viernes, 8 de septiembre de 2023

Diario. 8 de septiembre de 2023

 viernes, 8 de septiembre de 2023

7:30

Hospital: Meditaciones sobre la misa, de Theodor Schnitzler.

8:00

Misa de la Natividad de la Virgen. Por la salud de A. 

8:45

Llevo la comunión a Encarna que ingresó ayer. 

9:30

Vuelvo a San Miguel.

Sonata para piano n.º 2 en la mayor, op 2. Daniel Barenboim.

10:00

Lectura del libro de Oseas. 

Oficio de Lecturas y laudes.

Correo electrónico. Boletín de sacerdotes. Veamos: El obispo nos pide que hoy, en la Misa, encomendemos el principio del curso y los trabajos pastorales de la diócesis. Tomo nota. Mañana serán ordenados dos nuevos sacerdotes en la concatedral. Bien. Muy bien. El día 22 a las 20:00, presentación del PDP en el Colegio de Santo Domingo. Tomo nota. ¡Nombramientos! Veamos: Javier Vicens,  Javier Vicens,  Javier Vicens… ¡Nada! Sigo esperando mi nombramiento de Gran Chambelán. Carta de saludo del nuevo vicario general. Bien. 

Correo ordinario: Publicidad, publicidad, publicidad… A la basura. Caja Rural. A la carpeta de cuentas. 

¿Hay que ordenar la carpeta de las cuentas? Sí.

Wasap. 32 mensajes. 

Código de Derecho Canónico. Libro VI. Parte I. Títulos 1 y 2. cc 1311-1320.

11:45

Cruzando la plaza voy a la Iglesia. 

12:00

Misa de la Natividad de la Virgen. Por los trabajos pastorales de la diócesis y por la salud de A.

12:45

Voy a la Caja Rural.

13:00

Leo la columna de EGM en La Gaceta de la Iberosfera; la tercera del ABC de ayer, de Ricardo Calleja y las noticias de El Español. 

Sexta.

Pongo a trabajar al robot aspirador y me voy a comer a casa de doña Naty que no celebra hoy su santo. Naty y Paco encienden una velita por la salud de A. 

15:10

Visita al Santísimo. 

Limpio el robot aspirador y lo pongo a trabajar de nuevo.

Pongo la lavadora y quito el polvo de la biblioteca. 

Me siento a leer la Divina Comedia y me quedo frito. 

16:00

Cruzando la plaza voy a la iglesia. Alguien ha dejado una bolsa con alimentos sobre la pila bautismal. Ya no podemos almacenar alimentos porque las nuevas normas sanitarias etc. Hay que darles salida hoy mismo. 

Misterios dolorosos por la salud de A. Entran en la iglesia dos extranjeros, se sientan para rezar un rato, recorren las capillas, encienden una velita y se marchan dedicándome una sonrisa… ¿amable? Sí, amable.

30 meditaciones con el evangelio, de Javier Mira. Meditación octava. Mt 1, 1-16. 18-23.

Limpio el confesonario. 

Me siento en la parte del ministro. Mientras espero alguna pesca milagrosa repaso la Historia de la Iglesia de Hertling. Inocencio III nombró a Esteban Langton arzobispo de Canterbury. ¿Por qué el rey Juan no quiso aceptar al nuevo arzobispo? No lo sé. Pero el pontífice excomulgó al rey de Inglaterra que, abandonado por todos, pidió perdón y se avino a convertirse en vasallo del papa. Dice Hertling que por eso pasó a las crónicas como Juan sin Tierra. Debe de ser un error del sabio historiador porque, al parecer, fue el propio padre de Juan quien le dio el apodo de lackland. Durante el pontificado de Inocencio III nacieron las órdenes mendicantes —franciscanos y dominicos—, y se celebró el Concilio de Letrán —duodécimo ecuménico— que definió la doctrina de la transustanciación contra los albigenses y promulgó el precepto de la comunión por Pascua. 

Vísperas. 

Irene. Que si podemos celebrar el funeral de Antonio el sábado 16. Sí, podemos. 

Divina Comedia. Ahora sí. Infierno, canto XXIII. El colegio de los tristes hipócritas. Canto XXIV. Los ladrones. Manifucci. Canto XXV. Caco. 

18:30

Llevo los alimentos a casa de doña Naty para que se los dé a a A. Hay una señora fumando, sentada en los escalones de la entrada. Se disculpa y se aparta un poco para dejarme pasar. Pienso: «es vasca». Saludo a doña Naty. Me dice que el paquete que tenía que recoger A ya se lo ha llevado su hija. Decido llevar los alimentos directamente a casa de A. Me despido de doña Naty. Al salir, charlo con la fumadora. Me cuenta que es de Bilbao y que lleva treinta años viniendo a San Miguel. Que antes iba siempre a misa pero que ahora se ha roto algo. Que reza pero no simpre: unas veces sí y otras no. Que a sus hijos les dice que Dios está primero que ellos. Que no quiere molestarme. Que lleva una hora esperando a su marido que es un pesado y un machista. Nos reímos un poco y nos despedimos. Yo: ¡Viva Bilbao! Ella: ¡Y viva Dios, y la gente buena! Yo: Amén.

Llevo los alimentos a casa de Ana y vuelvo a la casa abadía. Me he dejado el teléfono en el coche y me toca volver al garaje. Aprovecho para sacar la basura. Vuelvo a casa y me tomo un zumo de limón Don Simón. 

Tiendo la ropa. 

Martirologio Romano. Elogios del día 9. 

Leo las lecturas y las oraciones de la misa del domingo XXIII. 

Ezequiel: «Te he puesto de centinela en la casa de Israel». Salmo: «Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor». Romanos: «La plenitud de la ley es el amor». Aleluya: «Ha puesto en nosotros el mensaje de la reconciliación». Mateo: «Si tu hermano peca contra ti, repréndelo a solas». «Lo que atéis en la tierra quedará atado en los cielos». «Donde dos o tres está reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos». 

Oigo un comentario bíblico en YouTube. 

Muy bien. hago un esbozo de homilía brevísima. 

20:00

Voy a visitar a Naty&Paco. Charlamos largamente. 

21:40

Voy a la iglesia. El coro está ensayando. Delia, desde el coro alto con todos los del coro apoyados en la barandilla del coro alto, y yo desde la nave mantenemos —a voces y entre risas— una conversación que haría las delicias de Berlanga. 

Vuelvo muy contento a la casa abadía. Escribo esto con un poco de prisa porque mi propósito de acostarme a las 22:00 está apunto de naufragar. 

Que sea mi último pensamiento del día para Nuestra Señora ¡tan amable y tan recién nacida!

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