sábado, 21 de diciembre de 2024

Diario. Viernes, 20 de diciembre de 2024

 San Miguel de Salinas

viernes, 20 de diciembre de 2024 


7:00

Abro la iglesia y salgo para el hospital. 

7:20

Preparo los libros para la misa. 

Oficio de lectura y laudes. 

8:00

Misa. La ofrecemos por Paco que murió ayer. 

8:30

El doctor R se despide porque se va de vacaciones hasta el año que viene. Recojo todo y preparo los libros para la misa del lunes. 

Me siento ante el sagrario. 

9:15

Subo por las escaleras a la habitación de Nieves. Pone buena cara porque es fuerte y buena, pero se ve que está echa polvo. Charlamos un buen rato. Nos hacemos amigos. Quiere confesarse y comulgar. Luego nos despedimos. 

9:50

Salgo para San Miguel. 

10:20

En la iglesia me espera X. Lo manda el arcipreste. Quiere hablar y confesarse. Charlamos. 

11:00

Segunda misa. 

11:30

Me espera Aroa Inmaculada. Quiere hablar. Nos sentamos en el rincón de san Miguel y charlamos. 

12:15

En la casa abadía escribo esto. 



Ya es sábado cuando me pongo a escribir lo que falta del diario de ayer. 

En casa de doña Nati me encontré con Miguel que ha vuelto a casa por Navidad y eso. Es un excelente fotógrafo y el mejor guía para recorrer el mundo y conocer no solamente lugares que no suelen estar en los circuitos turísticos tradicionales sino, sobre todo, a las gentes que viven en esos lugares. Su nombre artístico es Mochilero en ruta

Luego el día echó a correr. 

A las tres y media salí con Iván —el belga— para La Torre. Me ayudó a preparar las mesas para la comida del jueves. 

De vuelta a San Miguel me esperaban Ana Isabel, Wilder y las niñas en casa de doña Nati. Era el cumpleaños de Ana Isabel e íbamos a celebrarlo en un restaurante colombiano de Elche. 

Volvimos a San Miguel. Ya eran las once de la noche cuando nos despedimos en la puerta de la iglesia. Estaba cerrada porque Delia había estado ensayando con coro. 

Entré para rezar completas. Al salir me encontré con Delia. 

Cuando llegué a la casa abadía pensé: «dejo el diario para mañana y me meto en la cama con zapatos y todo». 

Luego lo pensé mejor. Decidí dejar el diario para hoy y ponerme el pijama y rezar tres Avemarías antes de meterme en la cama. 

Y así fue. 

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