domingo, 18 de mayo de 2025

Diario. Sábado, 17 de mayo de 2025

 San Miguel de Salinas

sábado, 17 de mayo de 2025


12:00

Ocho niños hacen su primera comunión. Teresa ha preparado hasta el último detalle. Los reúne en lo locales parroquiales, donde ha dispuesto también los ornamentos, y vuelve a la iglesia. 

Mientras me revisto rezo un avemaría con los niños. 

Están serenos. Nada de bobadas, ni de risitas nerviosas. Les digo: «Muy bien, en cuanto echemos a andar hacia la iglesia habrá empezado la celebración. ¿Qué tenemos que hacer durante la celebración?». Respuesta unánime: «Rezar». 

El reloj del campanario, que va un minuto adelantado, empieza a dar las doce. Les digo: «Procedamus in pacem». Me miran como diciendo «¿qué?». Y yo: «Es la hora, vamos».

Elegantes, con las manos juntas, avanzan sin hacer caso de fotógrafos, sin distracciones. Se ve que van rezando. 


13:00

Todo ha salido muy bien. No ha habido que lamentar víctimas y Delia —la directora del coro mágico de San Miguel— me dice que cuándo podemos hablar. Le digo que ahora. 

Vamos a los locales parroquiales y hablamos hasta la una y cuarto o así. Me cuenta cosas que me alegran y cosas que me consuelan y cosas que me aclaran otras cosas. 

Es maravilloso hablar con Delia. 


14:20

Acabo de despedirme de Delia cuando suena el teléfono. Es doña Nati. Que si voy. Que sí. 


18:00

Audio de Jose, monaguillo de los tiempos de Finestrat que ahora es profesor de música. Quiere saber:

1. Cómo estoy.

2. Si estoy contento con el Papa León. 

3. Si recuerdo que tenemos una comida pendiente. 

20:00

Misa de la víspera del quinto domingo de pascua. 

Al terminar, doña Nati me hace saber que a partir de las nueve y media recibe en su casa y que si voy a visitarla no dejará de celebrarlo como una sorpresa agradable. 


21:30

Voy a visitar a doña Nati. 

Viene a abrirme la puerta porque Samira está de farra. 

Me saluda como quien saluda al que viene en nombre del Señor: «¡Oh, don Javier, que sorpresa tan agradable!». 

Doña Nati está viendo en la tele lo que parece ser un concurso de villancicos titulado Eurovisión. 

Lo celebramos mucho porque están poniendo imágenes de Suiza que me traen recuerdos de mi último viaje allí. ¡Es todo tan lindo en Suiza!

La primera canción es una especie de cacofonía zulú mal interpretada por unos chicos del Báltico que no parecen muy alegres. 

La segunda —por contraste— la canta una alegre española que, conforme avanza el drama, se va desnudando.

Antes de que la alegre española se quede totalmente en pelotas doña Nati carraspea, cambia de canal y me invita a servirme un güisqui. 

Cuando vuelvo de la cocina con mi vaso de güisqui, doña Nati ha puesto en la tele un programa de Antena 3 en el que cantan niños. Pero lo mejor es que ha llegado Raúl, nieto de doña Nati. 

23:00

Me despido de doña Nati y de Raúl. Hemos pasado un buen rato juntos. 

2 comentarios:

  1. A veces me pregunto en qué puesto quedarían en la Eurovisión de ahora las canciones que ganaron en los años 70, 80.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Todos los intelectuales andamos preguntándonos semejantes cosas. :-)

      Eliminar

Es usted muy amable. No lo olvide.