LaTorre
miércoles, 10 de abril de 2024
6:00
Suena el despertador. ¡Cielos!
6:30
Desayuno.
7:00
Abro el garaje. Hay un coche bloqueando la salida. Voy a la panadería y, en la puerta, encuentro al propietario del coche que sale con el pan de cada día. Se excusa y vuela para despejar la salida del garaje. Salgo para el hospital rezando los misterios gozosos por las intenciones de A y de J.
7:20
Preparo la misa y me siento para mirar fijamente al sagrario.
8:00
Primera misa.
8:45
Saludo a un ser humano que es nuevo en el hospital y que se ha quedado después de la misa para la acción de gracias. Me presento y se presenta. Sacudimos nuestras manos. Se llama Agustín. Está acompañando a su padre que tiene una neumonía. Lo acompaño hasta la habitación de su padre que se llama Jesús. Charlamos. ¿Quiere comulgar? Sí.
De vuelta a la capilla me cruzo con un celador que me saluda así: «¡nuevo capellán!». Estrechamos nuestras manos y le digo que llevo más de un año en el hospital. Se entristece al saber que don José Luis Arnal ha muerto y me dice que acaba de reincorporarse al trabajo después de un año de baja. Me dice que es de Bilbao. Lo felicito. Me cuenta otras cosas. Sacudimos nuestras manos y nos despedimos como amigos.
9:30
Salgo para san Miguel.
10:00
Confesonario. Oficio de lectura y laudes.
11:00
Segunda misa: Por las intenciones de A, de J y de MCAV.
11:37
Wasap de Pelayo DG. Que ha venido de Uruguay, que está en Madrid y que viene a verme. ¿Me alegro? No poco. Le mando las coordenadas de La Torre.
12:00
Mando al organista la lista delas cantidades entregadas desde enero por sus servcios.
Me aplico a la limpieza de la casa abadía. Pongo una lavadora.Tercia.
Manual de patrología.
Lectura del evangelio.
Me aplico al estudio de la vida misteriosa de Joaquín de Fiore.
13:45
Me llama el cristalero. Que va a la iglesia para tomar medidas de la nueva ventana del campanario. Voy a la iglesia. Saludo al cristalero y lo acompaño al campanario.
Voy a comer a casa de doña Nati. Está con Eva y con Miguel. Muy bien.
14:30
Nos despedimos.
Visita al Santísimo.
Vuelvo ala casa abadía. Me encuentro con el belga que sigue alojado en los locales parroquiales. Charlamos.
15:00
Noticias en Antena 3.
Tiendo la ropa.
Veo el correo.
16:00
Voy a la iglesia.
Hay que mirar alternativamente al sagrario y a la nueva imagen de la Divina Misericordia que ha regalado Zbignev y que Wilder ha colgado sobre la puerta de la sacristía.
Vísperas.
17:00
Salgo para La Torre rezando los misterios dolorosos por las intenciones de A, de J y MCAV.
18:00
Saludo al jardinero. Charlamos.
Reservo mesa para las 20:30 en un restaurante no lejano.
Lectura de las tres catequeis de BXVI sobre san Buenaventura.
Oigo el audio del nuevo programa de radio que dirige el archidiácono. En un apartado quese titula «Oiga, Padre» o algo así, ponen el audio que yo mismo grabé y envié hace unos días. Después de mi intervención se oye una musiquita. Enotro apartado el archidiácono entrevista a doña Nati. Se ve que disfruta con la radio y lo hace muy bien.
Me entrego a la lectura de Un caballero en Moscú.
20:30
Llamo al restaurante para decir que llegaremos pero tarde.
20:51
Llamada de Pelayo DG: que ha llegado a La Torre. Vuelo a su encuentro. Nos saludamos. No nos veíamos desde los años del colegio. Deja su equipajeenel cuarto del obispo y vamos a cenar y a charlar.
De vuelta a La Torre seguimos la tertulia con sendas copas de Pedro Ximenez hasta las 12:30, hora en que nos despedimos. Por fortuna advierte que he dejado mis gafas sobre un montón de revistas y, como lee mi diario, melas entrega dciendo: «no vaya a ser que también hoy las pierdas en algún punto entre el cuarto del obispo y tu casa». Pasamos a la capilla y volvemos a despedirnos, ahora sí, hasta mañana.
Treinta y cinco mensajes de WhatsApp. Contesto al arcipreste: que sí, que iré mañana a exponer el Santísimo a Los Montesinos.
Completas.
Escribo esta página de mi diario.
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