Sábado, 10 de abril de 2021
A
J.V.P., experto en cine
que está interesadísimo en conocer
mi opinión sobre esta película.
A
R.B.V
recién nacido en Oxford.
No la había visto. La he visto esta tarde.
Der Himmel über Berlin se estrenó en 1987, dos años antes de la caída del muro. Muy bien.
La dirigió el famosísimo Wim Wenders. Muy bien.
Tiene dos partes: una en blanco y negro con algunos destellos puntuales de color y otra en color con puntuales brumas de blanco y negro.
Primera parte en blanco y negro con puntuales destellos de color:
Aquí conoceréis a dos ángeles —Damiel y Cassiel— que ejercen su ministerio protector y benéfico en Berlín.
Observan a los hombres no con desprecio —como los demonios— sino con una mezcla de ternura angelical y de sorpresa infantil.
En sus ratos libres disfrutan contándose lo que han aprendido entre los hijos de los hombres y entonces —en una escena inolvidable en la que ambos conversan en un descapotable— comprendemos la diferencia entre Damiel y Cassiel.
Cassiel ha anotado en su diario cosas como estas: «El Sol ha salido a las 7:22 y se pondrá a las 16:28. La luna saldrá a las 19.04 y subirá el nivel de las aguas del Havel y del Spree. Hace veinte años se estrelló en Spandau un caza soviético. Hace 50 años se celebraron los Juegos Olímpicos…» Damiel lo interrumpe señalando con un gesto a una pareja de enamorados. Ese gesto describe a Damiel. Pero Cassiel sigue leyendo sus anotaciones: «En el paseo de Lilienthal un hombre ha detenido el paso y, por encima del hombro, ha mirado al vacío. Un empleado de correos que iba a jubilarse ha pegado sellos de coleccionista en sus cartas de despedida y luego, en la Mariannenplatz ha charlado en inglés —y lo ha hecho con soltura a pesar de que no lo hablaba desde el colegio— con un soldado americano. Un recluso de la cárcel de Plötzensee, antes de lanzarse de cabeza contra un muro ha gritado: ‘Ahora’. En la estación del metro del zoo el revisor, en vez de decir el nombre de la estación ha anunciado: ‘Tierra de fuego’. En las Rehbergen un anciano leía la Odisea a un niño que escuchaba sin pestañear».
Son las observaciones de alguien que mira el mundo desde cerca -con ingenio- y desde fuera.
«Y tú ¿qué me cuentas?» — pregunta Cassiel a Damiel en esta escena inolvidable filmada en blanco y negro.
Y Damiel, que empieza leyendo sus notas, acaba hablando de memoria o —como dicen los ingleses— «de corazón». Y la cámara nos muestra a un hombre que lleva en brazos a un bebé y a una mujer que va a su lado. Y dice Damiel: «Una mujer ha cerrado el paraguas bajo la lluvia para mojarse. Un niño ha explicado cómo crecen los helechos y ha asombrado a su profesor. Una invidente ha palpado su rejol al notar mi presencia». Y la cámara nos muestra el rostro de Damiel que parece un hombre aunque es un ángel que sueña con ver el mundo desde dentro.
Son las observaciones de alguien que quiere ver el mundo desde sus entrañas.
En esta escena inolvidable, el famosísimo Wim Wenders y la cara de Damiel nos explican todo.
Dice Damiel mientras el famosísimo Wim nos muestra su cara como de ensueño o contemplación: «Es maravilloso ser un ángel y ver las almas de los hombres y observar lo que sienten. Pero para saber de los hombres hay que ser hombre y no basta toda la inteligencia angélica como no basta ninguna inteligencia creada para saber qué es Dios porque sin experiencia de Dios la Teología se queda tan corta como la Antropología, la filantropía o la filatelia se quedan cortas siempre para explicar lo que es un ser humano».
Reconozco que estas palabras de Damiel las he traducido con cierta libertad. Pero debo decir que los que han doblado la película y los que han puesto los subtítulos en castellano han sido mucho más perezosos que yo porque ni siquiera se han puesto de acuerdo para que el audio y los subtítulos en castellano dijeran lo mismo.
En fin, que Damiel anda enamorado. ¿De quién? De una chica que es francesa y trapecista de un circo.
En esta primera parte —en blanco y negro— no solamente aparecen los ángeles. También aparecen los hombres. Muchos son niños. Hay un hombre triste que es poeta. Otro que se está muriendo. Una prostituta… Todos tienen su ángel.
Segunda parte en color con neblinas puntuales en blanco y negro:
No hay que destripar las películas. ¿Puede un ángel hacerse hombre por amor a una mujer?
¿Puede haber ángeles en un concierto de Nick Cave & The Bad Seeds?
…
Don J.V. P. arde en deseos de conocer mi opinión sobre esta película. Los expertos en cine son muy impacientes.
…
Me ha encantado. ¡Gracias, Jaime!
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