sábado, 30 de agosto de 2025

Diario. Sábado, 30 de agosto de 2025

 San Miguel de Salinas

sábado, 30 de agosto de 2025


Noli diligere somnum, ne te egestas opprimat.

 (Proverbios 20, 13).


Hoy hay poco que consignar en el diario: he pasado casi todo el día durmiendo. 

A eso de las nueve de la mañana me levantaba, desayunaba e iba a la iglesia para sentarme en el confesonario —donde me he quedado dormido— y para celebrar la misa de Santa María en Sábado. (Otra vez han asistido Fernando GC y su numerosa familia. A los niños les he dado unas formas sin consagrar que han consumido vorazmente). 

Acto seguido volvía a la casa abadía, me acostaba y me quedaba frito hasta la hora de comer. 

A la hora de comer me levantaba para ir a casa de doña Nati. Estaban allí Eva y Miguel. Eva ha profetizado: «mientras sigas yendo al hospital estarás siempre enfermo». Y Miguel ha atribuido mi sueño permanente al montón de drogas que estoy consumiendo. 

Después de hacer la visita al Santísimo y de intentar —en vano— leer algo, me acostaba y dormía hasta las seis. 

A las seis me levantaba para ir celebrar la misa en Los Montesinos. 



He predicado sobre la invitación divina Amice, ascende superius. 

Intentaba yo pintar con palabras la escena del Evangelio de san Lucas: 

Jesús preside la mesa de un banquete y ve cómo un montón de curas de pueblo entre los que me encuentro se abre paso —disimuladamente o a codazos— para sentarse a su lado. Gritos, navajazos, puntapiés… 

Jesús, claro, está viéndolo todo y no sabe si reír o llorar pero, de pronto, se le iluminan los ojos, se levanta, abre los brazos y dice mirando hacia el fondo de la sala: Amice, ascende superius. 

Se hace el silencio. Todos miramos hacia donde mira Jesús y vemos cómo avanza hacia Él un niño. 



Probablemente, lo único que merece ser recordado del día de hoy es esto: he estrechado las manos de la madre del arcipreste. Aún me dura la emoción. 

El arcipreste ha venido a celebrar la misa de ocho de la tarde en San Miguel. Después me ha presentado a su madre. 

Hubiera yo querido besarla y abrazarla mucho pero estoy medio leproso, cubierto de hongos de la barba por de fuera y lleno de microbios por dentro. Me limito a estrechar sus manos entre la mías balbuciendo cortesías a las que ella responde formulando con los labios y con los ojos unas palabras que enamoran.



El reloj del campanario da las 22:00. 

No tengo sueño y no es raro dado que he estado todo el día en la cama. 

No, no tengo sueño pero tampoco tengo ganas de juerga. 

Voy a prepararme una cena ligera. 

Nosotros, los humildes de toda la vida, no desesperamos. Aún es posible que el Buen Dios escuche nuestra última oración y nos conceda una noche tranquila y una muerte santa. 

viernes, 29 de agosto de 2025

 San Miguel de Salinas

viernes, 29 de agosto de 2025

Martirio de san Juan Bautista


6:50

Abro la iglesia y salgo para e hospital. 

El viento se ha llevado la calima y, otra vez, se me ofrece el espectáculo de la superficie plateada de las salinas y de la aurora asomando por el horizonte y tiñendo el cielo de infinitas gamas de rojo. 


7:40

Primera misa del martirio de san Juan Bautista. Ornamentos rojos como la aurora. 


9:00

De regreso a san Miguel, oficio de lectura y laudes. 

Me siento para mirar fijamente al sagrario. Luego voy al despacho para echarle un vistazo al correo. 


11:00

Segunda misa del martirio de san Juan Bautista. 

Mensaje a Benedicto para que, por favor, venga a revisar un automático que salta. 


12:10

Voy al ambulatorio porque tengo cita con mi médico de cabecera. 

Llego puntualmente y me siento delante de la consulta número 4 para esperar. Poco después llega un gigante tocado con un turbante —creo que es pakistaní— y se sienta cabe mí. Poco después suena un timbre y el gigante se levanta y entra en la consulta número 4. Entonces caigo en la cuenta de que tengo que coger mi turno. Bajo a recepción, introduzco mi tarjeta sanitaria en un moderno aparato y el moderno aparato me da un número de turno y me devuelve la tarjeta. 

Me recibe el médico con una amable sonrisa que no pierde en ningún momento. ¡Gran tipo! 


12:45

Voy a la farmacia. Me atiende m farmacéutica preferida de tal modo que salgo de allí convencido de que soy su drogadicto preferido. Luego empiezo a tomarme las drogas que he comprado.



Libro II de Crónicas: Abías sucede al insensato Roboam, vence a Jeroboam y se hace fuerte. ¿Muy fuerte? La Biblia describe su grandeza en términos casi contables: «tuvo catorce esposas, veintidós hijos y dieciséis hijas». Jeroboam, en cambio, ya no levantó cabeza. 

