sábado, 11 de mayo de 2024

Diario. Viernes,10 de mayo de 2024

 San Miguel de Salinas

viernes, 10 de mayo de 2024


7:00

Salgo para el hospital.

8:00

Primera misa. Hay que encomendar muchas cosas sin olvidar a Ciro Andrés y la salud de A y de MCAV. 

8:30

Oficio de lectura y laudes en latín con una App maravillosa que te permite traducir los textos automáticamente con solo poner el dedito sobre ellos.

Meditación con Las tres promesas contraculturales de un sacerdote. Subidón.

10.30

De vuelta a San Miguel, un penitente. Muy bien. 

11:00

Segunda misa. ¡Hay tanto que encomendar! Pero, ojo, la Misa no es solamente sacrificio impetratorio. Ante todo es sacrifcio eucarístico: hay que dar  gracias y no quedarse corto. Es sacrificio expiatorio: hay que pedir perdón. Es sacrificio lautréutico: hay que adorar a Dios dejando de lado para siempre la adoración de las criaturas y, especialmente, la adoración de uno mismo típica del fariseo del evangelio en plan «te doy gracias porque yo no soy como los demás». 



El resto de la mañana transcurre a la par de mi inútil empeño por reconfigurar la impresora que se ha desconfigurado hasta  que me llaman del tanatorio para regañarme porque son las 12:50 y nadie se ha presentado allí para el funeral de Julia que tendría que haber empezado a las 12.30.

Llamo al archidiácino. No contesta. Reviso el wasap y compruebo que cometí un error cuando le pregunté al archidiácono que si podía rezar un responso por Julia en el tanatorio el sábado a las 12:30. Me respondió que sí, que  iría al tanatorio el sábado a las 12:30 para rezar  el  responso por Julia. Pero resulta que el funeral era hoy, nomañana. 

Salgo pitando para el tanatorio. Ya estoy allí disculpándome con los deudos de Julia: «Lo siento de verdad, le dije al archidiácono que el funeral era el sábado. Error mío».

Los deudos de Julia —amabilísimos—se muestran de lo más comprensivos. Les digo que voy  a revestirme y que los espero en la capilla del tanatorio. 

Voy a la capilla del tanatorio y allí, revestido con su dalmática mejor, resplandeciente, sonriente y tranquilo, está David, el archidiácono. Me dice que los del tanatorio lo han llamado a las 12:40 muy alarmados por el retraso. Él no les ha dado explicaciones. No les ha dicho que la culpa era mía porque le dije que el funeral era el sábado. Se ha limitado a volar para el tanatorio y ha llegado antes que yo. ¡Bendito sea! Y bendito sea Dios que regaña a sus sacerdotes por medio de los empleados de los tanatorios y nos bendice con archidiáconos milagrosos.

Vuelvo al pueblo.

Antes de comer voy a comprar pan y, de paso. paso por la peluquería del nieto de doña Nati y le pregunto si, por ventura, los de Amazon no le habrán dejado un paquete para mí.

Sí. Me lo da. Es Ejecutoria, de don EGM. Se lo  agradezco y me feicito.



Después de comer hay que hacer una visita al Santísimo, rezar el Rosario,  meditar un poco, atender a Iván —el belga que se ha instalado en los locales parroquiales,  hacer cuentas y examen  de conciencia, leer wasaps, mandar wasaps concertando citas…

A las 17:30 hay que salir para Torremendo porque hay que confesar a los  sitee niños que harán  su primera comunión mañana. ¡Qué bien! ¡Qué bien se confiesan! Tengo que felicitar a Sonia y a Yoli, sus catequistas.

A las 18:30 hay  que salir para Campoamor.

A las 19:00 hay que celebrar la tercera misa del día porque don Isidro me ha pedido que celebre allí. El Derecho Canónico parece muy enemigo de permitir que un cura celebre tres misas en un  día que no es de precepto pero, al final, abre la mano reconociendo que es un Código y que solamente se justifica por el bien de las almas. Celebro esa tercera misa tranquilísimamente y, luego, charlo un rato con Concepción  B  y con la encargada  de la sacristía.

A las 21:00 —completas rezadas— vuelvo a la casa abadía con la intención de hacer una cena ligerísima e irme a la cama. Pero —¡oh!— ciento y piquito de wasaps. Algunos reclaman atención  urgente.



23:00

Ya he cenado y he empezado a leer Ejecutoria, el libro más gordo de don EGM He leído dos veces las diecisiete primeras páginas que se me han antojado  diecisete joyas y 

me han movido a tratar de resumirlas  resumidamente, o sea, con aforismos. 

Aforismo 1: Tus obras nobles te enoblecen, tu herencia noble te obliga.

Aforismo 2: No te ennoblece el rey. Él se ennoblece si premia tu virtud, a tu pesar.

3 comentarios:

  1. que precioso y cercano diario.

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  2. (Javier) Gracias.

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  3. Siempre me gusta leer su diario.
    Hoy especialmente dos cosas.
    Vengo meditando últimamente la oración que rezamos los fieles de pie "el Señor reciba de tus manos este sacrificio..."
    Por este orden
    1 para alabanza y gloria de su Nombre
    2 para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.
    Comprendo que esa es la jerarquía.
    Por eso me ha gustado mucho su explicación hoy.
    Además estoy leyendo ejecutoria y aunque llevo más de 17 páginas, me ha servido mucho su resumen. Seguiré atenta a los siguientes.

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Es usted muy amable. No lo olvide.