martes, 19 de septiembre de 2023

Diario. 19 de septiembre de 2023

martes, 19 de septiembre de 2023

6:30

Oficio de Lecturas y Laudes.

Meditaciones sobre la misa, de Theodor Schnitzler.

7:00

Desayuno con Cope. 

Pongo las sábanas en la lavadora. Pongo la lavadora en marcha.

7:30

Lectura del libro de Joel. 

Manual de teología dogmática, Ludwig Ott (pp 83-89).

8:15

Código de Derecho Canónico. Libro VI. Parte I. Título 5. cc 1341–1353.

9:00

Tercia. 

Repaso del Misal Romano. (273 - 287)

9:43

Me llama el archidiácono. Que los del tanatorio quieren hablar conmigo. Que me manden un wasap. Que ya me lo han mandado. Wasap del tanatorio. Ha muerto Luisa. El entierro será mañana a las 17:30 en Torremendo. Lo comunico en la lista de difusión de la parroquia. 

10:00

Voy a la iglesia. ¿Por qué está el pueblo tan extrañamente silencioso? No hay tráfico y no e ve un alma. Ni Bernardo. 

Abro la iglesia, enciendo las luces y vuelvo a casa porque he olvidado las toallitas que lavé antier. Vuelvo con las toallitas. Enciendo la luz de la sacristía porque el día está gris y, sobre todo, porque la persiana está bajada. Subo la persiana. Preparo los libros. Llega Teresa. Nos saludamos. También ella ha reparado en que el pueblo está extrañamente silencioso y aventura que será porque el día está gris. Me revisto y voy al confesonario con La Antorcha. 

11:00

Misa. San Jenaro, obispo y mártir. Por la pronta recuperación de A. 

11:40

Preparo el misal para mañana. Santos mártires Andres Kim y Pablo Chong. Pongo un purificador limpio en la piscis. Voy al banco y observo que la plaza está cortada al tráfico. Misterio resuelto. En la plaza hay un grupo de diecisiete franceses holgando. 

Entro en la iglesia y saludo a dos ecocesas que: 1. Están cantando. 2. Me saludan. 3. Alaban la acústica de la iglesia. 4. Me preguntan que cuándo es el próximo servicio y que si son bienvenidos los visitantes.

Por mi parte: 1. Alabo su canto. 2. Les digo que el próximo servicio será mañana a las 11:00, si Dios quiere, y que los visitantes siempre son muy bienvenidos, sobre todo si cantan. 3. Rezo el ángelus ante la imagen de la Virgen del Rosario. 

12:15

Apunto en las cuentas el ingreso que he hecho en el banco. 

Voy a visitar a Pepe. Toco el timbre. Se oye el bzz-bzz del portero automático. Empujo la puerta y nada. Bzz-bzz… Nada. Veo que Gloria baja para abrirme. Nos saludamos y subimos a la habitación de Pepe. Me reconoce. No puede comulgar. Hacemos un acto de  contrición, le doy la absolución y hacemos una comunión espiritual. Gloria me cuenta algunos recuerdos de la parroquia y otras cosas. Nos despedimos. 

13:10

Pongo sábanas limpias en la cama. 

Arreglo el baño. 

El infierno. Cantos XXVIII y XXIX.

14:00

Voy a comer a casa de doña Naty. De camino me aborda un irlandés. Que si puedo indicarle dónde se encuentra la oficina de turismo. Me ofrezco a acompañarlo hasta allá pero le advierto que suele estar cerrada. Comprobamos que no solamente está cerrada sino que presenta signos inequívocos de abandono e, incluso, de incipiente ruina. Le digo que no quiero meterme en sus asuntos pero que quizá yo pueda ayudarlo si me dice qué anda buscando. Anda buscando las cuevas. Me ofrezco a acompañarlo hasta las cuevas. Acepta. Nos presentamos sacudiéndonos las manos y charlamos amigablente. Me cuenta que está jubilado de la Marina irlandesa. Me invita a visitarlo en Cork. Que si quiero tomarme un café con él. Que sería maravilloso pero que me espera doña Naty para el lunch. Nos despedimos sacudiéndonos las manos. Vuelo a casa de doña Naty. De allí está saliendo X que ha dejado en casa de doña Naty la lotería de Navidad. Primer Adviento. 

