San Miguel de Salinas
lunes, 24 de noviembre de 2025
6:50
Abro la iglesia, enciendo las luces y salgo para el hospital.
7:10
Empiezo a preparar el altar.
7:20
Oficio de lectura y laudes.
«Esta cárcel es un verdadero infierno: a los crueles suplicios de toda clase, como son grillos, cadenas de hierro y ataduras, hay que añadir el odio, las venganzas, las calumnias, palabras indecentes, peleas, actos perversos, juramentos injustos, maldiciones y, finalmente, angustias y tristeza. Pero Dios, que en otro tiempo libró a los tres jóvenes del horno de fuego, está siempre conmigo y me libra de estas tribulaciones y las convierte en dulzura, “porque es eterna su misericordia”.
En medio de estos tormentos, que aterrorizarían a cualquiera, por la gracia de Dios estoy lleno de gozo y alegría, porque no estoy solo, sino que Cristo está conmigo.
Él, nuestro maestro, aguanta todo el peso de la cruz, dejándome a mí solamente la parte más pequeña e insignificante. Él, no solo es espectador de mi combate, sino que toma parte en él, vence y lleva a feliz término toda la lucha. Por esto en su cabeza lleva la corona de la victoria, de cuya gloria participan también sus miembros.
(De la carta de san Pablo Le-Bao-Tinh a los alumnos del seminario de Ke-Vinh, enviada en el año mil ochocientos cuarenta y tres).
Estoy en ello cuando llega George, el irlandés del norte. Me alegro.
7:40
Misa de los santos Andrés Dung-Lac, presbítero, y compañeros mártires.
8:10
El doctor S me ayuda a recogerlo todo.
8:20
Hay que ir a llevar la comunión a Ramona y a José —ambos están mejorado— y a charlar con George, el irlandés del norte que ha vuelto a su habitación y está desayunando.
9:10
Me siento en la capilla para mirar fijamente al sagrario.
9:40
Salgo para San Miguel.
10:05
Entro en la sacristía por la escalera del garaje justo en el momento en que Joan entra en la sacristía por la puerta de la iglesia. Lo celebramos con risas.
Voy a la casa abadía para desayunar y poner una lavadora.
Tercia.
10:45
Vuelvo a la iglesia.
11:00
Segunda misa de los santos Andrés Dung-Lac, presbítero, y compañeros mártires.
11:40
Voy al banco. Hago un ingreso y me despido.
Vuelvo al banco porque he olvidado allí las llaves.
12:00
Salgo para Los Montesinos.
12:15
Reunión de arciprestazgo. Cuando llego —quince minutos tarde— están rezando tercia. No importa, yo ya he rezado.
14:00
Nos despedimos. Unos van a comer a La Posada y otros nos vamos a casa.
14:15
Lleno el depósito de gasoil: setenta euros. ¡Snif!
14:25
Como con doña Nati.
14:50
Nos despedimos.
Vuelvo a casa de doña Nati porque he olvidado allí las llaves. Visita al Santísimo.
15:00
Sesión de Brahms. Trío en mi bemol mayor para trompa, violín y piano, op. 40.
15:45
Misterios gozosos.
16:10
Tiendo la ropa.
16:30
Despacho.
17:50
Lectura del evangelio de san Marcos.
18:00
Me encuentro en El Paseo con Manola, Hablamos de la catequesis y del Belén. Ella se está zampando un bollo.
18:10
Me siento para mirar fijamente al sagrario.
18:45
Vísperas.
19:10
Llamo a Zakarías para invitarlo a cenar en la casa abadía.
No contesta.
Empiezo a preparar la cena: caldo de pescado con arroz y huevos revueltos.
19:19
Me llama Zakarías. Lo invito a cenar y le ruego que pase antes por Más y Más y me traiga seis litros de leche entera.
19:47
Llega Zakarías con el encargo. Toma dos platos de sopa pero no cata los huevos revueltos, ni la mojama, ni las aceitunas. Toma de postre un yogur de fresa y lo riega todo con agua con gas.
20:45
Nos despedimos.
Se lleva dos mandarinas.
Yo recojo todo, hago el segundo día de la novena a santa Lucía por Tomás y me pongo a escribir esto.
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