lunes, 4 de agosto de 2025

Diario. Domingo, 3 de agosto de 2025

 La Torre

domingo, 3 de agosto de 2025


I

Agenda de hoy


9:30

Confesiones en Torremendo

10:00

MIsa en Torremendo

12:00

Confesiones en San Miguel

12:30

MIsa en San Miguel 

14:00

Salir para La Torre

19:30

Misa en La Torre


II

Un penitente en Torremendo, muy bien. 


III

Homilía en San Miguel


Empiezo a predicar buscando caras. Joan y Laura me miran atentamente pero sé que no entienden ni patata de lo que estoy diciendo. Maruja, a su lado, me mira con bondad pero juraría que no me oye. 

David, desde luego, no me oye y, aunque me oyera no entendería nada porque, como Joan y Laura, no habla español.

Andrés está trasteando en el órgano ajeno al predicador. 

Hay tres familias de extranjeros que miran con curiosidad y seguramente tampoco entienden ni jota de español. 

Por fin, hacia la mitad de la iglesia descubro la cara sonriente de Sonia. Cabe ella, otra señora da muestras de estar siguiendo con interés el hilo de la predicación. Me concentro en ellas y, justo entonces, la señora se levanta, recoge su bolso, sale al pasillo central abriéndose paso por delante de sus compañeros de banco y se va. 

Yo sin desanimarme: «¡Adelante, Vicens!». 

Al terminar la homilía, Andrés me da el tono para el Credo de la Misa de Ángelis.


IV

Me despido de Joan, de Laura y de David. Joan me recuerda que debo llevarme mis medicamentos a La Torre. Se lo agradezco pero salgo para La Torre sin mis medicamentos. 

Paro en El Realengo para repostar: 75 dólares. 


V

Después de comer, Rosario y Pilar vuelven a Madrid. Misa a las 19:30 en La Torre.


VI

A partir de mañana, la primera lectura se toma del libro de los Números. Este libro va a ocuparnos cuatro días, del lunes al jueves, y va a recordarnos las pruebas del paciente y humilde Moisés. 


VII

Ceno en el patio con los niños. Les enseño un video en el que se enfrentan un oso hormiguero y un leopardo. Ellos me enseñan los dientes y los huecos que han dejado los dientes que se han caído. Estamos empatados. 

domingo, 3 de agosto de 2025

Diario. Sábado, 2 de agosto de 2025

 San Miguel de Salinas

sábado, 2 de agosto de 2025


I

Agenda parroquial de hoy


10:30 

Confesonario

11:00

Misa de Santa María en Sábado

18:30

Funeral

19:15

Bautizo de Bernia

20:00

Misa de víspera del domingo XVIII del Tiempo Ordinario

21:00

Charla con Mari


II

El libro del Levítico ordenaba la liturgia de Israel con sus fiestas y eso. Cada siete años, un año sabático. Cada siete años sabáticos un año jubilar. 


III

Sorpresa: doña Nati y yo estamos invitados a comer  en casa de Irene y de Raúl. Allí encontramos a Roberto, a Óscar, a Eva y a Miguel. Luego llega María, la muchacha lituana a cuya simpatía no es insensible Roberto. 

Como vamos a bautizar a Bernia, cuya familia es amiga de la familia, alguien me pregunta que qué pasa si una niña se bautiza con el nombre de una sierra como Bernia o Aitana. 

Entonces Eva recuerda que durante muchos años no celebró su santo porque todos los curas a los que preguntaba le decían que Eva no fue santa y que no se conocía ninguna santa llamada Eva. 

Yo no he dicho nada pero recordado que el único monaguillo de san Miguel lleva el nombre de un demonio: Samael. 

Entonces Miguel me ha preguntado que si yo podría localizar a un sacerdote de Madrid que hizo la mili con él. He mandado un wasap a Juan Carlos R y me ha contestado en seguida: no solamente lo conoce él, también lo conoce mi prima MGC, porque es su párroco. Misión cumplida. 

Comemos un arroz que ha hecho Roberto y que todos —excepto su padre y su hermano Óscar— elogiamos mucho. 


IV

Viene don José María para celebrar el funeral. Un funeral muy concurrido. 


V

También para el bautismo de Bernia se reúne un gentío y, sin embargo, no hay que lamentar víctimas. 


VI

La misa de ocho empieza puntualmente y la iglesia está llena. 

