domingo, 5 de julio de 2020
Décimo cuarto domingo del tiempo ordinario
Pedro, Andrés, Santiago y Juan eran pescadores. Mateo era recaudador de impuestos. Todos ellos llevaban una vida sencilla, sin grandes horizontes y sin grandes complicaciones hasta que Jesús los llamó, los instruyó, los envió a predicar y, en definitiva les complicó la vida. Pero ellos, a pesar de todo, a pesar de que jamás hubieran imaginado que sus vidas iban a cambiar tanto y a pesar de las dificultades con las que se encontraron eran felices porque estaban con el Señor y porque lo amaban con todo el corazón.
Este es el secreto de los santos, un amor tan grande por Jesús que los lleva a decir como san Pablo: “para mí la vida es Cristo, y una ganancia el morir”.
No debe extrañarnos que el seguimiento de Cristo sea difícil y cansado porque Jesús no nos llama a una vida cómoda y sin exigencias. Nos llama a vivir según el Espíritu Santo, no según la carne. Pero si ese seguimiento se convierte en una carga triste y agobiante quiere decir que hemos perdido de vista al Señor.
Nadie puede mantener por mucho tiempo la lucha cristiana si no lo mueve el amor y no lo sostiene la gracia. Por eso descansar debe ser, ante todo, volver a Jesús que nos dice: “venid a Mí todos los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré”.
“Alégrate, mira a tu rey que viene a ti justo y victorioso; pobre y cabalgando en un asno, en un pollino de borrica”. Enamórate de Jesús, manso y humilde de corazón que “dictará la paz a las naciones” y que nos llama a vivir con Él, a luchar junto a Él y a vencer con Él.
Madre del Redentor, Puerta del Cielo siempre abierta, socorre al pueblo que cae y quiere levantarse. Llévanos a Jesús.
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2020 July 5th, Sunday
Fourteenth Sunday in ordinary time
Peter, Andrew, James and John were fishermen. Matthew was a tax collector. All of them led a simple life, without great horizons and without great complications until Jesus called them, instructed them, sent them to preach and, ultimately, complicated their lives. But they, despite everything, despite the fact that they had never imagined that their lives would change so much and despite the difficulties were happy because they were with the Lord and because they loved Him with all their hearts.
This is the secret of the saints, a love so great that it leads them to say, like Saint Paul: "to me, to live is Christ and to die is gain."
It should come as no surprise that following Christ is difficult and tiresome because Jesus does not call us to a comfortable and uncompromising life. He calls us to live according to the Holy Ghost, not according to the flesh. But if this following becomes a sad and overwhelming burden, it means that we have lost sight of the Lord.
No one can sustain the Christian struggle for long if it is not moved by love and not sustained by grace. For this reason, when we are tired we need to rest, going back to Jesus Who tells us: "Come to Me, all of you who are tired and burdened and I will relieve you."
"Rejoice, look at your king who comes to you just and victorious; poor and riding on a donkey." Fall in love with Jesus, meek and humble of heart Who "will dictate peace to the nations" and Who calls us to live with Him, to fight alongside Him and to overcome with Him.
Mother of the Redeemer, Heaven's Door always open, help the people who fall and want to rise. Take us to Jesus.
Totalmente con usted don Javier: "Pero si ese seguimiento se convierte en una carga triste y agobiante quiere decir que hemos perdido de vista al Señor." Son muy buenos los retiros y las lecturas de los santos para recobrar la Alegría porque en ellos en un momentico dado, aguarda y nos Encontramos de nuevo con Jesús. Abrazos fraternos.
ResponderEliminarY esa lectura diaria y meditada del Evangelio.
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