lunes, 14 de octubre de 2024

Diario. Lunes, 14 de octubre de 2024

 San Miguel de Salinas

lunes, 14 de octubre de 2024


7.00

Abro la iglesia y salgo para el hospital. 

7:20

Preparo el altar. 

Oficio de lectura y laudes. 

8:00

Primera misa de san Calixto. 

8:35

Recojo todo, preparo la misa del miércoles y me siento ante el sagrario. 

9:25

Subo a la azotea, bajo hasta la salida y vuelvo a San Miguel. 

10:00

Saludo a Joan, dejo en la bolsa de los purificadores los que he traído del hospital para lavar y aparto unos limpios para llevarlos al hospital. Joan me pide que ofrezca la misa por David y Michael. Tomo nota. 

Voy al banco e ingresos las colectas del fin de semana. Luego voy a la casa abadía y anoto el ingreso en las cuentas. 

10:30

Me siento en el confesonario. Tercia.

11:00

Segunda misa de san Calixto.

11:35

Me despido de Teresa y de Joan. 

11:45

Vienen a verme, como estaba previsto, Lisiane y Thierry. Son del Chemin Neuf. Asistieron a la misa el día del Pilar y se fueron muy contentos por la solemnidad de la celebración y por el coro. Ayer volvieron a misa y les alegró ver a tantos niños participando con recogimiento. Charlamos. 

12:10

Ángelus. 

Reviso el WhatsApp. CB me cuenta que hoy es el lanzamiento de la Europa Clipper. Su hijo, Paul es uno de los ingenieros de la NASA responsables del proyecto. MGC me dice que viene el jueves. Quedamos para comer. El arcipreste me manda un mensaje con calendario de sustituciones incluido. Mando al archidiácono unas cuentas pendientes. 

Lectura del Evangelio de san Juan. 

12:30

Con mi bata de faena, me entrego al aseo de la casa abadía. 

13:24

Me aseo un poco.

Visito a san Calixto en «La casa de los santos». 

Lectura de «La felicidad donde no se espera». 

Como aún tengo tiempo antes de ir a casa de doña Nati, me siento en la sala de estar y cierro los ojos para escuchar a Bach. ¿Este concierto para clave? Sí. 

14:00

Pongo una lavadora y voy a casa de doña Nati. 

14:30

Visita al Santísimo. 

Misterios gozosos. 

15:00

Noticias en Antena 3. 

15:30

Me llama el arcipreste, charlamos. 

Chateo con MGC. Ha invitado a comer el jueves a Joan y a Laura. 

Tiendo la ropa. 

15:45

Repaso mi librito de Patrología. 

16:30

Ataco el documento «Meditaciones sobre el Evangelio de San Juan». 

Leo «La paradoja de la humildad» de Chesterton. 

17:15

Recojo todo y me voy a la peluquería. Viene a saludarme Juan Antonio, el fundador de la peluquería que ahora llevan sus dos hijos. Charlamos. Al final felicito al peluquero porque ha hecho el milagro de dejar guapo al cura y pago los once euros que me piden. Una ganga. 

17:30

Vuelvo a la casa abadía, me cambio de camisa, voy a la iglesia y me siento ante el sagrario. 

18:15

Salgo para Los Montesinos. 

18:30

Tercera misa de san Calixto. 

18:40

Vuelvo a San Miguel y paso por Más y Más. 

Voy a la iglesia: Vísperas. 

Apago las luces y cierro las puertas. 

19:30

En El Paseo, dos niñas de unos ocho años que van vestidas con uniforme colegial me saludan alegremente. Reconozco a una de ellas porque le hice unas preguntas muy difíciles en la catequesis. Correspondo al saludo y me preparo para lo peor. Y, en efecto, la que reconozco me pregunta: «¿Sabes cómo me llamo?». Contraataco: «¿Sabes tú cómo me llamo yo?». Se escabulle: «Eres el que está en la iglesia». Interviene la otra: «¿En la iglesia?». Y, la otra: «Sí, está en la iglesia con Teresa». Y yo: «Me llamo Javier. ¿Cómo te llamas tú?» Y ella: «Ya te lo dije el otro día, me llamo Cloe y esta es mi prima Olivia». Nos despedimos. 

Preparo, bendigo y consumo una cena ligera con Fidencio de doña Nati. 

20:20

Después de recogerlo todo y de asear la cocina me siento ante mi Mac para contar las horas del día. 

Mientras escribo, divago un poco. De san Calixto, contado por Carlos Pujol, se me ha quedado lo de la misericordia: esa manga ancha de la Iglesia para absolver desde el convencimiento de que todo puede ser perdonado por el amor de Dios. De Chesterton, el retrato vivísimo de san Francisco que lo representa en tres pinceladas como un hombre del siglo XIII con vehementes pasiones férreamente dominadas, como un católico dogmático y como un líder carismático de masas. La franciscana humildad, según Chesterton, consiste en empezar a olvidarse de sí para empezar a disfrutar de todo

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