15:30

Tengo que ir al tanatorio para rezar un responso por Luisa al hospital, para llevar la comunión a Encarna y La Mata para llevar la comunión a Ana. 

Hay un coche aparcado en la puerta del garaje. Lo quitan. 

Dos kilómetros hasta el tanatorio. Ya está.

Dieciseis kilómetros hasta el hospital. Misterios dolorosos con Benedicto XVI. Atasco al llegar a Torrevieja. Ya está. Ahora tengo que dar ciento quince pasos y bajar dieciocho escalones hasta la capilla. Ya está. Visita al Santísimo. Me pongo la bata. Pongo dos Formas en el portaviático. Veinticinco pasos hasta el ascensor. Ciento treinta pasos hasta la habitación de Encarna. Está con Aurelio y con otra visita. Los saludo. La encuentro muy bien. Se lo digo. Le doy la comunión, rezamos por Luisa, me despido y me voy. Ciento treinta pasos hasta el ascensor. Veinticinco pasos hasta la capilla. Me quito la bata. Ciento quince pasos y dieciocho escalones para llegar al coche. 

Tres kilómetros hasta La Mata. Toco el timbre. Abren la puerta y me anuncian que Ana sigue durmiendo la siesta. Prometo volver otro día. Me despido y me voy. 

Diecisiete kilómetros hasta San Miguel. Atasco al llegar a Torrevieja. Hay un control de la Guardia Civil. Tres coches y muchos guardias armados… ¿Hasta los dientes? Sí, hasta los dientes. Uno de ellos tiene en las  manos una trampa con pinchos para reventar las ruedas del listillo que quiera huir. Pongo cara de bueno. Me dejan pasar. 

Llego a San Miguel, reservo el Santísimo y rezo Vísperas.

30 meditaciones con el evangelio, de Javier Mira. Meditación décima novena. Lc 7, 11-17. El evangelio de la resurrección del hijo de la viuda me trae a la memoria lo que he leído esta mañana en el manual de Dogmática sobre la ciencia de Dios. Él se conoce a sí mismo (ciencia de contemplación),  conoce todas las cosas puramente posibles (ciencia de simple inteligencia) y, como aprendimos en el catecismo, conoce todo lo real: lo pasado, lo presente y lo futuro. Él sabe cuándo moriré y yo no se lo voy a preguntar. ¿Cómo te gustaría morir? En gracia de Dios. ¿Algo más? Pronunciando los nombres de Jesús, de María y de José. ¿Nada más? Nada más. 

18:35

Voy al despacho parroquial. Anoto algunas intenciones en el libro de misas. 

Voy a Más y Más. 

Para elegir el vino  hay que tener en cuenta el calendario litúrgico: solemnidad, fiesta, memoria o feria. Para un día como hoy, memoria de san Jenaro, un vino de menos de diez euros, desde luego. ¿Qué tal este Cune? Muy bien. 

La cajera es vizcaína. Me cuenta que ha estado fuera unos días, que volvió ayer de enterrar a su padre. ¡Vaya! ¡Lo siento! Tenía ochenta años y era de Getxo. ¿De Guetxo? ¡Qué suerte! Sonríe tristemente: «Sí, y era muy querido. Tenía restaurante. De toda la vida». ¿Cómo se llamaba? Jenaro. ¿Jenaro? ¡Hoy es su santo! Me mira sorprendida. Le prometo que mañana lo recordaré en la Misa. Como es vasca, ni llora ni nada pero se le ve la pena. «Mamá aún vive, lo ha cuidado muy bien». 

19:02

Vuelvo de Más y Más y pongo la mesa porque he invitado a cenar a Yoli y a David. Preparo la cena. 

Mientras espero a los invitados escribo esto y doy por terminado mi diario de hoy.  

2 comentarios:

Es usted muy amable. No lo olvide.