miércoles, 10 de agosto de 2016

Un día entenderemos lo que hoy están gritando los profetas

Conocí a Samuel en la primera parroquia a la que me destinaron -como vicario- hace más de treinta años. Samuel tenía -y tiene- todo el aspecto -y el apellido- de un judío de película. Fue educado en una familia evangélica y bautizado en un cursillo de cristiandad. Entre sus habilidades se cuenta esa que le ha granjeado más de un premio en la Asociación de Belenistas. A los belenes de mi amigo Samuel no les falta ni un detalle. Sabe hacer canastillas y ánforas diminutas y, si te fijas, puedes ver en sus belenes jamones que cuelgan de un clavo y hasta panecillos recién salidos del horno.
Pues bien, conocí a Samuel -como he dicho- hace años y una de las primeras cosas que le vi hacer fue el belén parroquial. Era un belén tan realista... no faltaba de nada. Las paredes de aquella parroquia estaban por aquellos años cubiertas de amables pintadas del tipo "Curas,No". A Samuel se le ocurrió trasladar al belén el ambientillo del barrio. ¿Cómo? Nada más fácil. Puso una pintada en el castillo de Herodes: Herodes ¡Mamón! El lo escribió con otra palabra menos amable.

3 comentarios:

  1. Querido padre:

    No se me había ocurrido la similitud entre los Santos Inocentes del Evangelio y los Santos Inocentes del Aborto. El post refleja muy bien el drama de nuestros días, no sólo porque mueran tantos inocentes, sino porque la sociedad lo ve como una gran muestra de progreso y de humanidad. Así nos va.

    ...

    Querido padre, ¿felicitará usted el año al querido padre Juan Luis Rascón? Si es así, felicítele de nuestra parte, y dígale que algunos de sus antiguos lectores en Yamique le echamos mucho de menos (a él y al blog) y que rezamos para que todo le vaya bien.

    Gracias, y feliz año en el Señor.

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  2. Amigo Don Fernando: hace tiempo que no tengo noticias de DJL. Si lo veo cumpliré, encantado, con su encargo. También yo echo de menos ese blog que el fue el primero que leí.
    ¡Feliz navidad!

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  3. A mi me estremece en el pasaje de Jeremías, que se cita en el Evangelio del día de los inocentes: "es Raquel que llora por sus hijos y rehusa el consuelo, porque ya no viven". Ya no viven, ya no viven y eso D. Javier es lo peor que puede vivir una mujer.
    Yo también hecho de menos aquel blog, que ha sido "casa madre" de otros tantos.
    Un abrazo desde aquí para DJL
    Balbi.

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Es usted muy amable. No lo olvide.