Confesiones de san Agustín. Leo lo del ángel que dijo a santa Mónica: «donde tú estás (o sea, en la Iglesia Católica), allí estará tu hijo». Y leo lo del anciano obispo que había sido maniqueo y al que Mónica rogaba que hablase con Agustín para sacarlo de la secta. El obispo decía que Agustín saldría solito de su error a base de estudiar. Mónica insistía: «habla con él». El obispo, algo irritado por tanta insistencia, dijo las famosas palabras: «Vete en paz, mujer, que no es posible que se pierda hijo de tantas lágrimas». 


13:30

El electricista me espera en la iglesia. Voy a la iglesia. Le explico que el automático del campanario salta y nos deja sin luz en la escalera de la torre, sin reloj y sin campanas. 

El electricista sube el automático. Ahora tenemos luz en la escalera y el reloj y las campanas funcionando. El automático no salta. 

Mientras el electricista revisa la torre, me siento en el rincón de San Miguel para leer. No puedo leer porque me quedo frito. 

Me despierta la voz de trueno del electricista: ¡Don Javier!

Me despierto lleno de confusión: ¿Dónde estoy? ¿Quién grita?

Quedamos en que volverá el lunes para ver si todo sigue bien. 


14:00

Comida con doña Nati. 

Como es viernes, ha hecho una especie de sopa jardinera maravillosa con un huevo escalfado. Antes, claro, ha puesto un aperitivo a base de anchoas, aceitunas y gambitas. 

No carezco de nada. 


14:40

Visita al Santísimo y siesta. 

Se me ha olvidado decir a médico que a penas puedo leer o escribir porque ando siempre soñoliento y, cada vez que me siento, me quedo frito. 


15:45

Misterios dolorosos.

Veo esta entrevista a Delibes


17:15

Me siento en la iglesia para mirar fijamente al sagrario. 

Escucho esta clase de Alberto Bárcena


18:30

Vísperas. 

Vuelvo a la casa abadía, me ducho y salgo para Los Montesinos. 

En El Paseo han puesto mesas y sillas porque hay bingo para la Cofradía de la Virgen de los Dolores.


19:45

Un penitente. Muy bien. 

Voy a apagar el teléfono para empezar la misa cuando entra un mensaje de Carmelo C. Me manda un poema de Langlois. 

El Señor es tu herencia, 

tu casa, tu sepulcro,

tu perdición, tu suerte, 

tu sangre, tu corona:

sacerdote por siempre si 

duermes, si caminas,

si esparces o recoges, 

cuando abres, cuando 

cierras, callando, de 

rodillas, pecando, 

sacerdote

en los sueños, de 

espaldas, de viaje, 

sacerdote

que gime, que bosteza, 

que adora, que agoniza,

por los siglos eternos 

sagrado sacerdote.

Le doy las gracias, claro, y me dirijo al altar revestido con ornamentos rojos y como envuelto en fuego. 


20:00

Tercera misa del martirio de san Juan Bautista. 

Se acerca a comulgar una piadosa feligresa en cuya camiseta leo: Your soul is made of stars. Pienso que eso quizá pueda predicarse del cuerpo, pero nunca de un alma espiritual. 


21:00

Cuando vuelvo a San Miguel, el bingo ha empezado, las calles están cortadas y tengo que hacer maravillas para llegar hasta mi garaje. 


22:26

Los del bingo siguen cantando números en El Paseo: «Cuarenta. Forty. Catorce. Forteen». 

Entre tanto, sigo luchando contra el sueño mientras escribo esto. 

jueves, 28 de agosto de 2025

Diario. Jueves, 28 de agosto de 2025

 San Miguel de Salinas

jueves, 28 de agosto de 2025

San Agustín


9:30 Oficio de lectura y laudes de san Agustín. 


10:00 Voy a desayunar a La Torre y encuentro, primero, a Almudena y, luego. a Fátima. Me dispongo a manchar mi café mañanero con horchata cuando ~¡cielos!- observo que la horchata está llena de grumos, como si se hubiera cuajado. Tiramos la horchata y mancho mi café mañanero con leche de vaca. 


10:30  Voy a rezar a la ermita. 


11:00 Primera misa de san Agustín. Luego, como es jueves, me toca ir a La Lloseta. 



De La Lloseta salgo para Torrellano porque he quedado a comer con dos viejos amigos amigos del cole y sus oíslos. Nos encontramos a la hora prevista y nos saludamos sin muacs, muacs porque soy portador de gran cantidad de virus y de hongos. 

Hablamos mucho, nos reímos mucho y nos despedimos a las cuatro y media. 

Salgo pitando para san Miguel. Voy rezando los luminosos con BXVI. 