El evangelio del domingo pasado nos llevaba a Getsemaní, al huerto de los Olivos en el que Jesús dio a sus discípulos una catequesis sobre la oración y les enseñó el Padrenuestro. 

Hoy las lecturas nos hablan de dónde debe estar puesto el corazón de los que quieren rezar el Padrenuestro.

Vanidad —dice la primera lectura— es trabajar y trabajar para que el fruto de tus sudores se lo lleve uno que nunca se esforzó por nada. 

San Pablo: que pongamos el corazón en las cosas del Cielo, en lo que dura para siempre. 

Al que se acerca a Jesús pidiéndole que actúe como juez de paz en un litigio que tiene con su hermano por cierta herencia, Jesús se lo quita de encima con un: «¡Hombre!». 

Luego, a los que están por allí y a nosotros nos recomienda que no seamos codiciosos. Y nos cuenta una linda y verídica historia: la del hombre que tuvo una gran cosecha. Tan grande que no le cabía en sus graneros. Ese día aquel hombre se convirtió en uno de nosotros, los ricos. Ahora, sus problemas ya no eran los de esos niños de la India o de África que tienen hambre y sed, o los de esos niños de Gaza que se despiertan en un hospital y allí se enteran de que sus padres y sus hermanos han muerto. Ahora, sus problemas eran los problemas de los ricos: 

—Ya no me caben más libros en mi biblioteca. Necesito una biblioteca más grande. 

—Ya no me cabe más ropa en mi vestidor: necesito un vestidor más grande. 

—Mi nuevo coche —un Lamborghini— ya no cabe en mi garaje. Necesito un garaje más grande.

Conforme voy predicando estas cosas, me da un poco de risa y veo que algunos de los congregados sonríen y me acuerdo de La gracia de Cristo, pero no recuerdo si don EGM comentó allí esta parábola tan graciosa. 


VII

Lo mejor del día llega al final. 

Había quedado con Mari para charlar después de la misa. Lo charlado no está sellado por el secreto de confesión y, si no fuera tan tarde, me pondría a transcribirlo ahora punto por punto. 

Mari, treinta años, venezolana recién llegada a España tuvo una madre santa. Eso no lo dice Mari. Mari solamente cuenta su vida —una vida que a mí me habría matado y que no ha dejado en ella ni siquiera un rastro de amargura— desde sus primeros recuerdos hasta la muerte de su madre que, en ese momento y después de largos años de enfermedad y de dolor— pesaba veintisiete kilos. 


VIII

A las diez menos cuarto ruego a Mari que me permita invitarla a cenar algo en el Collie. Ella acepta. ¡Qué amable!

Pide una hamburguesa que le recomiendo mucho porque a mí me la recomendó Camila. 

Yo pido unas patatas camperas o algo así que me recomendó Camila. 

Lo que hablamos durante la cena tampoco está sellado por el sigilo. ¡Ja! Algún día lo contaré. 

Después de cenar vamos a la iglesia porque Mari ha dejado sus bártulos de manicura y pedicura en la sacristía. 

Ambos rezamos en silencio durante unos minutos ante el sagrario. 

Luego cerramos la iglesia. Digo «cerramos» porque, cuando voy a cerrar la falleba de la puerta, se me agarrotan las articulaciones y no puedo. Justo entonces, Mari, dice: «Déjeme a mí, padre». Y va ella y la cierra como si nada.

sábado, 2 de agosto de 2025

Diario. Viernes, 1 de agosto de 2025

 San Miguel de Salinas

viernes, 1 de agosto de 2025


I

Acumulación de microrretrasos: la misa de 7:40 empieza a las 7:45. Pido disculpas. Me disculpan. 

Al terminar la misa —memoria de san Alfonso María de Ligorio— me despido hasta el miércoles 13 porque voy a tomarme otra semana de asueto. 


II

La segunda misa de san Alfonso María empieza puntualmente. Luego he quedado con Heichel. Charlamos. Luego he quedado con Joan y Laura. Me invitan a almorzar en el Collie para celebrar el cumpleaños de Laura.


III

Avanzando, avanzando en la lectura del Romancero Viejo, llego a la sección de los romances histórico-épicos. El primero, La seducción de la Cava: feo y turbio asunto. El segundo, La venganza de don Julián y la pérdida de España. 


IV

Voy a bendecir la casa de los Van Leuven y descubro una nueva urbanización en San Miguel de Salinas. Al parecer, los vecinos son, en su mayoría, extranjeros: belgas, daneses y eso. 

