Diario. Lunes, 25 de diciembre de 2023.

 lunes, 25 de diciembre de 2023

00:00

Dominus dixit ad me. 

Comienza la misa de gallo. No hay coro. Me ayuda Samael. Han venido sus abuelos. En total somos unas treinta almas, la mayoría resfriadas o maltratadas por algún virus navideño.  Muy bien, no pasa nada. 

Al terminar la misa tosemos algunos villancicos de toda la vida, incluido uno inglés, y felicitamos a Manola que nació en Nochebuena. 

01:00

Apago las luces, cierro la iglesia y voy a la casa abadía. 

…

8:30

Temperatura: 5ºC. Indice de calidad del aire: desfavorable. 

Me tomo un café con leches. 

9:00

Oficio de lectura y laudes. 

Meditación con las lecturas de la Misa de la Aurora. 

9:30

Salgo para Torremendo. Me gustaría que alguien me explicara por qué  razón este aire limpio y fresco es, según el ICA, desfavorable. 

9:45

Saludo al archidiácono y a Yoli. Nos deseamos lo mejor para la Navidad. El archidiácono y yo nos revestimos. Yoli no se reviste. Cada vez que veo a una chica revestida con ornamentos y sentada en el presbiterio salgo corriendo. 

10:00

Misa de la Aurora, a pesar de la hora. 

Para la homilía toma la palabra el papa san León Magno: «Nos ha nacido un Salvador, alegrémonos. No hay sitio para la tristeza cuando acaba de nacer la vida que disipa el miedo a la muerte y trae una promesa de eternidad. Y nadie puede pensar que no está llamado a participar de esta alegría: Dios, que no encontró a nadie sin culpa, nos ha liberado a todos. Se alegra el santo porque se acerca la victoria. Se alegra el pecador porque se le ofrece el perdón. También los que no son cristianos deben alegrarse, porque también ellos son llamados a la vida. La Navidad solamente puede ser mala noticia para el diablo porque Dios, uniéndose a la naturaleza humana, nos ha rescatado del poder del diablo y de la esclavitud del pecado. Por eso cantan los ángeles: “Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres  que ama el Señor˝. Por el bautismo hemos sido hechos partícipes de la naturaleza divina. Recordando nuestra dignidad cantaremos también nosotros con gozo un cántico de acción de gracias para la gloria de Dios cuando la luz que brilla por la fe en nuestro espíritu, resplandezca tambien en nuestras obras. Amén»

Al final, adoración al Niño y muchos villancicos. 

11:00

Salgo para San Miguel. 

11:15

Aparco en San Miguel y voy a la casa abadía.

Tercia. 

Lectura del profeta Malaquías. 

Más  felicitaciones navideñas. 

Ángelus.

12:10

Voy a la iglesia. En el Paseo encuentro a Ana Isabel, a Wilder, a Luciana, a Camila y a la madre de Ana que llegó ayer de Colombia.

12:30

Misa del día de Navidad. En el coro, canta el coro. Samael me ayuda en el altar. 

Después de la misa, adoración del Niño y villacicos.

Entran en la sacristía Ana Isabel y Wilder y se ponen a contar la colecta. 

Entra en la sacristía Ariel, que llegó hace tres días de Filipinas. Trae tres bolsas con regalitos. Una para Teresa, otra, igual, para Samael y una tercera, distinta, para mí. La mía contiene una caja de bombnes suizos. 

13:45

Voy a la casa abadía con Laura. He preparado una sopa de cebolla, unos muslos de pato al horno y, de postre, queso con membrillo. 

14:45

Vamos a tomar café a casa de dN&P. Los saludamos. Saludamos a José María, a Gracia, a Nacho y a Grace. Saludamos a Mari Carmen, a Tomás y a Marcos. Saludamos a Roberto. Felicitamos a doña Nati porque hoy es su santo.

Nos tomamos el café y nos despedimos.

Llevo a Laura a su casa. 

15:38

Vuelvo a San Miguel. Visita al Santísimo. 

Voy a la casa parroquial. 

Hay que recoger la mesa y la cocina. Ya está. 

16:15

Hay que sentarse, envolverse en mantas, poner cara de abate barroco y escuchar el Concierto de Navidad de Corelli. Ya está. 

Misterios gozosos.

17.00

Me entrego a la lectura de La taberna errante y la termino. Entonces, empiezo a leer Canciones de la taberna errante. Jesús Beades, con la ayuda de Fátima Caballero, ha traducido las canciones de la novela de Chesterton y les ha puesto música. Es un libro que trae santos. Los ha pintado Fátima Caballero y  yo paso un buen rato mirándolos antes de empezar a leer las canciones. Pero, antes que nada, leo el prólogo de EGM. Y, entonces, tomo nota: 1: Tengo que conseguir la edición de Acuarela Libros. 2: Tengo que leer Sumisión, de Houellebecq. 

18:30

Toca rezar las segundas vísperas de Navidad. Sin prisa. 

Dios mío, ven en mi auxilio… etc. Ahora, el himno Christe redemptor omnium se lo encomendamos a Palestrina. Sin prisa. Y el Magnificat, también. sin prisa. Hay quien disfruta mucho con la liturgia de la Pasión. A mi me hace llorar. En cambio, esta de la Navidad… 

19:10

Saco la vajilla del lavaplatos. Tengo un montón de felicitaciones navideñas en WhatsApp. Las voy contestando, sin prisa. Detrás de cada una de ellas, hay alguien que me bendice a su modo. 

19:30

Como ha sobrado algo de sopa de cebolla, caliento una tacita en el microondas. Merienda navideña. Pato no ha sobrado. Snif. 

20:00

Dan las 20:00 en el campanario de la iglesia. Recuerdo que tengo  una visita pendiente. Dejo  aquí el diario de este feliz día de Navidad.