viernes, 10 de julio de 2020
Viernes de la décima cuarta semana del Tiempo Ordinario
Seguimos leyendo el discurso misionero de Jesús que envía a sus discípulos a evangelizar, les advierte de las dificultades y peligros que tendrán que afrontar y les pide que sean prudentes y sencillos.
Jesús habló de los lirios del campo y de las aves del cielo para enseñar a sus discípulos a confiar en la provicencia de Dios pero está claro que el modelo de esa confianza no lo tenemos en las flores o en los pájaros sino en el mismo Jesús. Y en Él —no en las serpientes o en las palomas— encontramos también el modelo de evangelizador sencillo y prudente.
Él anuncia a los grandes y a los pequeños un evangelio sencillo con sencillez. Y lo hace porque, ante todo, vive lo que enseña: no hay en Él doblez.
Su prudencia es, por una parte, realismo. No viene al mundo confiando en la bondad de los hombres sino en la verdad y en el poder de su palabra que puede cambiar los corazones. Con ese realismo aconseja a sus discípulos que no busquen el peligro y, aún más, que, después de anunciar el evangelio, si los persiguen en una ciudad, huyan a otra.
Escribió Romano Guardini que «ser prudentes significa decir la verdad de tal modo que no destruya sino que edifique». También en eso Jesús es modelo de hombre prudente que pone los medios para que se abra paso la verdad. No es la suya esa prudencia de la carne que pretende tenerlo todo controlado y planeado sino la prudencia del Espíritu que, en cada caso, va mostrando lo que se ha de decir y lo que se ha de hacer.
Mientras preparamos la fiesta de Nuestra Señora del Carmen pedimos por su intercesión esa docilidad al Espíritu Santo que hizo de ella una Virgen sencilla y prudentísima.
…
2020 July 10th, Friday
Friday of the fourteenth week in Ordinary Time
We continue reading the missionary discourse of Jesus. He sends His disciples to evangelize, warns them of the difficulties and dangers that they will have to face and asks them to be prudent and simple.
Jesus spoke of the lilies of the field and the birds of the sky to teach His disciples to trust in God's providence, but it is clear that we do not have the model of that trust in the flowers or in the birds but in Jesus Himself. In Him — not in the serpents or in the doves — we also find the model of a simple and prudent evangelizer.
He announces to the great and the little ones a simple gospel with simplicity. And He does it because, above all, He lives what He teaches: there is no deceit in Him.
His prudence is, on the one hand, realism. He does not come into the world trusting in the goodness of man but in the truth and in the power of His word that can change hearts. With this realism He advises His disciples not to look for danger and, even more, that, after announcing the Gospel, if they persecute them in one city, flee to another.
Romano Guardini wrote that "being prudent means telling the truth in such a way that it does not destroy but rather edifies." In this, too, Jesus is a model of a prudent man who puts the means to pave the way for the truth. His is not that prudence of the flesh that pretends to have everything controlled and planned, but the prudence of the Spirit that, in each case, shows what has to be said and what has to be done.
As we prepare for the Feast of Our Lady of Mount Carmel, we ask God, through Her intercession, for that docility to the Holy Spirit, which made of Her the most prudent and simple Virgin.
Jesús enamora. Anda que la de la gallina y sus polluelos en San Lucas 13,34 "¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como la gallina reúne bajo sus alas a los pollitos, y tú no quisiste!" es de las comparativas, otra joyita del corazón del Señor. Abrazos fraternos.
ResponderEliminarAsí es, amable don Pindio. No es la pobre gallina la que enamora. Aunque, por nuestros pecados, nos quedamos con eso de la gallina y nos ponemos a imitar a gallina.
ResponderEliminar