Me han regalado muchos muy hermosos.
Uno, que copio, dice exactamente:
Para humillarme, mi memoria es buena.
Es de un soneto de don EGM
que se titula -¡oh!- Mala Memoria.
Empieza así el soneto -o lo que sea-:
De aquello que recuerdo, me arrepiento.
Yo doy gracias a Dios por sus olvidos
por sus lagunas amplias, limpias, llenas
de recuerdos amables, de indulgencias.
Amablemente, claro, para siempre
sabré quién soy cuando se ahogue
en la Buena Memoria Enamorada
mi calavera, que en la luz se esconde,
hundiéndose en la almohada.
Uno, que copio, dice exactamente:
Para humillarme, mi memoria es buena.
Es de un soneto de don EGM
que se titula -¡oh!- Mala Memoria.
Empieza así el soneto -o lo que sea-:
De aquello que recuerdo, me arrepiento.
Yo doy gracias a Dios por sus olvidos
por sus lagunas amplias, limpias, llenas
de recuerdos amables, de indulgencias.
Amablemente, claro, para siempre
sabré quién soy cuando se ahogue
en la Buena Memoria Enamorada
mi calavera, que en la luz se esconde,
hundiéndose en la almohada.