sábado, 2 de agosto de 2025

Diario. Viernes, 1 de agosto de 2025

 San Miguel de Salinas

viernes, 1 de agosto de 2025


I

Acumulación de microrretrasos: la misa de 7:40 empieza a las 7:45. Pido disculpas. Me disculpan. 

Al terminar la misa —memoria de san Alfonso María de Ligorio— me despido hasta el miércoles 13 porque voy a tomarme otra semana de asueto. 


II

La segunda misa de san Alfonso María empieza puntualmente. Luego he quedado con Heichel. Charlamos. Luego he quedado con Joan y Laura. Me invitan a almorzar en el Collie para celebrar el cumpleaños de Laura.


III

Avanzando, avanzando en la lectura del Romancero Viejo, llego a la sección de los romances histórico-épicos. El primero, La seducción de la Cava: feo y turbio asunto. El segundo, La venganza de don Julián y la pérdida de España. 


IV

Voy a bendecir la casa de los Van Leuven y descubro una nueva urbanización en San Miguel de Salinas. Al parecer, los vecinos son, en su mayoría, extranjeros: belgas, daneses y eso. 

Recuerdo que Wilder me habló de otra nueva urbanización y de que están vendiendo los pisos por doscientos mil dólares. 

Por cierto, Wilder me invita al cine con su familia. No puedo aceptar porque ceno con el coro. 


V

Don José María me llama para decirme que ha muerto una vecina de san Miguel y que le gustaría celebrar el funeral. Poco después, el alcalde me llama para decirme que está con la familia de la difunta y para pedirme que dé el toque de campanas. 


VII

A las siete salgo para Los Montesinos y aprovecho para dar el  toque de difunta que es don… din-din, don… din din. 

VIII

La tercera misa de san Alfonso María de Ligorio es con predicación. 

Del evangelio hay que decir que Santiago, José, Simón y Judas no eran hijos de la Virgen María ni de san José.

Santiago el Menor y Judas Tadeo eran hermanos, hijos de Alfeo —también llamado Cleofás— y de María la de Cleofás, claro. 

De san Alfonso María de Ligorio hay que decir que tenía un gran talento. A los trece años ya tocaba el violín y el clavicordio. Entonces su padre lo llevó a la universidad de Nápoles para que estudiara Leyes y tres años después ya era doctor en ambos Derechos. 

No era bueno solamente para estudiar. En los tribunales demostró ser brillante y muy competente. 

Dios se fijó en él y dijo: este es para mí. 

El duque de Orsini también se fijó en él y le encargó su defensa en un litigio con el gran duque de Toscana. Alfonso cometió un error, perdió el litigio y dejó la abogacía. Ganó Dios. 


IX

Ceno en el Collie con los del coro y estreno una raqueta eléctrica que deja fritas a las moscas. Caen dos moscas.

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