domingo, 28 de mayo de 2023

Chesterton en Pentecostés

 «Siempre me ha fascinado el cuento del agujero que se hunde hasta quién sabe dónde. Nos ha llegado como una leyenda musulmana pero no me extrañaría que fuera anterior a Mahoma. Habla del sultán Aladino. No el de la lámpara, por supuesto. Cuenta esa leyenda que Aladino encargó a los gigantes la construcción de una especie de pagoda que subiera más allá de las estrellas. Algo así como la Torre de Babel aunque, comparados con Aladino, los arquitectos de la Torre de Babel parecerían gente timorata y modesta, como ratones, ya que ellos solamente querían construir una torre que llegara al cielo. Aladino, en cambio, soñaba con una torre que rebasara el cielo, y que siguiera creciendo sin cesar. Dios la desbarató hundiéndola en la tierra como un pozo sin fondo, pues no otra cosa era la torre sin techo. El alma de aquel soberbio sultán se precipita aún —y para siempre— en el abismo de oscuridad que proyectó como un monumento a su propio ingenio». (Chesterton)

Oración:

Ven, Espíritu divino. Manda tu luz desde el cielo. No nos dejes —Padre amoroso del pobre— caer en la tentación de encumbrarnos». 

Amén. 


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