Recuerdo que Wilder me habló de otra nueva urbanización y de que están vendiendo los pisos por doscientos mil dólares. 

Por cierto, Wilder me invita al cine con su familia. No puedo aceptar porque ceno con el coro. 


V

Don José María me llama para decirme que ha muerto una vecina de san Miguel y que le gustaría celebrar el funeral. Poco después, el alcalde me llama para decirme que está con la familia de la difunta y para pedirme que dé el toque de campanas. 


VII

A las siete salgo para Los Montesinos y aprovecho para dar el  toque de difunta que es don… din-din, don… din din. 

VIII

La tercera misa de san Alfonso María de Ligorio es con predicación. 

Del evangelio hay que decir que Santiago, José, Simón y Judas no eran hijos de la Virgen María ni de san José.

Santiago el Menor y Judas Tadeo eran hermanos, hijos de Alfeo —también llamado Cleofás— y de María la de Cleofás, claro. 

De san Alfonso María de Ligorio hay que decir que tenía un gran talento. A los trece años ya tocaba el violín y el clavicordio. Entonces su padre lo llevó a la universidad de Nápoles para que estudiara Leyes y tres años después ya era doctor en ambos Derechos. 

No era bueno solamente para estudiar. En los tribunales demostró ser brillante y muy competente. 

Dios se fijó en él y dijo: este es para mí. 

El duque de Orsini también se fijó en él y le encargó su defensa en un litigio con el gran duque de Toscana. Alfonso cometió un error, perdió el litigio y dejó la abogacía. Ganó Dios. 


IX

Ceno en el Collie con los del coro y estreno una raqueta eléctrica que deja fritas a las moscas. Caen dos moscas.

viernes, 1 de agosto de 2025

Diario. Jueves, 31 de julio de 2025

 San Miguel de Salinas

jueves, 31 de julio de 2025


I


Desde las ocho hasta las diez la iglesia es solo para mí. Las puertas, claro, están abiertas de par en par, pero no viene nadie. 

A las diez, llegan Andrés, Joan y Laura. Y empezamos a prepara el altar, y voy al confesonario y acuden dos penitentes. Muy bien. 

A las diez y media exposición del Santísimo y, a continuación, bendición y misa. Con órgano y todo. 


II

De doce a una, conduzco mi Lamborghini por la autopista hasta La Lloseta. 

Voy sin prisa y llego tarde. Si hubiera apretado el acelerador habría llegado puntualmente, a las doce menos cuarto. Pero no he apretado el acelerador sino que he conducido como quien pasea. ¡Cuánta elegancia!


III

He felicitado a IVH, a IRV, a IVH-R, a IR, a IGdS, a IMG, a IGdL, a IDdR, a IGL, a IGjr, a IBC, a IGG. 

Al obispo lo he felicitado así: «Felicidades, don Ignacio. ¡Viva san Ignacio». Y él me ha contestado así: «Un abrazo romano!!». Ha escrito «romano» porque está en Roma, ganando el jubileo. 


IV

Por la tarde, a las siete, exposición del Santísimo en Los Montesinos. A las ocho, segunda misa de San Ignacio de Loyola. 

jueves, 31 de julio de 2025

Diario. Miércoles, 30 de julio de 2025

 San Miguel de Salinas

miércoles, 30 de julio de 2025


Adoro las oxiacantas. 

(Bérenguer en El asesino sin gajes)



I


Serían las seis y veinte cuando la he encontrado —muerta— en la ducha. 

Al principio he pensado que podía estar solamente desvanecida, pero no: estaba allí, inmóvil, boca arriba… muerta, sin duda. 

Con la escoba la he empujado hasta el recogedor y con el recogedor la he llevado hasta el cubo de la basura. 


II


Una serie de microrretrasos me ha hecho llegar al hospital con el tiempo justo para empezar la misa dos minutos tarde. 


III


La segunda misa de san Pedro Crisólogo, obispo y doctor de la Iglesia, ha empezado puntualmente. 

Julio es el mes de los obispos de Rávena: san Apolinar el día veinte y, hoy, san Pedro. 


IV


He terminado la lectura de Sumisión y de El asesino sin gajes.


VI

A eso de las nueve y veinte, el arcipreste ha venido a recogerme y hemos ido a cenar a una pizzería. Ha pagado él. ¡Qué amable!

Me ha traído de vuelta a San Miguel a eso de las once y media.