San Miguel de Salinas
jueves, 9 de octubre de 2025
Fear death by water.
Teme a la muerte por agua.
Los jueves me gustan porque están dedicados a la eucaristía y al sacerdocio. Este es un jueves especialmente amable porque llueve.
Desayuno un café con leche y pongo una lavadora.
A las siete menos diez abro la iglesia y me siento para mirar fijamente al sagrario. Luego rezo el oficio de lectura y las laudes paseando por los altares laterales.
A las ocho menos cuarto mando un mensaje a Zakaría: que si puede venir. Luego envío un guion de la celebración a Fátima y Jose que se casan el día dieciocho y, luego, preparo la comunicación del matrimonio para el juez encargado del Registro de Orihuela.
A las ocho y veinte llega Zakaría y le ruego que retire las flores del camarín de San Miguel y que barra la iglesia. Entonces vuelvo a la casa abadía.
Lectura del evangelio de san Mateo.
Lectura del libro de Nehemías.
Lectura de Riesgos y derivas de la vida religiosa de Dom Dysmas de Lassus.
A las nueve cierro los ojos y me concentro en las Gimnopedias de Satie.
A las nueve y cuarto tiendo la ropa.
A las nueve y media vuelvo a la iglesia. Zakaría sigue barriendo. Creo que no me entendió cuando le rogué que retirase las flores del camarín de San Miguel.
Preparo el altar para la exposición y para la misa de la memoria de los saints Denys, évêque et compagnons martyrs.
Zakaría se despide de mí y yo me despido de él.
A las diez y media pago por adelantado al organista porque tanto él como yo tenemos que salir pitando después de misa. Acto seguido comienza la exposición del Santísimo con música y todo.
A las once en punto empieza la misa de los saints Denys, évêque et compagnons martyrs. Muy solemne: con órgano y todo.
A las doce menos cuarto Andrés me muestra un retrato del cura de Ars y me pregunta: «¿a quién se parece?». Lo miro y sé que esa cara me es muy familiar. Andrés me ayuda: «es Bernardo». Y es verdad. Es Bernardo. Muestro la foto a Joan y le digo: ¡Bernardo! Y a Joan se le ilumina la cara. Si a Bernardo le pones una melena blanca no hay quien lo distinga del cura de Ars.
Me despido de Joan y voy hacia la casa parroquial cuando, en la puerta, me aborda una muchacha vestida de los pies a la cabeza. Colijo que es de la secta de Mahoma y no yerro. Pide trabajo. Necesita dinero. Le explico que por ser jueves —día eucarístico y sacerdotal— tengo que salir pitando para La Lloseta. Se muestra muy compresiva y pienso: «Nunca en San Miguel de Salinas he encontrado tanta fe». Intercambiamos nuestros números de teléfono y nos despedimos deseándonos mutuamente las bendiciones de Alá.
A las doce salgo para La Lloseta rezando los misterios gozosos con BXVI. Está diluviando y diluviando. Llueve por la carretera, diluvia por la autopista. Llueve de arriba a abajo y de abajo a arriba. Me acuerdo de Eliot: Fear death by water.
A la una menos diez —con cinco minutos de retraso— llego a La Lloseta. Tengo paraguas y, a pesar de ello, en el trayecto del coche a la casa me empapo. Fear death by water.
Don Javier Mira nos aconseja releer durante este mes la encíclica de JPII sobre el Rosario.
A las dos me despido del Santísimo que está reservado en el oratorio de La Lloseta y salgo para Torrellano. Diluvia y diluvia y a mí me encanta que llueva en Alicante. Fear death by water.
Como en Torrellano.
Durante la comida —allá por los postres— todos los teléfonos móviles de los comensales —incluido el mío— empiezan a zumbar con una mensaje urgente y alarmante: «Lo de Noé era un mito. Ahora sí que vamos a morir todos. Huya usted de las zonas inundables. Mejor si no sale de casa. Si sus hijos han ido al cole y no han llevado flotador, delos por muertos».
Nadie se alarma. Los de la mesa de al lado piden e postre y yo pido el café.
A las tres y piquito salgo para San Miguel. Voy despacito porque está diluviando. Como es el día de la Corrupción Autonómica de Valencia, no hay camiones en la carretera. Bendito sea Dios. Yo voy rezando los luminosos con BXVI.
A las cuatro o así estoy en San Miguel, sentado y mirando fijamente al Sagrario en una iglesia que huele a lluvia.
Hoy es el día de la Comunidad Valenciana que yo sepa,no es el dia de la corrupción en la comunidad vslenciana
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