.

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    1. (Javier) Gracias a usted, oiga, sea quien sea, por su mensaje y por esos abrazos que consuelan mucho. Dios se lo pague.

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  4. Emocionada con esto. Qué suerte haber conocido a Paco y haber sido su amigo. Dios tenga en su gloria a Paco.

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  5. Que suerte he tenido al haberme dado tiempo de conocer un poquito a.tan maravillosa pareja.Es iun honor y una.gracia inmerecida aquí estoy para seguir aprendiendo de doña Nati
    Estoy muy necesitada de.su amable compañia.Graciss, don Jsvier.

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  6. Acabo de leer... Muchas gracias por su diario. Un abrazo para doña Nati y su familia. Rezo por su esposo. D. E. P.

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Es usted muy amable. No lo olvide.