sábado, 4 de abril de 2020

Décima sexta homilía en una iglesia vacía

sábado, 4 de abril de 2020
Sábado de la V semana de cuaresma

Por medio del profeta Ezequiel Dios promete reunir a su pueblo, que se ha dispersado, como el pastor reúne a su ovejas. Y el salmo dice algo misterioso. «El que dispersó a Israel lo reunirá, lo guardará como un pastor a su rebaño». 
Entonces ¿es Dios quien ha dispersado a su pueblo? 
En estos días de encerramiento vuelve a nacer con fuerza ese gran sueño del corazón humano: formar, todos, una familia; acabar con las rencillas y abrazar a todos. Pero ¿es esto posible? ¿Podemos, nosotros solos, lograr la unidad de la familia humana cantando «Resistiré» o aplaudiéndonos unos a otros?
La respuesta es: no. Los hombres sin Dios somos como ovejas sin pastor. Podemos soñar con la unidad, con la paz, pero despertamos tarde o temprano y nos encontramos con la realidad de la división y de la rivalidad; con la realidad de que, cada cual, sigue corriendo tras sus ídolos.
Entonces ¿tenemos que resignarnos a vivir siempre dispersos y enfrentados?
Otra vez la respuesta es: no. El mismo Dios llama «bienaventurados» a los que trabajan por la paz y el primer bienaventurado es Cristo que murió «para reunir a los hijos de Dios dispersos». De modo que no, no tenemos que resignarnos a vivir dispersos y enfrentados sino volvernos hacia aquel que puede y quiere reunirnos en su paz. Porque será Él, no nosotros, quien finalmente nos reunirá. 
Mañana —domingo de Ramos— aunque no podamos salir a la calle podemos salir a los balcones, a las ventanas para aclamar «al que viene en Nombre del Señor». Él, Cristo, es el Rey de Paz que puede reunir y reúne a los hijos de Dios dispersos». 
A las doce, si Dios quiere, celebraremos la santa Misa en la parroquia. Os invito a todos a asomaros a la calle —sin salir de casa— y yo mismo haré sonar las campanas y, cuando dejen de sonar, me subiré al campanario y —sin asomarme porque téngo vértigo— agitaré mi palma desde la torre para dar la bienvenida a San Miguel al Rey de Reyes: Jesús, el hijo de Dios y de Santa María. 

4 comentarios:

  1. thank you, we cannot see you from here but we will know you are up there! Hope you are well? Teresa

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  2. Suba Pater, con la palma y ruego suba acompañado con el Señor en la custodia y bendíganos a todos allí y a sus ovejas dispersas,

    ¡vaya regalo, qué paz!, oiga.

    Abrazos fraternos.

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  3. ¡Qué vértigo, oiga! ¡Que Dios nos bendiga a todos!

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Es usted muy amable. No lo olvide.