Diario. Jueves,7 de marzo de 2024

 San Miguel

jueves, 7 de marzo de 2024

La primera luz de esta mañana me llega del siglo III. De Cartago, por más señas. 

Allí brillaron la esperanza y la paciencia de las santas mártires Felicidad y perpetua que pasaron «de la cárcel al anfiteatro, seguras de partir hacia el cielo». (Martirologio romano)

Allí escribió Tertuliano su precioso tratado sobre la oración del que sale  una de las lecturas del oficio de hoy: «La oración perdona los delitos, aparta las tentaciones, extingue las persecuciones, consuela a los pusilánimes, recrea a los magnánimos, conduce alos peregrinos, mitiga las tormentas, aturde a los ladrones, alimenta a los pobres, rige a los ricos, levanta a los caídos, sostiene a los que van a caer, apoya a los que están en pie». 

Si es verdad que, como dice san Agustín, Tertuliano se reconcilió con la Iglesia abandonando la secta de Montano, entonces también él pudo morir seguro de partir hacia el cielo. 

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Leo que Bolaños ha dicho que la ley de amnistía va a ser un referente mundial y, no sé por qué, me viene a la memoria lo de Tertuliano: la oración «mitiga las tormentas, aturde a los ladrones». El texto se me ha quedado como una de esas melodías pegadizas que uno, sin darse cuenta, tararea a todas horas. Se ve que hay que rezar. 

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Después de misa —canon romano para conmemorar a Felicidad y Perpetua— salgo  para La Lloseta.

Voy a comer a Torrellano  con MGC y, después de pasar por La Torre, vuelvo a San Miguel cargado de regalos. MGC  es como los reyes magos. 

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En La Torre he gozado de una larga charla con el jardinero. Me da la impresión de que es tan tímido o cauteloso como yo. 

Nos conocemos desde hace años y al principio —durante uno o dos años— nos limitábamos a saludarnos desde lejos con una inclinación de cabeza. Luego empezamos a intercambiar saludos tipo: «Buenos días» o «Buenas tardes». Esta verbosidad, que nos costó horrores, duró dos o tres años más. 

Un buen día, el jardinero se atrevió a hacer un par de observaciones sobre el modo de regar las plantas. Eran observaciones críticas —aunque muy veladas y corteses— hacia mi modo de regar los jazmineros. Empecé a mirarlo como se mira a un amigo —con gratitud admirativa— y me atreví a hacerle algunas preguntas. Desde entonces no he dejado de aprender de él. Los jazmines de La Torre se me antojan —ahora que los he dejado a su cuidado— como un canto a la amistad y nuestras tertulias en el huerto de naranjos hácense, cada vez, más largas y animadas.

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21.30

Paco habría cumplido hoy 93 añitos. Y le había dicho a doña Nati que teníamos que celebrarlo y que, como hoy iba estar  todo el día en Alicante, le haría una visita por la tarde. 

Me disponía a cumplir con mi promesa cuando he encontrado en la puerta de la casa abadía a Delia y a otras dos cofrades de san Juan que se despedían después de la reunión de la cofradía. 

Nos hemos puesto a chalar y han dado las diez. 

22:00

He ido a casa de doña Nati, hemos rezado un responso por Paco ante su retrato. A las flores que regaló Joan se han añadido  las que ha llevado hoy Teresa de modo que la mesa camilla de doña Nati parece un jardín en primavera.