Diario. Domingo, 18 de febrero de 2024

 San Miguel de Salinas

domingo, 18 de febrero de 2024

Primer domingo de Cuaresma. Misa de diez en Torremendo. Hay que explicar a los niños la historia de Noé y hablarles de lo que es una alianza, de la fidelidad de Dios y de nuestras infidelidades. No siempre es fácil mantenerse fiel pero no podemos conformarnos con un «no puedo». En Cuaresma, y siempre, debemos transformar el «no puedo» de nuestra debilidad en oración confiada: «yo solo no puedo, pero tú, Señor», puedes cambiar mi corazón. Después de misa, en la catequesis, preguntas dificilísimas a  los niños. Luego los he dejado con Sonia porque Yoli tenía reunión con los padres de los niños. 

Misa de doce y media en san Miguel. Lo mismo. Al terminar la misa, en la puerta de la iglesia, he saludado a un joven polaco que está pasando unos díasde vacaciones en España. Justo en ese momento, bajaba Zvignev con los del coro y yo, muy emocionado, pensando que les daría una alegría, los he presentado: «Zvignev, este ser humano es polaco». Para mi sorpresa, no se han emocionado nada. Han estrechado sus manos, se han dicho algo en polaco y cada uno se ha marchado por su camino. Zvignev ha vuelto luego para decirme que quiere regalar a la iglesia un cuadro de Divina Misericordia. También he saludado al belga que viene a Misa cada domingo con una especie de saco en el que va metido su perro. Le he preguntado por el nombre del perrro y me ha contestado: «Hercule». Yo, bromeando: «Ah ! Hercule Poirot». Él, muy serio, a meneado la cabeza es señal de negación y ha sacado los bíceps para evocar al hijo de Júpiter. 

Entre misa y misa hemos tenido reunión del consejo de pastoral. Alfredo ha preparado una presentación muy clara y completa para hablar a los distintos grupos del la parroquia del objetivo pastoral propuesto por la diócesis para este año: el primer anuncio. Muy bien. 

De vuelta a casa me he encontrado con Sergio, el maestro relojero. Hemos quedado en que lo llamaría por la tarde para dar un paseo. 

He comido con doña Nati, Paco, José María, Eva, Miguel y Raúl. Carlos, que ha venido a ayudar a acostar a Paco, noha querido quedarse a comer y se ha llevado un plato de arroz para devorarlo a solas en su cueva. Raúl seha ido enseguida porque salía para La Rioja para visitar a su novia.

Por la tarde he llamado a Sergio. Hemos ido a Torremendo recitando poesías. No conocía el lugar. Le he enseñado la iglesia. Quería presentarle a Yoli y al archidiácono pero, cuando sospechan que voy a ir, se esconden. No hemos podido encontrarlos. Entonces hemos vuelto a San Miguel para recoger a Wilder, ir a la gasolinera, comprar una bombona de butano y llevarla a casa. Hemos acabado comiéndo sándwiches de jamón y queso en JJ. Los mejores de la comarca. Como Sergio anda buscando una habitación para alquilar,  he llamado a Carlos para saber si hay sitio en la caverna donde el habita. Me ha dicho que hablaría con su huésped y que me llamaría más tarde. 

Me ha llamado hace veinte minutos y me pasado con la dueña del antro. Se llama María. Al parecer hay otra persona interesada en la única habitación que está libre. Si no se la queda, se la ofrecerá a Sergio. 

Son las 22:00