18:00 Exposición del Santísimo en San Miguel con Andrés al órgano. 

18:30 Segunda misa de san Agustin. 

19:30 Exposición del Santísimo en Los Montesinos. Un penitente. Muy bien. 

20:00 Tercera misa de san Agustín. ¿Predico o no predico? Titubeo. Ganas tengo, fuerzas no. No predico. 

21:00 Hogar, dulce hogar. Acabo de entrar en la casa abadía cuando suena el timbre. Es Tomás: que no hay luz en la escalera del coro y que hay un automático que salta. Recuerdo entonces que JJ me llamó esta mañana para decirme que el reloj del campanario estaba parado. Vuelvo a la iglesia con Tomás para interesarme por el fenómeno. Llegamos a la conclusión de que mañana, sin falta, hay que llamar al electricista. 

De vuelta a la casa abadía caigo en la cuenta de que mi Mc se ha quedado en el coche. ¿Voy a buscarlo? Titubeo. Ganas tengo, fuerzas no.

Escribo esta página de mi diario en mi IPhone, con un dedito. 

Diario. Miércoles, 27 der agosto de 2025

 La Torre

miércoles, 27 de agosto de 2025

Santa Mónica


7:00

Después de tomarme el café con leches y muchas pastillas, abro la iglesia y salgo para el hospital. Todavía no ha salido el sol pero, además, hay calima. 


7:40

Primera misa de la memoria de santa Mónica. 


8:45

De vuelta a san Miguel, me siento para mirar fijamente al sagrario. 

Oficio de lectura —la muerte de santa Mónica— y laudes. 


9:45

Llega Joan y charlamos. 

Voy al confesonario.

Ha muerto el rey Salomón después de cuarenta años de reinado. La construcción del templo y de su palacio le ha llevado veinte años. La reina de Saba le ha regalado cuatro mil kilos de oro. En Israel la plata no tiene valor porque abunda como las piedras. En los establos del rey hay doce mil caballos. Ahora empieza el reinado del insensato Roboam. (II Crónicas)

Empiezo la lectura de la Confesiones de san Agustín. 

Tercia. 


11:00

Segunda misa de la memoria de santa Mónica. 

Al terminar, encuentro en la sacristía los libros parroquiales que tenía Analía en su casa. Los ha devuelto porque se va a vivir a Elche con sus trillizos. Dios los bendiga. 

Coloco los libros en un armario de la sacristía. 



La casa abadía necesita una limpieza a fondo por lo de las ventanas abiertas y la calima. Además hay que poner una lavadora. Me aplico a todo ello. 

Me llaman de la floristería de Los Montesinos para saber si está en la iglesia cierto artefacto o coroto de decoración que trajeron para la última boda. Voy a la iglesia, lo registro todo: nada. 

Del obispado me han mandado el estado de las fichas contables de las dos parroquias y hay que actualizar las cuentas. 

Hay que ir al banco.

Hay que volver al banco. 

En el grupo del coro comunican la muerte de Angelita, hermana de Lola. 

Hay que tender la ropa.

Noticias: ha muerto Manuel de la Calva, del Dúo Dinámico; el malestar por la inmigración erosiona a Starmer y dispara a Reform UK en los sondeos; Nigel Farage promete deportar a todos los inmigrantes que entren en patera en el Reino Unido; se estrecha el cerco sobre el narcorégimen de Madurix; querella contra Toni Albá por celebrar la muerte de Lambán; Canadá descarta comprar submarinos españoles


Don José Ignacio Munilla dice que se nos ha colado a todos el pensamiento mundano y que necesitamos una conversión que nos haga pasar de ser enemigos de la Cruz a ser el pueblo de la Cruz.



Después de comer en casa de doña Nati y de hacer la visita al Santísimo necesito dormir: siesta.

Luego enciendo el aire acondicionado y, sentado al borde de la cama rezo los misterios gloriosos en Torreciudad. 

Luego, sin cambiar de posición, escucho una piadosa meditación. 

Luego, paseando por el pasillo que está fresquito por el aire acondicionado, rezo vísperas. 

Luego me doy una ducha y salgo para Los Montesinos. 



A las seis comienza en Los Montesinos el entierro de Ángel. La semana pasada enterré a su mujer. 



Salgo para La Torre deteniéndome en El Realengo para repostar y en el polígono de Las Atalayas para lavar el coche. 



Son las siete y media o así cuando llego a La Torre y ya todo es holgar. 

Almudena me prepara un plato con jamones, chorizos y lomos y yo me preparo una copa de tinto. NO carezco de nada. 

Salimos al patio. Almudena y Fátima charlan. Yo leo La parte del diablo. Rosario, Teresa y Pepe han salido a caminar. Vuelven a eso de las nueve. 

Rosario y Teresa se van a cenar a la Casa Grande. 

Cena en el patio rodeados de ventiladores.