domingo, 17 de diciembre de 2023
8.00
Te Deum laudamus. ¡Oh, sí!
Salgo al Paseo cantando:
«Veleta de la torre del campanario de San Miguel, alaba al Señor. Perezoso sol de otoño, alaba al Señor.
Gorriones dormilones, alabad al Señor».
Todas las criaturas —la veleta, el perezoso sol de otoño y hasta los pobres gorriones— responden a esta invocación. Cuando entro en la iglesia, dejo tras de mí un pueblo iluminado por los primeros fulgores de la aurora, arrullado por los primeros cantos de los pájaros y vivificado por un viento que, según la veleta, viene del oeste. Me felicito por la eficacia quasi sacramental de mi canto.
Oficio de lectura y laudes.
Meditación. Hay que mirar al sagrario fijamente. No hay que apremiar a nadie. Uno puede preguntar al mismo Dios acerca del misterio de la alegría que se manifiesta en los humildes. Puede uno preguntar, sin apremiar.
9:00
Vuelvo a la casa abadía para tomarme las tres pastillas amarillas pequeñas y la pastilla amarilla grande.
9:15
Tengo que salir para Torremendo pero San Miguel es un laberinto de calles cortadas. Unas están cortadas por el mercadillo. Otras están cortadas porque va a haber una carrera de corredores.
Yo tengo que salir para Torremendo. La policía local que ha organizado en San Miguel este laberinto dominical, no me deja más remedio que transitar por direcciones prohibidas.
9:40
Por fin, llego a Torremendo. Un ser humano me pide confesión. Me revisto. Voy al confesonario. Un penitente. Muy bien.
10:00
Misa del domingo Gaudete.
Se nos habla hoy del misterio de la alegría que viene del Espíritu Santo y que da sus frutos en los humildes.
10:45
Catequesis. Paso lista. Han faltado muchos. Hago preguntas dificilísimas. Dejo a los niños con sus catequistas.
11:00
Salgo para San Miguel.
11:15
Tercia.
11:45
Reunión del Consejo parroquial.
12:25
En el absurdo caso de que yo fuera el Papa, madaría que ninguna reunión del Consejo parroquial durase más de media hora.
En mi calidad de párroco abro un poco la mano y levanto la sesión a las 12:25. Tengo cinco minutos para ir a la sacristía, revestirme y empezar la misa.
12:30
Misa.
Hay que hablar de ese misterio que es la alegría de los humildes: Se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador.
Al terminar la misa anuncio que habrá Misa de gallos en la noche del 24 al 25.
13:15
Wilder ha recogido la colecta. Laura anda recogiendo el altar.
Entra Dave en la sacrstía y hacemos planes:
1) El domingo 24, Dave recogerá a Laura en su casa y la traerá a San Miguel para la misa de 12:30. Luego la devoverá a su casa.
2) Laura y yo cenaremos en la casa abadía ese mismo día, antes de la Misa de Gallo.
13:30
Wilder y yo vamos a la feria que han montando en el pueblo. Por el camino nos encontramos con Teresa y Analía que van cargadas con muchas bolsas. Wilder es colombiano y yo soy cura. Nada más verlas corremos hacia ellas para rogarles que nos permitan llevar las bolsas. Teresa es española y Analía es argentina. Cada una, a su modo, agradecen nuestra gentileza. Dejamos las bolsas en el coche de Wilder y vamos a la feria.
Para contar todo lo que hemos disfrutado en la feria haría falta más tiempo y más memoria.
14:00
Salgo pitando para casa de dN&P.
Terminamos la comida con una café al que añado una pastilla de paracetamol. Vuelvo a la cas abadía y me meto en la cama.
16:00
Me levanto. Misterios gloriosos.
16:30
Voy a la iglesia. Visita al Santísimo y meditación meditada.
17:00
Voy a visitar a Camila que tiene otitis. Le llevo unos dulces.
18:00
Vuelvo a la iglesia con Wilder que necesita una batería para arrancar su coche. Le presto una batería y nos despedimos. Él se va y yo me quedo.
Vísperas.
18:.30
Voy a la casa abadía y me entrego a la lectura de La taberna voladora, de Chesterton.
20:30
Voy a visitar a dN&P.
Recitamos poesías y charlamos hasta que llega Pablo que nos cuenta cosas. Alguien pone en marcha a Alexia, suena Rigoletto y empezamos a cantar como locos.
22:30
Llega Samira y me depido.
Completas.
Cierro la iglesia.
Jajaja, don Javier, hoy se le han colado un montón de erratas. Se ve que iba con prisas. En cualquier caso me encantan sus diarios.
ResponderEliminar(Javier) Sí. Plagado de erratas. :-)
EliminarLa anónima era yo.
EliminarOh sesiones de poesia¡¡¡¡.Pero no podemos volar alto,Hay niebla total.
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