martes, 27 de mayo de 2025

Diario. Lunes, 26 de mayo de 2025

 La Torre

lunes, 26 de mayo de 2025


7:00

Abro la iglesia y salgo para el hospital.

7:40

Empieza puntualmente la misa de 7:40. 

8:00

El doctor R me cuenta que su hermano Ignacio ha tenido un serio accidente de moto en Madrid y pide oraciones por él. Tomo nota. 

8:30

Vuelvo a San Miguel pasando por la azotea del hospital. 

Me da tiempo a pasar por el banco para ingresar las colectas del fin de semana. 

Lectura de Volverse hacia el Señor, libro que interesa sobremanera a mi doña Arquilatría. 

Lectura del II Libro de Samuel. 

11:00

Segunda misa del día. Encomendamos a Ignacio.

Terminada la misa salgo para Bigastro. Voy a hacer una romería con el cura de allí. 

12:15

Recojo a don JA y salimos para Alicante. 

13:00

Nos encontramos con don AFM y hacemos nuestra romería. Luego comemos en el colegio Aitana donde encuentro a un viejo amigo, JAG. 

Después de comer nos despedimos de don AFM y llevo a don JA a Bigastro. Luego vuelvo a San Miguel, recojo algunas cosas y salgo para La Torre. 



Sesenta y tres años separan La máquina del tiempo (1895) y El Gatopardo (1958). Sesenta y seis años separan El Gatopardo y Ejecutoria. Una hidalguía del espíritu (2024). 

A nosotros, los burgueses de toda la vida, nos miran con el mismo desprecio burlón el socialista inglés y el príncipe italiano. 

H.G. Wells profetiza que acabaremos siendo los «elois» del futuro, ositos de peluche que juguetean inocentemente en la verdes campiñas y se resignan a ser devorados por los «morloks». Lampedusa nos ve como el producto de una evolución que él describe así: «Tres generaciones transforman a inocentes palurdos en caballeros indefensos». 

Nosotros, los burgueses de toda la vida, tenemos este lema: prudentes sicut serpentes, simplices sicut columbae. Lo primero nos advierte contra los socialistas, lo segundo contra los clasistas. 

En Ejecutoria, don Enrique García-Máiquez —caballero español cuya sociabilidad envidiaría cualquier socialista y cuya cortesía haría las delicias de los príncipes más exigentes— no desespera de nosotros, los burgueses de toda la vida. 

Pero es que tampoco desespera de los socialistas ingleses o de los príncipes italianos. 

En la cruzada contra la tiranía igualitarista y contra todo género de clasismo, Ejecutoria promete la entrada en el el Reino incluso al burgués de toda la vida, si está dispuesto a servir. 

He dicho. 

3 comentarios:

  1. Esa «Ejecutoria» que usted describe es exactamente el libro que yo quise escribir. Y no me extraña porque en realidad se escribe siempre a medias con el lector. ¡Muchísimas gracias, caballero!

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Es usted muy amable. No lo olvide.