miércoles, 1 de enero de 2025

Diario. Miércoles, 1 de enero de de 2025

 San Miguel de Salinas

miércoles, 1 de enero de 2025


6:00

Suena el despertador y lo apago. 

7:30

Me despierto y me lanzo con júbilo a estrenar el nuevo Año Jubilar. 

Como todos duermen decido rezar la liturgia de las horas sin cantar el Te Deum ni nada. 

8:30

Me aventuro hasta la cocina silenciosamente. Todo está preparado para que cada uno desayune cuando se levante. Desayuno y vuelvo sigilosamente a mi habitación. 

A eso de las 9:30 Ana llama a mi puerta y me pregunta que si quiero desayunar. Me voy tras ella para tomar otro café con leches pero ella tiene otro plan para mí: voy a tomar el segundo café con Jesús en el comedor, elegantemente.


10:30

Todos, incluso Santiago, se han despertado. Es la hora de despedirse de Arantxa y de Ana —muac, muac y todo eso— y de salir  cargado de regalos para la estación de Chamartín con Jesús, con Ana y con Santiago. 


11:45

Mi tren sale para Alicante. Voy dentro. 


14:45

Mi tren llega a Alicante. Me bajo. 

En la estación me esperan Fátima Jr y Javier. ¡Qué buenos! 


15:30

Empieza la comida en la almazara. Fátima ha preparado el arroz con pelotas que solamente se come en Navidad. ¡Excelente!

Comemos en dos mesas redondas. 

Me sientan en la de los mayores, a la derecha de Fátima, con Cristina, Fátima Jr, Alejandra, Toño, Jacobo y Javier. 

En la de los pequeños están Carla, Gonzalo, Bea, Jorge, Borja, Ignacio y Carlota. 

Faltan Íñigo e Irene y sus hijos: Erea e Íñigo. Iban a venir pero no han venido por lo del accidente de Erea. Los echamos de menos. 

De postre el maravilloso pastel de carne que solamente se come en Navidad. 

Toño filosofa acerca de las tradiciones y me uno a sus divagaciones. Todos estamos de acuerdo en que es bueno que haya cosas —como el arroz con pelotas o el pastel de carne— que se reserven para ciertos tiempos —como las reuniones familiares navideñas— aunque Erea se pase el año entero pidiéndole a su abuela: «Por favor, por favor, haznos un arroz con pelotas». 

Después de comer, despliego en el zaguán la casulla azul que me ha regalado La Torre, la fotografío y se la muestro a todos. Muchas exclamaciones —¡oh! ¡ah!— y muestras de contento. Luego Fátima me ayuda a colgarla en el armario de la sacristía donde estará —bien cubierta con una funda blanca— hasta la Inmaculada. 


17:00

Me despido de todos y salgo para San Miguel. 


17:45

Siento algo así como un gran contento de estar de vuelta en San Miguel. Me siento ante el sagrario para contarle a Dios las novedades —lo del viaje a Madrid, lo de Arantxa y Jesús, lo de la hospitalidad de todos, lo de los regalos, lo de Fátima y sus hijos y nietos, lo del arroz con pelotas….— y, cuando termino de contárselo todo me quedo callado y quieto mirando alternativamente al sagrario y al Niño Jesús que doña Nati puso bajo el árbol de Navidad. ¡Oh, Año Jubilar!

Luego me levanto y cambio la vela del sagrario que se ha consumido. 

Luego me pongo a preparar todo lo que hay que preparar para la misa. Estoy en ello cuando llega Gloria que pensaba que la misa era a las siete. Le digo que será a las siete y media y se sienta ante el sagrario para contarle a Dios sus cosas. 

Vísperas.


19:00

Llega Joan y voy a la casa abadía para dejar mi equipaje. 


19:30

Primera misa del año. 

Que ayer fuera un día y hoy sea otro —aunque lo celebremos mucho— no cambia nada. Pero que Dios haya encarnado hace 2025 añitos y que hoy celebremos la Maternidad de Nuestra Señora como niños recién nacidos, eso sí que es una novedad.

¡Ahora empiezo!

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