San Miguel de Salinas
martes, 22 de abril de 2025
Veamos: se hace tarde y todavía tengo que bajar a la iglesia para rezar completas y cerrarla.
De la mañana, lo más emocionante, además de la misa que no he celebrado en comunión con el Papa porque no hay Papa, ha sido la visita al banco.
He leído bastantes artículos sobre el difunto Papa. El de don EGM lo he leído tres veces porque me ha llegado por tres sitios y no me canso. Advierte don MAQP de que, para elogiar a un Papa, no es necesario denostar a sus predecesores. Me parece una observación muy pertinente. Y el mismo don MAQP enlaza un artículo de Enrico que no es un elogio fúnebre del difunto Papa y que, por eso mismo, moverá a todo aquel católico que lo lea a rezar por el alma del difunto.
Y ¿de la tarde? ¿Qué ha sido lo más emocionante de la tarde?
Pues, además de la misa en Los Montesinos, lo más emocionante de la tarde ha sido ver a Wilder subido en una escalera altísima para volver a colgar sobre la puerta de la sacristía de San Miguel la imagen de la Divina Misericordia que regaló Zvignev, el polaco.
También ha sido emocionante ver a Ana Isabel sosteniendo la escalera en la que estaba encaramado su esposo.
Pero, lo más emocionante, ha sido ver como Ana Isabel y Wilder, cumplida su misión en la parroquia, se han ido de la mano al ambulatorio porque Wilder se levantó esta mañana con fiebre, fue a trabajar en su trabajo, vino a seguir esforzándose en la parroquia que debería ser su descanso y, según parece, no ha dejado de sonreír.
Ahora tengo que llamar a Ana Isabel para preguntarle por Wilder. Tengo que rezar completas y cerrar la iglesia.
Pero, antes que nada, tengo que escribir esto. Ya está.
¡Qué buena persona, Wilder! Espero que se mejore pronto.
ResponderEliminar¡Gracias!
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