San Miguel de Salinas
viernes, 27 de diciembre de 2024
Ayer olvidé anotar en el diario la llamada del hospital comunicándome la muerte de Nieves. Lo he recordado esta mañana mientras hacía oración con La bendición de la Navidad y leía las palabras de Ratzinger sobre santa Isabel de Hungría: «Cuando llegó la hora de su muerte, Isabel hizo su entrada en el silencio de la Nochebuena». Descanse en paz.
A las nueve y cuarto he ido a la iglesia para preparar las exequias —sin misa— de Manuel.
Primero he retirado el comulgatorio para dejar espacio libre al féretro. Luego he colocado el cirio pascual en el centro de las gradas. Acto seguido he puesto sobre la pila bautismal el acetre y el hisopo y, cabe la pila, el incensario con la naveta. He cambiado el velo rojo que cubría el sagrario desde ayer —fiesta de san Esteban Protomártir— por el morado. En la sede he puesto el ritual de exequias y el apagavelas que lleva incorporado el mechero. En el ambón he puesto el leccionario V que es el de las misas rituales y de difuntos.
Entonces he encendido una vela a cada lado del sagrario, he sacado una foto de todo y he dado el primer aviso con las campanas.
A eso de las diez menos cuarto han llegado Anne, Joan y e archidiácono que iba a oficiar la ceremonia de exequias sin misa.
A las once empezaba la misa navideña de san Juan Apóstol y hemos acabado adorando al Niño y cantando villancicos.
Denise —francesa— ha entrado en la sacristía para despedirse porque mañana se vuelve a Holanda con Tom, su esposo holandés. Ha dejado en el cestillo un sobre morado con un generoso donativo y nos ha contado, a doña Nati y a mí, que Tom es católico, que estudió durante cuatro años en el seminario menor, que luego se casó con ella y que ofició la ceremonia un sacerdote, primo de Tom. También nos ha contado que, más tarde, Tom dejó de ir a misa y que ella no se lo explica porque es muy bueno, que conoce la Biblia de cabo a rabo y que, como ella no conduce, él la lleva a la iglesia todos los días, estén donde estén. Por último nos ha contado que mañana salen en coche para Holanda y que no volverán hasta abril, que son diez horas de viaje y que a ella le da un poco de miedo. Y nos ha pedido que recemos por Tom. Yo le he dado la bendición para el viaje y le he prometido que rezaré por Tom, el holandés. En su testamento han dispuesto que su casa de Torrevieja la hereden, a medias, cierta sociedad protectora de animales y la parroquia de San Miguel. ¡Dios los bendiga!
Doña Nati me ha recordado que hoy comemos solos, ella y yo, porque Samira no volverá hasta la tarde.
A la una y diez he terminado de leer El corazón y el mar, de Carlos Javier Morales. Treinta y nueve poemas sobre un hombre que va a curarse al mar cuando le duele el corazón.
El libro, dedicado a Carmen por el autor, me lo prestó Carmen tras la cena de Nochebuena. Tengo que devolvérselo.
A las dos he terminado la lectura de A través del pasado dibujado Deslumbrante viaje por Italia —y por la vida— bajo la guía de José Antonio Ramos.
Aprender de la Torre de Babel y de la de Tatlin y de la Torre del Millenium y del cúmulo de torres que, abandonado el intento de ascender hacia la luz, se convirtieron «en apilados sin cambio de cualidad». Luego emprender el ascenso aprendiendo del Panteón lo que él puede enseñar «acerca de la luz del inicio». Bramante, la Iglesia de La Consolazione de Todi. Brunelleschi, la Capilla Pazi. Bernini, Sant’ Andrea del Quirinal. Borromini: San Carlo alle Quatro Fontane.
La Villa Farnesio: «¿qué inmensa necesidad pudo crear esto?» Y, en el otro extremo, la Porciúncula «mínima iglesia de precaria construcción»
La túnica de san Francisco y la piel de Miguel Ángel en el Juicio final: «el que ha dominado el cuerpo subiéndolo hasta su más alta cumbre, con confianza ilimitada en el poder de la materia, al final lo entrega».
He ido a visitar a Camila y me han invitado a cenar arepa con carne mechada y ají. Camila, Luciana y Ana Isabel han pasado el día en casa. Camila y Luciana en la cama y Ana Isabel haciéndoles mimitos. Camila está mucho mejor. Tanto que se ha zampado una arepa con carne mechada pero sin ají. Luciana está con gripe.
Mil.gracias derramando
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