viernes, 10 de abril de 2020

Viernes Santo: La Pasión del Señor en una iglesia vacía

viernes, 10 de abril de 2020
VIERNES SANTO
Queridos amigos:

La lectura de la Pasión conmueve y hace llorar a cualquiera que tenga corazón. Pero es solamente un capítulo de la más dichosa Historia de la humanidad: la historia de un viaje que protagoniza el mismo Dios cuyas delicias son estar con los hijos de los hombres. 
Al crear el mundo Dios muestra y limita su poder pero también muestra, y no limita su amor. Muestra su poder en una Creación que existe por su palabra. Limita su poder porque permite que las cosas sean como son. Pero no limita su amor porque su providencia guía todo, también lo que nos hace sufrir y hasta el mismo pecado, hacia Sí, hacia un Bien infinito que ni ojo vio ni oído oyó. 
Y tanto amó Dios al mundo que al llegar la plenitud de los tiempos envió a su Unigénito. El Verbo de Dios se despojó de su gloria y tomó la condición de esclavo y así, actuando como un hombre cualquiera se hizo obediente hasta la muerte, y muerte de Cruz.  Descendiendo al sepulcro y a la región de los muertos llegó hasta el punto más bajo de la humillación del hombre. Cristo muerto y sepultado ya no puede pasear entre los hombres ni hacer milagros. Su muerte fue tan real y tan triste como la muerte de cualquier hombre. Pero, precisamente, al entregar la vida mostraba su amor y su poder: el poder que tambien se nos ha dado a nosotros de entregar la vida. 
Y aquí termina este capítulo conmovedor de la Historia de la Salvación, pero no termina aquí nuestra esperanza. Y si hoy celebramos la Pasión del Señor es porque nos guía la esperanza de la resurrección. 
Madre Dolorosa, Madre de la Esperanza, ruega por nosotros. 

4 comentarios:

Es usted muy amable. No lo olvide.