Diario. Jueves, 28 de diciembre de 2023

 jueves, 28 de diciembre de 2023

8:00

Esta noche he tosido muy bien: ocho  horas de un tirón. 

Me tomo un café con leches, una tostada y un zumo de naranjas de La Torre. Me tomo también, por obediencia, el jarabe para no toser.

8:30

Oficio de lectura y laudes. En las peticiones, donde está el espacio para añadir las particulares, pido al Buen Dios que, si es su voluntad, me quite la tos por lo menos durante la misa yla oración. 

Meditación con el evangelio de san Marcos. No toso.

9:30

Mensaje de Laura. Que si voy a buscarla. Que no, que nos veremos el sábado. 

Termino de ver la entrevista con Carlos González Hurtado.

10:00

Voy a la iglesia. Preparo los libros y el altar. 

Tercia.

Llega Andrés.

10:30

Exposición del Santísimo. Durante la exposición y la bendición no toso. 

11:00

Misa de los Santos Inocentes. Canto y no toso. 

11:30

Teresa trae, de parte de doña Nati, un paquete que ha llegado a mi nombre y diez dólares para el pago del organista. 

Unos feligreses que vienen de Madrid, entran en la sacristía para saludar y para anunciar que mañana vendrán a confesarse.

Publico el diario de ayer. Anoto las entradas y salidas  en las cuentas parroquiales. Voy a casa para recoger mi teléfono. 

12:15

Me dispongo a salir para La Lloseta pero hay un coche bloqueando la puerta del garaje. Después de varios cambios de semáforo, despejan la puerta y puedo salir. 

En la carretera hay que adelantar a un tractor, pero hay que esperar a que lo adelanten los cinco coches que van delante. Ya  está. Ahora los cinco coches van detrás de una camión y no es tan fácil adelantarlo. Vamos en caravana hasta la autopista.

No tengo gasoil. Hay que parar en El Realengo. Cola. Ya está. 

12:45

Salgo del Realengo. No llego a tiempo a La Lloseta ni volando. 

13:15

Aparco en Torrellano y mando un mensaje a don Javier para que no me esperen. 

Como en Torrellano. 

14:15

Salgo para La Torre. 

14:30

Misterios luminosos paseando por el palmeral. 

Voy a la huerto para llenar el maletero de mi León con naranjas. Me da la tos, pero lleno el maletero.

15:35

Meditación con el evangelio de san Marcos sentado en el sillón de la abuela Paquita.

16:05

Me aplico a la lectura de Mere Christianity, de C.S. Lewis. 

17:15

Mando un mensaje a don Juan B: que tengo el maletero del coche lleno de naranjas y que puede llevarse las que quiera. 

Recojo todo y salgo para San Miguel. 

Voy pensando que, a lo mejor, cuando Mar lea hoy este diario, dirá para sí: «¿Por qué razón don Javier no me ofrece las naranjas a mí?». A lo mejor, incluso, va y le dice  a Manolo: «Mira, don Javier tiene el maletero lleno de naranjas y  no nos manda ni una». Me adelanta un camión. 

18:00

Más y Más. 

18:30

Visita al Santísimo. 

Voy a la casa abadía y enciendo la estufa de butanos en el despacho. ¿Al máximo? Sí. 

Organizo la compra y me aplico a la lectura de Mere Christianity. 

19:15

De pronto noto que me estoy asando. Es porque la estufa de butanos está al máximo. La póngo al mínimo. 

Voy a la iglesia para rezar vísperas. 

Mensaje a Analía. 

19:45

Vuelvo al despacho con el correo que he sacado del buzón:

1. Dos sobres de los Siervos de los pobres.

2. Una preciosa felicitación navideña de los ZV. Preciosa por el papel, por el dibujo de BZV y por las expresiones de afecto de AV y de JZ.

3. Un sobre del obispado con cartelería fina de Pastoral Penitemciaria. 

4. Carta del obispo fechada el 14 de diciembre en la que hace una consulta a los sacerdotes y ruega que la respuesta no se demore más de una odos semanas. Hoy es 28. Justo, dos semanas. 

5. Un sobre gordo del obispado con varias publicaciones y abundante cartelería fina. 

6. Un sobre de Caja Rural con información confidencial sobre los depósitos que la parroquia atesora en Suiza. 

20:10

Llevo la cartelería fina a la iglesia. 

Completas. 

Apago las luces. El altar de san Juan sigue iluminado desde el día de la fiesta. Me arrimo al calor de esa luz cariñosa que brilla en las tinieblas. 

Cierro la iglesia y vuelvo a la casa abadía.

20:30

Chateo un poco. Hay que dejarlo aquí. Llevo un buen buen rato sin toser. Bendito sea Dios.