Diario. Martes, 9 de julio de 2024

 San Miguel de Salinas

martes, 9 de julio de 2024

8:30

21ºC

El verano está siendo muy agradable. Oficio de lectura y laudes. 

9:00

Desayuno en La Torre con Jaime, Lucía y Urraquita. Las niñas están más bien serias. Jaime y yo hacemos el tonto con las galletas y, al final, se ríen un poco. 

9:30

Salgo para San Miguel oyendo a Jano García y Gabriel Albiac que analizan los resultados de las elecciones francesas. Paro en la vía de servicio para poner 20 € de gasóleo. 

10:00

Llego a San  Miguel.

Meditación. 

10:40

Voy a la casa abadía par dejer mi maletita y vuelvo a la iglesia. 

11:00

Misa de la memoria de los santos mártires Agustín y compañeros. 

11:45

Salgo para el hospital de Torrevieja para visitar a Sergio, el maestro relojero de Chile. Hay una furgoneta muy bonita aparcada en la puerta del garaje. Toco el claxon y nada. Toco el claxon y un señor inglés me dice que cuatro marroquíes la han aparcado hace unos cuatro minutos y se han ido caminando calle abajo. 

Llamo a la policía local. Me dicen que llegan en un minuto. Justo entonces aparece un joven elegantemente vestido que me hace señas como de que va a quitar el coche. Llamo a la policía local: que no hace valta que vengan. 

12:20

Llego al hospital y me dicen que las visitas son por la tarde, de tres y media a ocho. La que me dijo que eran por la mañana de diez a dos, se engañaba. 

Toca volver a San Miguel. 

12:45

Llego a San Miguel. Hay un coche aparcado en la puerta del garaje. Toco el claxon y viene el propietario.

Tercia. 

Lectura de los Sermones paarroquiales de Newman.

Lectura del Evangelio de San Mateo. 

Leo  Inventario, Aunque tú ya lo sabes y Soy del Prado, de Jaime García-Máiquez. Luego me quedo un rato mirando al Cristo cargado con la Cruz de Bastiano del Piombo .

13:55

Voy a casa de doña Nati. 

14:45

Nos despedimos. Visita al Santísimo.

Ahora ¿una sietecilla? Sí, pero, primero, las noticias en Antena 3.

14:35

¿Ya la siesta? Sí, ahoritita. Pero, primero los misterios dolorosos. Y luego, como la tarde va a estar algo ocupada, la oración de la tarde y las vsiperas. 

16:00

¿Ya? Ya no tengo sueño y, además, quiero leer un comentario a las lecturas del próximo domingo. Y quiero archivar un montón de papeles y ya van a dar las cinco y tengo que ir al hospital de Torrevieja para ver a Sergio, el maestro relojero chileno. 

17:00

Están dando las cinco cuando paso junto a la torre del campanario de camino hacia el garaje. Hace calor al sol porque estamos en julio, pero nada agobiente. Muy bien. 

Hay un coche aparcado en la puerta del garaje. Estoy abriendo el garaje cuando vienen y lo quitan.

17:20

Saludo a Sergio con un apretón de manos. Cuando terminamos de sacudir nuestras manos él va y me abraza. Luego se pone las zapatillas, se sienta en la cama y me hace un gesto para  que me siente a su lado. En ese momento entra un enfermero bastante alto y muy amable que trae una silla de plástico porque en la habitación no hay nada más que una cama atornillada al suelo. 

Me siento en la silla de plástico y charlamos y charlamos. Sergio, como es chileno, habla como cantando suavecito. Le pregunto que si lo tratan bien en el hospital y dice que muy bien. Le pregunto por la comida y hace un gesto como diciendo que ni fú ni fa. Le pregunto que si era mejor la del restaurante chino y, por fin, sonríe. Sonríe como un niño y recordamos nuestra comida en el chino con Ana Isabel, Wilder y las niñas. Me pregunta por ellos. Charlamos y charlamos. Luego le digo que su hermana Silvia quiere hablar con él y que la voy a llamar. Y la llamo. Silvia me contesta desde Chile con su voz chilena y dulce. Le paso el teléfono a Sergio. Hago ademán de salir de la habitación pero Sergio me ruega que me quede y me quedo. Charlan y charlan. Luego Sergio me devuelve el teléfono y Silvia me manda maravilosas bendiciones desde Chile.  Sergio y yo seguimos charlando un buen rato. Cuando vamos a despedirnos me da otro abrazo bien largo.  

18:00

Salgo para el hospital Quirón.

18:10

En la capilla del Quirón, cojo el portaviático y me llevo al Santísimo para darle la comunión a Ana. 

18:15

Salgo para Guardamar. 

18:30

Ana está viendo el partido de Alcaráz con su hija. Le doy la comunión  y me despido. 

18:45

Vuelvo a San Miguel.

19:15

Llego a San Miguel con tiempo para cambiarme de camisa antes de salir para Los Montesinos.

19:30

Salgo para Los Montesinos. 

En la iglesia de Nuestra Señora del Pilar, un penitente pide confesión. Muy bien. 

20:00

Última misa. Me ayudan José Antonio y Marcos. Durante el lavabo, a Marcos le da la risa porque, como me explicará luego, en la sacristía, la jarra estaba demasiado llena y, por eso me ha lavado las manos, la casulla y los zapatos. 

Después de la misa, los monaguillos y yo nos  hacemos una foto ante el espejo de la sacristia. 

20:50

De vuelta a San Miguel, estoy saliendo del garaje cuando me llama Ana Isabel: que están haciendo compras y que, cuando lleguen a casa me llamarán.  

Me da tiempo a asearme un poco, a cambiarme de camisa y a leer algunos poemas de  JG-M. 

21:50

Salgo para la casa de Ana Isabel y Wider. Cenamos. Me despido. 

22:30

Completas. Apago la iglesia y cierro las puertas.