San Miguel de Salinas
viernes, 12 de abril de 2024
6:00
Suena el despertador. No doy crédito a mis oídos. Miro el reloj. No doy crédito a mis ojos. Acudo al tacto y me siento como de corcho desde la cabeza a los pies. Concluyo que mis sentidos no me engañan y que —a pesar de mis deseos— es la hora de levantarse. Me aguardan «el día, los amigos y las cosas».
6:30
Preparo un café con leches y tuesto un pan. Me bebo el café con leches y —milagro— aunque mis pies siguen siendo alcornoques, mi cabeza empieza a despertarse.
7:00
Después de abrir la iglesia, abro el garaje. La salida está bloqueada por un coche de la Policía Local. Voy a la panadería para interrumpir el desayuno de los ambles agentes que han aparcado el coche el el vado del garaje parroquial. Un amable agente se apresura a retirar el coche y salgo parael hospital.
7:20
Preparo el altar y me siento para mirar fijamente al sagrario que está cubierto con un velo blanco confeccionado por las manos prodigiosas de Teresa. Sé que, detrás del velo, está el sagrario. Dentro del sagrario la píxide. Dentro de la píxide —lo sé— hay seis obleas blancas y redondas ante las que hay que arrodillarse porque muestran y velan a Dios.
8:00
Primera misa del día y primer momento del día que me alegra hasta los tuétanos que bailan por dentro. Ójala no pasase nunca ese momento.
8:45
Voy a visitar a Agustín y a Jesús pero se han ido. En el pasillo encuentro a un mi vecino. Su amable esposa —Ana— está ingresada. Voy a verla. Charlamos.
De vuelta a la capilla me cruzo con Alejandro, el celador de Bilbao. Nos saludamos.
9:15
Salgo para San Miguel
9:45
Oficio de lectura y laudes.
10:15
Voy a la casa abadía. El pan que puse a tostar esta mañana está allí —olvidado, tostado y frío— sobre la tostadora. Podría zampármelo con un poco de queso porque tengo hambre y porque la ley del ayuno eucarístico no obliga a los sacerdotes que ya han celebrado una misa. Acaricio la idea porun momento pero la desecho ensegida. Lo que llamo «hambre» es solo apetito y hay cosas más importantes a las que atender. Vuelvo a la iglesa.
Joan está preparando los ornamentos en la sacristía y me cuenta que su coche vuelve a dar problemas. Me pongo la sotana y voy al confesonario.
Tercia.
11:00
Segunda misa. Hay que encomendar las intenciones de A, de J, de MCAV, lo del coche de Joan…
11:45
Teresa me informa: hay un expediente matrimonial que se ha atascado en el obispado de Tenerife y Felipe —el novio, que es de aquí— pide auxilio. Desde que leí Los Novios de Manzoni siento una gran piedad por esos enamorados que encuentran dificultades burocráticas para casarse. Ruego a Teresa que dé a Felipe mi número de teléfono y que le diga que me llame.
12:00
Hay que estudiar.
Ante todo el expediente matrimonial de Felipe que vaa casarse en Tenerife con una muchacha ortodoxa cuya partida de bautismo, al parecer, no aparece.
Luego el manual de Patrología.
Luego el Código de Derecho Canónico.
Dan las 14:00 y hay que ir a casa de doña Nati.
14:15
Suena el telefono. Es Felipe. Que si estoy comiendo. Que sí. Que lo siente y que puede llamarme más tarde. Que no se preocupe, que he leído Los novios de Manzoni y que nada me interesa más en el mundo que ese expediente atascado en Tenerife. Felipe me da el teléfono del Vicario General de Tenerife. Tomo nota.
15: 45
Me despido de doña Nati.
Visita al Santísimo.
Noticias en Antena 3.
16:45
Misterios dolorosos.
17:15
Llamo al obispado de Tenerife. Un contestador automático me dice que, hasta el lunes, nada.
Llamo a Felipe. Mis noticias lo afligen pero mis promesas lo reconfortan.
17:45
Meditación con Mi secreto.
Vísperas.
18:45
Lectura del evangelio.
Hay que archivar facturas y tirar un montón de papeles. Ya está.
Hay que tirar a la basura el cadáver de una cucaracha que ha aparecido cabe el archivo parroquial. Procedo a deshacerme de él sumariamente.
Hay que leer La cristiandad o Europa, de Novalis. Leo el prólogo de Julio Martínez Mesanza que está muy bien.
Hay que hacer algunos apuntes en las cuentas parroquiales y actualizar el libro de misas.
Tengo hambre y me acuerdo del pan tostado que yace, frío, sobre la tostadora. Me lo zampo con un poco de queso.
20:00
Voy a casa de doña Nati. Como está ocupada con una visita, sigo con Novalis. Cuando se va la visita me propone que veamos otro episodio de The Crown pero llega otra visita. Sigo con Novalis. Luego suena el teléfono.
21:00
Empezamos con The Crown.
22:00
Nos despedimos.
En la iglesia está ensayando el coro. Voy a la casa abadía.
Noticias en Antena 3.
Ochenta mensajes de WhatsApp.
Me zampo un yogur.
Completas.
Escribo esto.
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