San Miguel de Salinas
sábado, 25 de octubre de 2025
A las nueve salgo para el hospital.
Ramona está con toda la familia: sus padres, su marido y sus dos niñas. Una de las dos niñas está dibujando, la otra está jugando con una pantalla. Como ninguna de las dos ha respondido a mi saludo —la más pequeña, de hecho, ha huido a una salida que tiene la habitación— Ramona dice algo en holandés a la apantallada y su marido dice algo en holandés a la huida. Ambas vienen entonces cabe mí y se me quedan mirando con una linda sonrisa. Ramona me explica que están esperando mi bendición. Las bendigo, claro.
Luego charlamos un poco. Ramona quiere comulgar pero me pide que le dé una partícula aún más pequeña que la de ayer puesto que le cuesta horrores tragar.
Rezamos, Ramona comulga y, después de una breve acciópn de gracias, nos despedimos y su padre —Alí— sale al pasillo para charlar conmigo.
Me cuenta que su abuelo emigró de Macedonia a Holanda. Me cuenta otras cosas muy interesantes.
…
A las once, de vuelta en San Miguel, misa de Santa María en Sábado. Terminamos cantando la Salve porque es sábado.
…
A las doce, bautizo de Ángel.
…
A las doce cuarenta y cinco, Armin y Heidi vienen a buscarme. Han quedado también con Bienvenida —concejala de cultura—. Salimos los cuatro para Los Alcázares donde vamos a encontrarnos con algunos de los músicos que participarán en el concierto de Adviento:
- María y Juan Diego.
- Pedro.
- Felipe y Mabel.
- Mariano y Sara.
- Juan de Dios.
Nos reunimos en un antiguo balneario convertido ahora en restaurante. Tenemos reservada una mesa en al terraza, a diez metros de la orilla del Mar Menor.
No carecemos de nada.
Bienvenida nos hace una foto a Sara, a Mariano y a mí y se la enviamos a la tía Janusa.
Le digo a Mariano que he empezado a escuchar las obras de Brahms. Que ya he oído las Dieciséis variaciones para piano sobre un tema de Schumann y que ahora me toca oír las Cuatro baladas para piano.
Mariano me da una breve e interesante conferencia sobre Brahms.
No carezco de nada.
…
Armin, Heidi, Bienvenida y yo nos despedimos a las cinco porque tengo que estar en San Miguel antes de que termine la boda que va a celebrar el archidiácono.
…
Llego a tiempo para despedirme del archidiácono, preparar el altar, confesar a dos penitentes y celebrar la misa de las seis.
Después de misa, acabo de recogerlo todo y oigo un crujido extraño. Luego otro. Salgo al pasillo de la sacristía y observo que está saliendo humo de una de las lámparas del techo. Apago la luz, hago una foto de la lámpara y se la mando a Benedicto con un breve informe del suceso.
Luego voy a Más y Más.
Luego vuelvo a la iglesia, apago las luces y cierro todo.
Luego vuelvo a la casa abadía y me tomo un gazpacho andaluz. ¿Nada más? Nada más. La comida se ha alargado mucho.
Me siento para escuchar las Cuatro Baladas para piano Op 10 de Brahms.
…
A las ocho y veinte escribo esto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Es usted muy amable. No lo olvide.