viernes, 3 de enero de 2025

Diario. Viernes, 3 de enero de 2025

 San Miguel de Salinas

viernes, 3 de enero de 2025


Ayer atendí a tres amables penitentes en Los Montesinos, antes de la misa de las seis y media de la tarde. Hoy he atendido a tres en San Miguel, antes de la misa de once y a uno más en Los Montesinos después de la misa. 

Desde hace años encomiendo ese ministerio san Vicente Ferrer cuyo retrato —réplica de uno muy hermoso que está en El Prado— tengo en mi lujoso confesonario de San Miguel. No tengo quejas de san Vicente Ferrer. Supongo que hace todo lo que está en su mano. No obstante, hoy he empezado a acudir también a la intercesión del santo cura de Ars así: «Querido colega, tengo en San Miguel el confesonario más lujoso y confortable del mundo y nada. ¿Querrás interceder por mí para que pase en él, por lo menos, dos horas al día? ¿Querrás interceder por mí para que cumpla mi propósito de pasar, al menos, una hora a la semana en el de Nuestra Señora de Monserrate que no tiene nada de lujoso ni de confortable? ¿Querrás interceder por mí para que trate muy bien a todos los penitentes? ¿Querrás interceder por mí para que hable de este sacramento admirable como conviene?¿Querrás interceder por los penitentes habituales para que no decaigan? ¿Querrás interceder por los de “yo no tengo pecados” y por los de “yo me confieso con Dios” para que alcancen la gracia que más necesiten? ¿Querrás interceder por los que le tienen miedo a la confesión para que sean valientes? ¿Querrás interceder por los que hicieron su última confesión antes de su primera comunión? ¿Querrás interceder, especialmente, por la legión de seres humanos que nunca en su vida han considerado la idea de arrodillarse en un confesonario para decir: “Bendígame, Padre, porque he pecado?” ¿Querrás hacer todo esto, no digo en competición sino en colaboración con san Vicente Ferrer? Ya sé, ya sé que él es español y que tú eres francés pero estoy seguro de que al Buen Dios le complacerá esa Alianza de Intercesión. Por mi parte, voy a buscar un buen retrato tuyo —no hay ninguno en El Prado— y lo voy a poner el confesonario de San Miguel». 



Ayer se me olvidó consignar aquí que, en Más y Más, me crucé con dos mujeronas malencaradas y con un tipo desarrapado que me miraron como diciendo: «Vamos a felicitarle el año al cura». Cuando pasé a su lado, el tipo profirió entre dientes una blasfemia que, como suele ocurrir, no pretendía ofender a Dios sino inquietar al cura. Por fortuna tenía yo en la mente esta inspiración: «contra el mal, un sencillo acto de amor». Y seguí mi camino, como si nada, canturreando en voz alta y : Iesu, Iesu, esto mihi semper Iesus! 

Creo que fue otra inspiración y no puedo dejar de consignarlo, precisamente hoy, en la celebración del Buen Nombre de Jesús. 



Oración de la mañana.

Primer y único punto de meditación. De los sermones de san Bernardino de Siena:

«Te suplico que ocultes el nombre del poder; que no se escuche el nombre de la venganza, que se mantenga el nombre de la justicia. Danos el nombre de la misericordia, suene el nombre de Jesús en mis oídos porque, entonces, tu voz es dulce y tu rostro es hermoso». 



Oración de la tarde.

Primer y único punto de meditación. De los sermones de san Bernardino de Siena:

«Dulcísimo Jesús, haznos reinar juntamente con los que han alcanzado el triunfo de la gloria celeste por medio de tu santísimo nombre». 


21:41

Termino de escribir esto y voy a rezar completas en la la iglesia antes de cerrarla.

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