martes, 5 de septiembre de 2023

Diario. 4 de septiembre.

lunes, 4 de septiembre de 2023

6:00

Suenan el despertador y las campanas de la iglesia. Breve examen de consciencia: ¿Estoy despierto? Sí. ¿Me duele algo? No. ¡Bendito sea Dios! 

Bajo de la cama extremando las precauciones y me dirijo a la ducha recitando mis tres oraciones marianas preferidas para este momento del día, a saber: «Bendita sea tu pureza», «¡Oh señora mía!» y «Acordaos». 

Café con leches y tostadita con queso mientras oigo las noticias. 

7:00

Salgo de casa. El cielo está… ¿Plomizo? Sí, plomizo. 24º C.

Al abrir la iglesia encuentro en el zaguán los papeles que el viento, inconsideradamente, amontonó allí ayer. Saludo al Santísimo, enciendo las luces y me voy al hospital oyendo The Waste Land.

7:30

Meditaciones sobre la misa, de Theodor Schnitzler.

8:00

Misa por las benditas almas del purgatorio porque es lunes. 

9:15

Vuelvo a San Miguel oyendo el Trío para piano n.º 1 en mi bemol mayor, op 1.

Laudes y Oficio de Lecturas.

Preparo los libros para la misa en San Miguel. 

Barro los papeles que el viento, inconsideradamente, amontonó ayer en el zaguán de la iglesia. 

¿Hay que llevar al banco las colectas de ayer? Sí.

Están limpiando la plaza con una máquina de vapor muy ruidosa. Voy al banco. 

¿Hay que cerrar las cuentas de septiembre? Sí. Voy al despacho parroquial. Camino con pies de plomo porque la plaza está llena de carteles como los de McDonalds: «Atención, suelo mojado». 

Llego al despacho parroquial sano y salvo y cierro las cuentas de septiembre. 

11:00 

Bebo un vasito de agua de coco (fuente de potasio).

Me voy al confesonario y me llevo el ordenador para escribir esto.

Al cruzar la plaza extremo las precauciones. 

Al llegar a la iglesia admiro la limpieza del zaguán. 

Al llegar al confesonario enciendo el aire acondicionado y hago la comunicación de la última boda para el juzgado.

Retomo la lectura de la Historia de la Iglesia de Hertling. Estoy en la parte que habla del único papa inglés que ha habido hasta hoy y de sus relaciones con el emperador Barbarroja al que le irritaba horrores tener que sujetar la brida del caballo del papa. 

Teresa llama a la puerta del confesonario. Que hay un señor que quiere hablar conmigo. Salgo. Es un señor de Valladolid que, hace cosa de un año, me ayudó a reparar una rueda del coche. Cristina, una sobrina de su mujer, ha muerto en Bucarest a la edad de 31 años. ¿Podemos ofrecer la misa por ella? Sí. 

Del libro de Hertling sale un bichito, como un piojo. Lo observo detenidamente. Cuento seis patas. Lo pongo en libertad soltándolo en la puerta de la iglesia. 

12:00

Misa de difuntos por Cristina. 

12:43

Me despido de Teresa.

Sexta. 

Vuelvo a casa llevándome el ordenador. 

No puedo cruzar la plaza porque la han acordonado para que no pueda cruzarla. La rodeo. 

Pongo la lavadora. Limpio el robot aspirador porque no tengo el último modelo que se limpia solo. Una vez limpio, le ordeno que aspire mi habitación. Obedece al instante. 

Abro el libro de intenciones de misas y anoto treinta misas por Cristina. Escribo esto. 

13:43 

Voy a comer a casa de doña Naty. Rodeo la plaza que sigue acordonada. 

14:55

Salgo de casa de doña Naty. Cruzo la calle y entro en la iglesia por el garaje para hacer la visita al Santísimo. 

Salgo de la iglesia por la puerta principal admirando la limpieza del zaguán. 

Rodeo la plaza. En la puerta de la casa abadía felicito a los dos artistas que están dejando como nuevo el piso de la plaza. 

¿Hay que tender la ropa? Sí. ¿Hay que limpiar y cargar el robot aspirador y quitar el polvo saharaui acumulado en el cuarto de estar durante los meses de julio y agosto? Sí. Después de todo ello ¿habrá que ducharse y cambiarse de ropas? Sí. Pero, ¿no sería mejor echarse una siestecita antes? Recuerdo los versos de The Love Song of J. Alfred Prufrock: 

In a minute there is time

For decisions and revisions which a minute will reverse.

Decido no pensármelo ni un minuto y me pongo manos a la obra. 

16:00

Bebo un vasito de agua de coco (fuente de potasio) y me voy a la iglesia rodeando la plaza.

Misterios gozosos del santo rosario. Por el Papa que está regresando de Mongolia a Roma. 

16:30

30 meditaciones con el evangelio, de Javier Mira. Meditación cuarta. Lc 4, 16-30. (Feliz coincidencia de hora y versículos)

17:00

Preparo los libros para misa de mañana: votiva de los ángeles porque es martes. 

Con una medallita antigua que he comprado en Wallapop y una cinta roja y gualda, hago un llavero para la llave del sagrario. Quedo muy satisfecho conmigo mismo aunque reconozco que la calidad del trabajo no es como para tirar cohetes. 

17:30

Salgo para Torremendo donde he quedado con el archidiácono para coordinar la agenda de las fiestas. Rezo vísperas con el archidiácono. 

20:00

Vuelvo a San Miguel. En Más y Más me encuentro con Ana Isabel y Wilder. En la Iglesia rezo Completas y compruebo que las luces no funcionan. Se lo comunico por wasap a Benedicto, el electricista maravilloso. 

Antes de cerrar la iglesia me admiro ante la limpieza del zaguan. 

Cruzo la plaza, que está limpísima y perfumada por el galán de noche, y llego a casa. 

Benedicto me responde por Wasap que Iberdrola ha comunicado una incidencia que afecta a la iglesia. 

Ceno y leo los capítulos 7, 8 y 9 de la segunda parte de Humillados y ofendidos

Escribo esto. Tengo sueño. Son casi las doce de la noche.  

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